lunes, 31 de enero de 2011

¿A quién te hubiese gustado estrechar la mano?

Una vez leída la entrada inmediatamente anterior a esta y tras leer algunos comentarios que he laido en otros medios con respecto a esta noticia, os propongo un pequeño debate.

Desde 2GM Blog nos gustaría saber a qué personaje relacionado directa o indirectamente con la Segunda Guerra Mundial os hubiese gustado estrechar la mano y por qué.

Esperamos vuestras respuestas y comentarios.

El gaditano al que saludó Hitler

El 20 de abril de 1943, Adolf Hitler visita el hospital de la Luftwaffe en Berlín para saludar a los soldados heridos en combate. Es una de las costumbres del führer el día de su cumpleaños. En una de las habitaciones, junto a seis pilotos alemanes, hay un español que se recupera de un tiro en la cabeza. En un principio, Hitler no repara en él, piensa que es un italiano. Pero, tras pasar de largo, alguien le indica que se trata de un español y Hitler vuelve sobre sus pasos. Un retrato de Franco cuelga de la pared. 'Wie geht es Ihnen?' (¿Cómo estás?), le pregunta. 'Gut' (bueno), le responde el soldado, cuyo nombre era, es, José González Rodríguez, soldado de la División Azul.

Aquel fugaz encuentro entre Hitler y el soldado González fue el final de una aventura que comenzó dos años atrás, cuando éste decide alistarse como voluntario en la mayor división extranjera que luchó del lado de los alemanes en la guerra contra Rusia. José González, 89 años, nos recibe en su casa de la calle Antonio Machado de Cádiz con la Medalla al Sufrimiento por la Patria en la solapa de su chaqueta, una de las pocas condecoraciones que conserva quien llegó a recibir la Cruz de Hierro de segunda clase por su valor. En su frente, sobre su ojo izquierdo, el agujero del impacto de una bala que, milagrosamente, le atravesó la cabeza sin causarle la muerte. Es una cicatriz profunda, en la que cabe la yema de un dedo. Sentado en el sillón de su casa, habla despacio y con lucidez. ¿Por qué decidió alistarse? 'No lo sé, me enteré que se había organizado la División Azul y yo compartía unos principios que ahora dicen unos que están equivocados... pero Leningrado, que yo sepa, ya no se llama así'. Como muchos otros voluntarios, José González quiere dejar claro que no fue a luchar a Rusia a favor de los alemanes, sino 'contra el comunismo', pero nuestro protagonista introduce una matización más: 'Contra el comunismo estaliniano'. ¿Qué le dijeron sus abuelos cuando decidió alistarse? 'Quería vivir intensamente, ser yo. Nunca pensé en qué pensaban los demás. Y me fui a la guerra, que era lo contrario de todo eso'.

Y en julio de 1941, como harían otros 46.000 españoles a lo largo de los siguiente catorce meses, José tomó el tren que llevaba a la guerra. 'Era un tren bueno, muy cómodo. Hicimos casi todo el trayecto cantando', recuerda, al igual que tiene muy vivos los gritos, vivas y cánticos que recibían los soldados españoles de la División Azul. En Hendaya los desinfectaron y les dieron uniformes alemanes, más completos que los españoles, aunque se produjo un problema con las banderas en las guerreras. 'Muñoz Grandes dijo que nuestra única bandera era la española y que sólo juraríamos sobre ella', dice el gaditano, que más adelante reconoce: 'El equipo alemán llevaba de todo, hasta una tienda de campaña, pero pesaba 30 kilos. Los españoles nos deshicimos de parte del equipo para caminar con menos peso que los alemanes. Cambiábamos mochilas alemanas por tabaco'.

Les iba a hacer falta soltar lastre. Desde el campamento alemán hasta el frente ruso, mil kilómetros, el camino se haría andando, a razón de 50 kilómetros diarios. Bastaron dos o tres meses, según los casos, de adiestramiento, para partir al frente. 'Nos mandaron al peor sitio -rememora José- porque para un gaditano estar a treinta bajo cero es terrible'. El frío. Ésta es una constante en los relatos divisionarios y González no es una excepción. 'Un ruso -cuenta- nos enseñó un truco para combatirlo: desnudarse, untarse el cuerpo con nieve, secarse y volver a vestirse'.

La guerra 'contra el comunismo' llevó a José González hasta el frente de Leningrado, al lago Ladoga, a Novgorod, al Voljov, al lago Ilmen, a Puschkin y a Krasny Bor, todos nombres míticos de la División Azul. La memoria de José guarda recuerdos nítidos de historias en cada una de esas ciudades. En Puschkin, unas mujeres rusas eran obligadas a quitar nieve de las carreteras por los alemanes, lo que produjo un incidente con las tropas españolas. 'Nuestro capitán, el capitán Marzo, les dijo que eso no lo consentíamos en España, que nosotros no tratábamos a las mujeres como esclavas, y los alemanes nos apuntaron con sus fusiles'. Es uno de los miles de episodios que se cuentan de las buenas relaciones entre españoles y el pueblo ruso. En este momento se le iluminan los ojos. 'Malenky', repite varias veces. Es el nombre de una joven rusa que le dejó una huella tan profunda como una bala, aunque asegura que no hubo nada 'serio' entre ellos. La guerra no lo permitía. Malenky murió en un bombardeo. Empezaron pronto las escaramuzas y él, que nunca había probado un cigarro, empezó a fumar. 'Fumaba de miedo', reconoce. Su primer contacto con el frente lo resume con esa palabra: miedo. Esas primeras escaramuzas serían poca cosa comparadas con lo que se avecinaba en Krasny Bor, el principio del fin de la División Azul, la mayor masacre desde el desastre de Annual en 1921. Le habían dicho que estaba en un grupo 'antitanque' y aquella palabra le impresionó tanto que llegó a pensar: 'Dios mío, dónde me han metido'.

En las trincheras o los cuarteles, José y sus camaradas no dormían. 'Aprendimos que cuando se oye el silbido, la bala ya ha pasado. El miedo es el silencio. Cuando hay un tiroteo no se piensa en nada. El silencio de las trincheras es terrible, porque te da opción a pensar y pensar es el mayor enemigo del soldado. Pensar da miedo'. Su hora pudo haber llegado en varias ocasiones, cuenta sus vidas y ha superado las del gato: el día que una bala atravesó la cabeza de un compañero que se sentó en el sitio que ocupaba momentos antes en una ametralladora; el día que un joven ruso aterrorizado cruzó las líneas y a sus espaldas le pidió pasarse a las filas alemanas ('me pudo haber matado, no lo vi') o el 22 de febrero de 1943, en la batalla de Krasny Bor. Relata José aquel infierno, aquel caos, con precisión. 'Vi volar compañeros destrozados a mi lado. No podíamos abarcar todo ese terreno. Era todo desconcierto, no sabías si avanzabas o retrocedías. Amanecía y, a las tres horas, anochecía. Una larga noche con 200 baterías disparando. Yo buscaba boquetes de proyectiles en la tierra y allí me refugiaba...' .

Milagrosamente, sobrevivió a Kransy Bor. Días después, en un lugar más tranquilo, 'hubo un golpe de mano ruso y me pegaron un tiro en la cabeza. Al principio no me di cuenta, seguí a lo mío. Luego, caí'. Lo recogieron y lo llevaron a un hospital de campaña, de ahí a otro en Riga y de éste a Berlín, donde su guerra, ya acabada, se cruzó con la de Hitler, que ya sedespeñaba.

El regreso de José González a España no fue como su partida. Los trenes que lo devolvieron a su país, en repetidos trasbordos, no eran tan cómodos. Nadie le esperaba, nadie vitoreaba. Y el escenario que encontraría, con una Alemania a punto de perder la guerra y una España a punto de renegar del Reich, tampoco era el que esperaba. No se arrepiente. 'Me honro en haber pertenecido a la Historia. Eso no hay quien lo borre', sentencia setenta años después. Guarda silencio, menea la cabeza y susurra ante las fotos de su juventud: 'Dios mío, parece que lo estoy viviendo'. De sus labios salen nombres como una letanía. 'Uf'. Se enjuga una lágrima. 'Perdón, ¿quieren tomar algo?'. Sobre la mesa camilla reposa esa instantánea de un veinteñaero con una venda en la cabeza, sonriendo junto a un alemán. Ese chico pasearía semanas después por un Berlín reventado. Faltaba poco para que el hombre que le preguntó 'Wie geht es Ihnen?' ingiriera, no muy lejos de aquellas calles destripadas, una cápsula de cianuro.

Holocausto, horror sin fin

Cientos de personas acudieron a la ceremonia internacional para conmemorar el Día de Holocausto en el mayor campo de concentración nazi, Auschwitz-Birkenau, un lugar que es símbolo del terror indescriptible e inimaginable.

El presidente de Alemania, Christian Wulff, llegó a Auschwitz para acompañar a su homólogo polaco, Bronislaw Komorowski, y recordar a las víctimas del Holocausto en el sexagésimo sexto aniversario de la liberación de Auschwitz por parte del ejército soviético.

Wulff y Komorowski se reunieron con un grupo de jóvenes alemanes y polacos en Auschwitz, y recordaron a los alrededor de un millón 100 mil prisioneros que fueron exterminados en ese lugar durante la dictadura de Adolf Hitler.

Auschwitz-Birkenau, un gigante complejo de campos de concentración, ubicado en la que fue zona de ocupación nazi en Polonia, es el principal símbolo de la industria del exterminio humano que desarrolló la dictadura nacionalsocialista de 1933 a 1945.


Si bien las tropas soviéticas, que arribaron el 27 de enero de 1945 a Auschwitz, hallaron apenas 7 mil 500 prisioneros al borde de la muerte, en poco tiempo salió a la luz el complejo sistema de que disponían los nazis para exterminar a miles de opositores y a miembros de lo que ellos consideraban “razas” inferiores.

Ese campo de concentración se denomina desde 2007 “Auschwitz-Bir- kenau. Campo alemán de concentración y exterminio”, con el fin de dejar en claro que los alemanes son responsable de ese sitio ubicado en territorio de Polonia.

Se trata del mayor sitio de encarcelamiento creado por los nazis, y éste se extendió en una superficie de miles de hectáreas.

Gitanos también recuerdan

El parlamento alemán también conmemoró el Día del Holocausto y recordó a las víctimas del exterminio nazi, y por primera vez pronuncio un discurso en ese recinto un representante de los gitanos, que también fueron blanco del genocidio de Hitler.

En la ceremonia en el parlamento alemán (Bundestag) estuvieron presentes la canciller federal alemana Angela Merkel y la presidenta del Consejo Federal, Hannelore Kraft, además de varios representantes de asociaciones de víctimas del Holocausto.

El presidente del parlamento, Norbert Lammert, destacó la importancia de que las nuevas generaciones no olviden el terror de la historia, sino que conserven el recuerdo de las víctimas para evitar que algo similar se repita.

Agregó que “las víctimas nos obligan a no aceptar ningún tipo de discriminación o intolerancia y a combatir con empeño toda forma de odio”.

domingo, 30 de enero de 2011

Museo de Berlín reconstruye piezas antiguas destruidas durante la Segunda Guerra Mundial


El museo Pergamon de Berlín reveló este viernes la reconstrucción final de antiguos objetos que fueron destruidos durante un bombardeo a la ciudad en la Segunda Guerra Mundial.

Arqueólogos reunieron 25.000 fragmentos durante más de nueve años para reconstruir unas 40 figuras gigantes de un templo en el antiguo asentamiento de Tell Halaf, en lo que actualmente es el norte de Siria. Las obras habían estado en un museo en Berlín desde 1930.

"Miles de fragmentos tuvieron que ser minuciosamente restaurados y pegados", dijo a Reuters Nadja Cholidis,
arqueóloga principal del proyecto.

Los arqueólogos utilizaron fotografías históricas para identificar los fragmentos y reconstruir las esculturas de
3.000 años de antigüedad, dijo Cholidis, quien agregó que ésta es probablemente la mayor restauración de su tipo realizada por un museo.

Las esculturas de esfinges, dioses y leones eran consideradas de gran valor en su momento, e incluso aparecieron en la obra de Agatha Christie "Tell Me How You Live".

Los artefactos fueron desenterrados hace un siglo por el Barón Max von Oppenheim, un diplomático, arqueólogo aficionado y aventurero alemán. Él los puso en exhibición en su museo Tell Halaf en Berlín desde 1940 a 1943. Pero los bombardeos de los aliados destruyeron el museo de Oppenheim en noviembre de 1943. Los artefactos de basalto se destruyeron en miles de fragmentos por el incendio y la inundación que asoló el museo.

Se necesitaron ocho meses en medio de la guerra para mover los restos de las antiguas obras en la ciudad hasta un sótano del museo Pergamon, donde quedaron sin ser tocados hasta 2001.

Los equipos de restauración usaron un promedio de 1.200 fragmentos para reconstruir una escultura. Una de las figuras, un grifo, quedó destrozado en 2.600 fragmentos.

viernes, 28 de enero de 2011

Nuevos documentos revelan cómo el español "Garbo" engañó a los nazis

Un empresario español fue clave en el engaño que le tendió el espionaje británico a Adolf Hitler sobre el lugar de desembarco del «Día D». Según documentos históricos desclasificados en el Reino Unido, el empresario Juan Pujol García fue uno de los agentes doble más efectivos que tuvo la Segunda Guerra Mundial.

Alemania creía que Pujol, a quien llamaban en clave Alaric Arabel, era uno de sus mejores espías, a cargo de una red de agentes en el Reino Unido y suministrador de una fuente continua de información a Berlín a través de su controlador en Madrid.
Tanta confianza le tenían que se convirtió en una de las pocas personas a la que los nazis distinguieron simultáneamente con la Cruz de Hierrro y un MBE, honores que contaron con la aprobación del mismo Adolfo Hitler.

En realidad, Pujol García era el agente secreto «Garbo» y su red de espías era una fantasía digna del novelista John le Carré para cautivar a los alemanes.

Según Amyas Godfey, del prestigioso Royal United Institute Services de Londres, Pujol García no tenía nada de James Bond. «Era pelado, aburrido, raramente se sonreía, pero a los alemanes los tenía encandilados con sus mentiras. Estaban convencidos de que toda la información que les enviaba era precisa», señala Godfey.
Para mantener su cobertura, Pujol García pasaba a los alemanes mucha información genuina. Poco antes del «Día D», Gran Bretaña lanzó la Operación Fortitud para confundir a los nazis sobre el lugar del desembargo.

Los secretos de Enigma, al descubierto

Pujol García -alias Garbo, alias Alaric Arabel- envió información del desembarco en Normandía, pero demasiado tarde para que los alemanes pudieran actuar y, unos días después, les dijo que el desembarco era una cortina de humo y que habría un ataque masivo en Pas de Calais.

Según sus mensajes, unas 75 divisiones estaban listas para atacar el Pas de Calais. Gracias a que decodificadores polacos habían penetrado el sistema secreto alemán Enigma, los británicos pudieron saber que los alemanes estaban convencidos que el «Día D» sería en Pas de Calais.

«El siglo XX hubiera sido diferente de no ser por esto», señaló Kelsey Griffin, director del museo de Bletchey Park, donde se decodificaron los mensajes.

Gerardo Herrero recrea el frente ruso

Gerardo Herrero prepara las maletas para viajar al frente ruso en 1943. El director y productor inicia el mes que viene en Lituania el rodaje de un nuevo largo, el décimocuarto de su cuenta particular. Es un thriller protagonizado por dos miembros de la División Azul, aquel ejército de casi 20.000 españoles que se ofrecieron ¿voluntarios? para ayudar a Hitler a combatir al ejército rojo y se dejaron el orgullo, el honor y la vida en el pavoroso y glacial frente ruso. «No es una película bélica, es un thriller dentro de la guerra», advierte Herrero, que ya tocó tangencialmente el género bélico en 'Territorio comanche'. Ahora ha reclutado a Carmelo Gómez y a Juan Diego Botto para encarnar a los protagonistas de esta insólita historia en torno a un asesino en serie que actúa en medio de un océano de horror y violencia y a la que ha dado el título provisional de 'Sangre en la nieve'. Inspirada en la novela 'El tiempo de los emperadores extraños', del asturiano Ignacio del Valle, Herrero llevaba tres años madurando el proyecto, desde que Carlos Saura le sugiriera que «esa novela encerraba una buena película». Lo comprobó y se puso manos a la obra. Trató de dar con productores rusos y solo encontró incomprensión y puertas cerradas, hasta que se abrió la vía lituana en forma de productora entusiasta ya acreditada en el país báltico. Allí se trasladará el equipo en breve.

jueves, 27 de enero de 2011

Meir sobrevivió al Holocausto

Cree que tiene 80 años, aunque no está seguro. Sabe, eso sí, que cuando los nazis le metieron en el gueto de Cracovia no pasaba de los 13. Las ideas brotan enredadas de la memoria de Meir Eldar, un hombre menudo, de pelo blanco, cejas pobladas y con el tiempo marcado en el rostro. Un hombre que sobrevivió al Holocausto judío y que traemos a estas páginas hoy, día elegido por la ONU para honrar la memoria de las víctima: fue un 27 de enero cuando los soviéticos liberaron Auschwitz.

Meir Eldar nació en el pequeño pueblo polaco de Biala-Bielsko a comienzos de los años 30. Un mal momento y un mal lugar para venir al mundo si por tus venas corre sangre judía. Apenas era un mozo imberbe cuando los soldados alemanes le arrancaron a golpes de su hogar enviándole con sus padres al gueto de Cracovia, a 80 kilómetros de su casa. «Tiraban la puerta abajo y gritaban, ¡Alemania ya está aquí!». Mientras habla y recuerda, recorre despacio Yad Vashem, el enorme complejo rodeado de jardines que alberga el museo del Holocausto en Jerusalén, ciudad donde reside actualmente. Meir no se deja ayudar cuando el camino de tierra se empina. La pequeña pendiente no arredra a este viejo luchador que tras el gueto de Cracovia pasó por cinco campos nazis –Plaszow, Auschwitz, Bobrek, Buchenwald y Spainchingen–, protagonizó una ‘marcha de la muerte’ de 200 kilómetros a pie sobre la nieve y finalmente emigró a Jerusalén, donde combatió en la guerra árabe-israelí de 1948. Y todo ello en apenas 5 años.

Meir y sus padres malvivían hacinados junto a otros 15.000 judíos en el gueto de Cracovia, situado en un barrio de trescientos edificios, donde los nazis les habían confinado. Compartía piso sin luz ni agua con otras cuatro familias judías. Dormían donde podían, amontonados en un par de habitaciones, en los pasillos, o en la calle, al raso.

«Del gueto recuerdo sobre todo el hambre. No teníamos nada que comer. Un día robé una gallina y la llevé al piso. Fue una fiesta. La casa se llenó de felicidad», sonríe.

En marzo de 1943 los nazis decidieron desmantelar aquello. Enviaron a los que podían trabajar al cercano campo de concentración de Plaszow y al resto, unos 2.000, los ejecutaron allí mismo. Meir tuvo suerte, si es que se le puede llamar así: él y su padre acabaron en Plaszow. A su madre, a la que adoraba, nunca la volvió a ver. Tenía solo 35 años.

Los ojos del viejo luchador son pequeños, imposibles de penetrar: encierran el inmenso dolor que acumuló aquellos años terribles y Meir quiere retenerlo... para no olvidar.

Cuando llegó al campo de Plaszow, muy próximo a la célebre fábrica de Oskar Schindler, a Meir le permitieron ducharse. «Hacía meses que no me lavaba. A mí y a otro chico nos dieron jabón y cuando nos miramos al espejo vimos que estábamos negros. El otro chico comenzó a chillar como un loco. No se reconocía».

El verdugo de Plaszow

El comandante nazi que dirigía el campo de Plaszow era Amon Goeth, un salvaje de casi dos metros y 120 kilos, conocido por su atrocidad. Ejecutaba sin explicaciones a prisioneros y disparaba con su rifle aleatoriamente. «¿Horrible? No, horrible no es una palabra suficiente para definirle», ilustra Mair.

«Aquel verdugo brutal bebía, paseaba por el campo con su rifle y disparaba a cualquiera. Después mataba a la familia del que había asesinado, porque, como solía decir, no quería trabajadores insatisfechos. Y además tenía una amante en el campo, aunque estaba casado y con una hija». Goeth fue ejecutado en la horca por los soviéticos en el propio campo de Plaszow en septiembre de 1946. Su engañada mujer se suicidó al enterarse de las barbaridades que había cometido.

A principios de 1944, los nazis seleccionaron a Meir y a otros 2.000 prisioneros de Plaszow para ir a trabajar a Auschwitz. «Todos los días salíamos al amanecer del bloque 6 para ir a trabajar como esclavos a una fábrica cercana. Había veces que cuando regresábamos por la noche teníamos que cargar con los cuerpos de compañeros que no aguantaban aquellas jornadas infernales». De sus tiempos en Auschwitz luce una cicatriz en el antebrazo. «Me sajé el número que nos tatuaron», explica recorriendo con el dedo la cicatriz, imitando el corte que se abrió a cuchillo. «Arranqué ese trozo de carne y luego me cosí la piel». Y sin embargo su recuerdo más doloroso está protagonizado por las mujeres jóvenes del campo de Auschwitz. «Era monstruoso. Alguna vez he contado lo que hacían a las chicas judías y no me creen».

– Perdone, pero ¿qué les hacían?

Meir menea la cabeza y pide evitar el trance. No insistimos.
Del bloque 6 Meir pasó al subcampo de Bobrek, pegado a Auschwitz. Pero en el invierno de 1945 el ejército soviético ya acechaba, así que los nazis comenzaron a desmantelar las instalaciones de Bobrek. El 18 de enero, Meir y otros 60.000 prisioneros fueron evacuados por los soldados de Hitler, que los empezaron a trasladar hacia otros campos situados ya dentro de Alemania. Algunos fueron hacinados en trenes de carga. No fue su caso. A él le tocó una de las llamadas ‘marchas de la muerte’, evacuaciones a pie desde los campos de Europa del Este hacia campos alemanes, alejándose del ejército ruso. «Hacía frío, llevábamos un pijama y unos zuecos, nada más. Estaba todo nevado. Recorrimos a pie 200 kilómetros». Se estima que unos 200.000 judíos fueron evacuados de este modo de los campos polacos: 80.000 murieron de frío y hambre o por agotamiento en el camino.

La primera parada de la ‘marcha de la muerte’ de Meir fue Buchenwald, un campo situado en Alemania, a bastantes más kilómetros de los 200 que Meir asegura haber recorrido. Ahí la memoria le falla. En Buchenwald no paró demasiado tiempo. Por el otro flanco se acercaba el ejército estadounidense, así que Meir y los demás prisioneros que seguían con vida fueron trasladados, esta vez a Spaichingen, próximo a Estrasburgo, en Francia. «A los pocos días de llegar, los soldados alemanes nos dejaron abandonados. Cuando entraron los americanos nos dieron comida, agua... y nos advirtieron: ‘no digáis que sois judíos’. No nos querían en ningún lado. Nadie». Palestina se presentaba como la única salida, así que en el verano de 1945 Meir, junto con otros 1.086 judíos, embarcó en el ‘Biria’, y no sin dificultades alcanzó la tierra prometida: Jerusalén. «Cuando por fin llegué mentí sobre mi edad para poder alistarme en el Ejército». Tras estallar en 1948 la guerra árabe-israelí, Meir combatió y salió victorioso, otra victoria para un hombre que sobrevivió a cinco campos de exterminio nazi.

Comienza la despedida. Apenas queda gente en la cafetería del museo del Holocausto de Yad Vashem. Meir Eldar se coloca su pequeña bolsa de deportes en el hombro y nos invita a un próximo encuentro, tal vez en su casa.

– Una última pregunta...

Meir se gira despacio, ya se estaba marchando.

– ¿Por qué no se enfrentaron a los nazis?

Apenas duda: «Porque sabíamos que nos iban a matar. Pero no sabíamos cómo».

Exposición 'Visados para la Libertad. Diplomáticos españoles ante el Holocausto.'

La Fundación acoge del 27 de enero al 13 de febrero esta muestra producida por Casa Sefarad-Israel, con la que se pretende rendir homenaje a los diplomáticos españoles destinados en territorios bajo administración alemana o de los gobiernos colaboracionistas de los países ocupados, que ayudaron a miles de judíos a sobrevivir a la persecución nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

Eduardo Propper de Callejón y Bernardo Rolland de Miota, en Francia; Santiago Romero Radigales, en Grecia; Julio Palencia, en Bulgaria; José de Rojas, en Rumanía; Ángel Sanz Briz y Jorge Perlasca, en Hungría, actuaron de forma valiente y decidida y aprovecharon las relaciones de amistad hispano-alemana para hacer valer la protección consular española y ayudar a los judíos perseguidos.

Muchos de ellos han sido distinguidos con el título de Justos entre la Naciones que YAD VASHEM, Autoridad para la Memoria de los Mártires y los Héroes del Holocausto, otorga a las personas no judías que de forma desinteresada se arriesgaron para ayudar a los judíos perseguidos.

A partir de la investigación realizada por la coordinadora de Programación Educativa de Casa Sefarad-Israel, Yessica San Román, y por el doctor en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, Alejandro Baer, se ha podido dar forma a esta exposición en la que se plasma la importante labor humanitaria llevada a cabo por estos diplomáticos a través de paneles explicativos, documentos consulares, documentales audiovisuales e imágenes fotográficas.

Ana Frank 'explica' el Holocausto a los más jóvenes

El Día de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto que se celebra este jueves en todo el mundo desde el año 2005 tiene en Valencia un nombre y un rostro. El de Ana Frank, la adolescente judía que vivió varios años oculta con su familia en Holanda y tras ser capturada por los nazis murió junto a su hermana en el campo de Bergen-Belsen en el invierno de 1945 a causa de una epidemia de tifus.

El diario que Ana Frank escribió durante su angustioso encierro se convirtió en símbolo de la tragedia de su pueblo, de digna resistencia ante el horror, y se ha plasmado en el teatro, el cine y en series de televisión de gran éxito.

También en una importante exposición, 'Ana Frank una historia vigente', que describe su odisea en imágenes, una forma pedagógica para que las nuevas generaciones descubran un terrible pasado que no debe repetirse. Organizada por la Fundación Ana Frank y financiada por Fundar, esta muestra ha recorrido 31 centros educativos de la Comunidad Valenciana y proseguirá por otra media docena y todos aquéllos que soliciten su presencia.

Consta de 34 paneles compuestos por textos y fotografías hechas por el padre de Ana, Otto Frank. En ellas se plasma su vida diaria, la huida de la familia, imágenes del escondite cuando arreció la persecución nazi y su permanencia en los campos de concentración. También se incluyen los escritos fundamentales de su diario.

Creada en 1996, es la continuación de 'El Mundo de Ana Frank', visitada entre 1985 y 1995 por más de 6,4 millones de personas y expuesta en más de 560 ciudades de 30 países.

La muestra está dirigida al público en general, pero especialmente a estudiantes a partir de los nueve años de edad, con la finalidad de estimular una reflexión sobre valores fundamentales como el respeto mutuo, la tolerancia y la no discriminación, bajo la mirada y el relato histórico de Ana Frank y su familia.

Durante más de dos años permanecieron ocultos junto a otra familia judía, los Van Daan, ocho personas en total, en la buhardilla de unos almacenes de Amsterdam, conocida como achterhuis, el anexo secreto. Delatados por unos vecinos y detenidos por los nazis, todos murieron en distintos campos de exterminio excepto Otto Frank, padre de Ana, que recuperó los escritos de su hija y los divulgó por el mundo.

Para intentar amenizar las largas horas de su cautiverio Ana escribía puntualmente un diario y varios cuentos. En su testimonio se aprecia la precoz madurez y exquisita sensibilidad de una mujer que podría haber llegado a ser una gran escritora de no haber caído en uno de los más terribles agujeros negros de la historia.

El poder de Hitler a través de las fotos de Leni Riefenstahl

Sus imágenes y películas contribuyeron a la creación e impulso de la Alemania nazi. Leni Riefenstahl (Berlín, 1902-Pöcking, 2003) fue ante toda una gran cineasta (así lo corroboraron Francis Ford Coppola o Martin Scorsese) y una curiosa exposición inédita en España con dos de sus filmes y más de 50 instantáneas cuelga en las paredes de la Casa Revilla hasta el 27 de febrero.

"Me fascina lo que es bello, fuerte, sano, vivo. Busco la armonía". Con esta concepción estética pronto fue 'enganchada' por el nazismo y la "revolucionaria" de ángulos y conceptos de la fotografía puso su talento a disposición de Hitler. Fracasó en su intento de ser actriz o bailarina pero pasó a la historia como la creadora de 'El triunfo de la voluntad' y 'Olympia', las dos películas que ahora se pueden contemplar en la Casa Revilla, además de captar con su cámara míticas imágenes como la del atleta estadounidense Jessi Owens en las Olimpiadas de Berlín en 1936.

Sus documentales sobre los congresos del Tercer Reich se pusieron al servicio de la propaganda del nacionalsocialismo. Su obra "raya la genialidad" y sobre ella planea la paradoja de "un inconmesurable talento artístico puesto al servicio de lo peor que ha dado la humanidad, una contradicción de la que nunca quiso desprenderse la artista", según el comisario de la muestra, Juan González-Posada, responsable de las exposiciones de la Fundación Municipal de Cultura y encargado de reunir por primera vez estas fotos adquiridas en una galería de Nueva York. "Puede ser la exposición más polémica del mundo por tratarse de una artista que apoyó a Hitler, pero ante todo es evidente su valor y aportación al cine", puntualizó. "La historia va por un lado y el arte por otro, aunque a veces el arte se implique en la historia de forma no aconsejable".

La muestra se completa con una cámara Leica del año 36 y una publicación en la que aparece un bello rostro alemán sobre una figura griega, resumen de la concepción nazi. "Hitler siempre pensó que los griegos habían alcanzado la cumbre de la civilización humana en todos los campos y que la tribu doria, que había llegado a Grecia desde el Norte, era de origen germánico".
Proyección de El triunfo de la voluntad

La exposición de la Casa Revilla comienza con la proyección de 'El triunfo de la voluntad' y sigue con fotografías en las que aparece Riefenstahl realizando su trabajo y personalidades del partido nacionalsocialista.

Continúa con instantáneas de la arquitectura griega que tanto inspiró a la fotógrafa, imágenes de la propia artista desnuda, «puesto que admiraba su cuerpo», y el resto de la muestra está compuesta por fotos de los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 además de la proyección de cuatro horas 'Olympia'.

En esta selección de deportes se dejan ver los cuerpos de los protagonistas con sombras y ángulos sello de la autora que 75 años resultan de una modernidad asombrosa. Curiosas resultan las fotografías en las que se intuye la homosexualidad que envolvió a los deportistas.

Leni Riefenstahl murió a los 101 años, una larga carrera que ubicó a la artista como "uno los personajes más controvertidos del arte del siglo XX".

Apple retira un reconocido himno nazi del iTunes alemán

Apple retiró un reconocido himno nazi desde su versión alemana de la tienda de música iTunes, dijo un portavoz alemán de la firma estadounidense a Reuters.

Titulada en honor a un joven activista del partido muerto en 1930, la marcha 'Horst Wessel Lied' era el himno no oficial de los nazis hasta que fue prohibido en Alemania después del fin de la Segunda Guerra Mundial.

El portavoz de Apple dijo que el tema había sido retirado de iTunes, pero no dijo si otras canciones de la era nazi habían sido eliminadas también.

La disponibilidad de himnos nazis en iTunes y el sitio minorista alemán de Amazon fue denunciada inicialmente por el diario Hannoversche Allgemeine Zeitung.

La tienda iTunes de Apple también vendió canciones y álbumes de grupos neonazis prohibidos por el Gobierno, informó el diario.

Amazon también habría retirado las canciones de extrema derecha de su servicio, pero no había nadie del sitio en Internet disponible para realizar comentarios.

Investigan unas misteriosas fotos de la II Guerra Mundial

Unos fiscales alemanes comenzaron una investigación sobre presuntos crímenes de guerra en el frente oriental después de que un desconocido entregara un sobre que contenía un tesoro de fotos inéditas de la Segunda Guerra Mundial.

Los fiscales anunciaron la investigación en un esfuerzo para contactar a la persona que entregó las 50 fotografías a una corte en el estado de Renania del Norte-Westfalia en enero del 2010.

"Las fotos muestran ahorcamientos, cadáveres que yacen en el suelo y cuerpos apilados en camiones", dijo a Reuters el jefe de la fiscalía que juzga los nazis, Andreas Brendel.

El despacho de Brendel publicó dos fotos que mostraban lo que parecía ser un grupo de prisioneros sosteniendo palas frente a soldados alemanes. En otra, prisioneros marchaban con un destacamento de tropas germanas. Todos los rostros fueron tapados.

Se piensa que las fotos fueron tomadas en la Unión Soviética durante la invasión alemana de julio a noviembre de 1941, conocida como "Operación Barbarroja", dijeron las autoridades. Un estimación de 25 millones de civiles y soldados soviéticos murieron durante la guerra.

Una nota con las fotografías decía que fueron halladas a principios de la década de 1960 en un bloque de apartamentos que estaba en renovación en la ciudad occidental de Eschweiler, cerca de la frontera con Bélgica. Una investigación sobre renovaciones en esa época brindó pocos indicios, dijo Brendel.

Brendel ha estado trabajando con historiadores desde el año pasado para establecer con exactitud cuándo y dónde fueron tomadas las fotografías y para ver si algunos soldados alemanes podían ser identificados.

"Si alguien vivo es identificado, intentaremos procesarlo por algún crimen", dijo Brendel. "Hasta ahora no hemos recibido ninguna pista", añadió.

La identidad de los prisioneros sigue siendo un misterio, agregó.

martes, 25 de enero de 2011

Los ferrocarriles galos piden perdón por haber contribuido a la deportación

El presidente de la empresa pública de ferrocarriles de Francia SNCF, Guillaume Pepy, pidió hoy perdón por el papel que jugó la compañía en la deportación de judíos durante la ocupación nazi del país en la Segunda Guerra Mundial.

Es la primera vez que un dirigente de la SNCF pide disculpas por haber transportado a casi 76.000 judíos entre 1942 y 1944, hechos que le han valido varias denuncias de familiares de deportados.

Pepy pronunció un emocionado discurso en la estación de ferrocarriles de Bobigny, a las afueras de París, desde donde partieron los últimos trenes cargados de judíos con destino a los campos de concentración.

"Aunque a la fuerza, nuestra empresa llevó esos trenes hasta la frontera (...) Quiero expresar mi profundo dolor y el arrepentimiento de la SNCF por las consecuencias de esos actos", aseguró el presidente de la empresa, que reconoció que fue "un rodamiento de la maquinaria nazi de exterminación".

Entre los asistentes al homenaje estaba la ex presidenta del Parlamento Europeo Simone Veil, que junto con su madre y su hermana fue embarcada en un tren en Bobigny camino del campo de Auschwitz en abril de 1944.

En total, entre 1943 y 1944 más de 20.000 judíos fueron deportados desde la estación de Bobigny, que tomó el relevo de la de Le Bourget, utilizada desde 1942, un cambio con el que los ocupantes pretendían hacer más discretos los viajes a los campos de exterminio.

La SNCF ha cedido los terrenos de la estación, actualmente abandonada, para construir te abandonada, un lugar de memoria de la deportación.

Medios franceses han relacionado la petición de perdón de la SNCF con las críticas que la empresa ha recibido en Estados Unidos, donde opta a la concesión de líneas de alta velocidad en Florida y California.

Hitler tomaba "pulque" para ser eterno

Adolf Hitler se enteró que llamaban al Pulque "la bebida de los Dioses" y creyó que tenía poderes celestiales. Financió un documental realizado en 1938 por cineastas alemanes en México.

Un coleccionista mexicano atesora la única película documental histórica que existe sobre la extracción y consumo de esa bebida. Se titula "La producción del pulque en México" y fue realizada porque Adolf Hitler estaba "interesado en la cualidades casi divinas del pulque", señaló el propietario del filme, el empresario Javier Gómez Marín.

"Se sabía que era una bebida asombrosa desde siglos pasados, y para ellos el simple hecho de creer que podía ser una medicina natural les llamó mucho la atención", agregó.

El documental de 12 minutos, en blanco y negro, sin sonido, fue hallado en un centro cultural de Berlín y se subastó vía Internet por 70 dólares hace cinco años. Se filmó en algún lugar del estado mexicano de Hidalgo y muestra las únicas imágenes de época que se conservan sobre "la bebida de los dioses".

El pulque se elabora a partir de la fermentación del aguamiel (jugo) de la planta del maguey y se conoce en México desde antes de la conquista de los españoles.

"Todos los coleccionistas y especialistas te dicen lo mismo: que no hay imágenes de época del pulque, que nadie las grabó", indicó Gómez Marín.

Según señaló el coleccionista, "los alemanes no andaban sólo en México, andaban por todo el mundo buscando para Hitler la piedra filosofal, el agua de la juventud".

Una exposición analiza en San Sebastián la figura de Ana Frank

El flamante centro cultural de Aiete de San Sebastián comienza a desarrollar actividades para complementar la Casa de la Paz. A partir de este jueves y hasta el 30 de abril, una exposición monográfica sobre Ana Frank dará el pistoletazo de salida a un serial de muestras que abordarán la experiencia vital de personas relacionadas con los derechos humanos, como Mahatma Gandhi, Wangari Maathai, René Cassin o Martin Luther King.

A través de fotografías y pasajes de la vida de una de las caras más reconocibles del sufrimiento judío a causa del régimen nazi, Ana Frank. Una historia reciente recorre los pasajes de la niña que vivió escondida con su familia en Amsterdam durante dos años (1942-1944) anotando en su diario hasta ser descubierta todo el sufrimiento que veía desde su refugio.

Como acto simbólico, el jueves -Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto-, el alcalde donostiarra, Odón Elorza, junto al director de la Fundación Anne Frank, Kleis Broekhuizen, plantarán un esqueje del castaño que Ana Frank veía desde su ventana. Por la tarde, el presidente de la Asociación de Periodistas Europeos, Diego Carcedo, impartirá una conferencia sobre el holocausto nazi.

La exposición se completa con más de treinta paneles que plasmarán las consecuencias y los motivos que desencadenaron la Segunda Guerra Mundial, con varias visitas guiadas a las que se ha invitado a todos los centros educativos de ESO, Bachiller y FP de Guipúzcoa.

lunes, 24 de enero de 2011

Códigos gratuitos para "Segunda Guerra Mundial 1939-1945"

Os recordamos que seguimos teniendo códigos para la descarga gratuita de la aplicación para iPhone y iPad desarrollada por Palliser Lab denominada "Segunda guerra Mundial 1939-1945".

Tributo a héroes de la aviación

Becky Jacks Durr observó cuidadosamente el costado del bombardero B-24 buscando el nombre de su padre, Troy Jacks, artillero durante la Segunda Guerra Mundial y uno de una docena de nombres inscritos en un B-24 original que ahora es parte de un tributo itinerante a los caídos en esa conflagración mundial.

Se subió a una escale y besó el nombre.

Entonces comenzó a llorar.

"Me trae muchos recuerdos de mi papá'', dijo Durr, quien manejó hasta Fort Lauderdale desde Pensacola para ver el Wings of Freedom Tour, que hizo una escala de fin de semana en el Aeropuerto Ejecutivo de Fort Lauderdale.

Su padre, que pertenecía al Grupo de Bombardeo 454 y volaba mnisiones con su tripulación en Italia, falleció en el 2008.

"Esto era una parte muy importante de su vida''.

El Wings of Freedom Tour, organizado por la Fundación Collings Foundation, una organización sin fines de lucro, visita unas 110 ciudades al año con tres tipos de aviones --los bombarderos B-17 y B-24, y el caza P-51 Mustang-- que volaron durante la Segunda Guerra Mundial.

Los aviones son restaurados y se usan para rendir homenaje a los hombres y mujeres que arriesgaron la vida durante la guerra. Como la mayoría de los aviones se reciclaron después de la guerra, el B-24 y el P-51 son los últimos ejemplares de esos aparatos. El B-17 es el único de 11 en condiciones de volar en Estados Unidos.

"Es un pedazo de historia que vive'', dijo Tom Evans, el último sobreviviente de su tripulación de un B-24.

Evans, de 86 años y quien vive en Pompano Beach, era de la misma tripulación que Jacks y vino con Durr a la exhibición. "Muchos han fallecido y tenemos que seguir mostrando la historia''.

El sábado, docenas de personas --muchos veteranos de guerra y niños-- esperaban ansiosos el aterrizaje de los aparatos.

Parado detrás de una cerca, Ariel Anderson, de 5 años, saludó con los brazos tan pronto vio aterrizar el P-51 Mustang.

"Llegó, llegó'', le gritó a su mamá, Barbie Freeman. "¿Cuándo puedo montarlo?''

Después llegó el B-24.

"Tenía muchas ganas de ver esto'', dijo Freeman, quien condujo desde Coconut Grove. "Es increíble''.

Los aviones debían haber llegado el viernes y quedarse hasta el lunes, pero debido al mal tiempo hicieron su debut el sábado.

El B-17 no pudo participar debido a un problema con los motores y se quedó en tierra en New Smyrna Beach.

Rob Collings, piloto e hijo de los fundadores de la organización, dijo que esperaban que el B-17 llegara hoy.

Mantener los aviones de alta cuesta más de $4,000 por hora por cada aparato, dijo Hunter Chaney, director de Mercadotecnia de la Fundación Collings. El costo se cubre mayormente a través de contribuciones.

Pero sólo ver los dos aparatos fue suficiente para Kim Whitney, que fue artillero de cola durante la guerra.

"Ya no quedan muchos'', dijo. "Los niños no aprenden de este tipo de cosas en la escuela. Me alegra mucho que puedan verlo.

Los visitantes pudieron subir al B-24.

Mike Romaniw dijo que el aparato era increíble. Lo que más le gustó a su hijo de 4 años, Matthew, fue "jugar con la ametralladora''.

Para John Katsaros, de 87 años, la visita le trajo algunos recuerdos dolorosos.

Katsaros, que en la Segunda Guerra Mundial tenía 20 años, fue artillero de un B-17.

Su tripulación participó en una misión para destruir una fábrica de aviones en Francfort, Alemania, cuando fue fue derribado por cañones antiaéreos.

Katsaros se lanzó en paracaídas a más de 25,000 pies de altura y su bombardero explotó en medio del aire.

Mientras iba en caída libre perdió el conocimiento, pero volvió en sí y pudo abrir el paracaídas. Cuando tocó tierra se fracturó varios huesos y lo capturaron de inmediato. Los guerrilleros franceses lo rescataron.

Katsaros contó su historia sentado detrás de una mesa con ejemplares de libros que ha escrito sobre la experiencia.

"Compartir mi historia significa que otros pueden conocer el precio de la libertad'', dijo.

Crean la mayor base de datosen internet sobre escritoras del holocausto nazi

Investigadores de la Universidad de Alicante han creado la mayor base de datos en internet sobre escritoras del Holocausto nazi, han informado hoy fuentes académicas.

Los investigadores José Luis Arráez Llobregat y Amelia Peral son los autores de este Lexicón, una base de datos que, a través de fichas, recoge toda la información sobre más de 500 escritoras.

Cada una de las fichas cuenta con una galería fotográfica de la autora, así como los principales datos biográficos y bibliográficos, situándola en el contexto de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, antes, durante o después.

El Lexicón incluye a autoras tanto de primera como de segunda generación y forma parte del Proyecto DIGEC (Discriminación, genocidio y exterminio cultural: un estudio sobre la literatura del Holocausto y la recuperación de la memoria), dentro de la vía de investigación abierta sobre las autoras.

El proyecto DIGEC forma parte del Plan Nacional de I+D+I del Ministerio de Ciencia e Innovación y cuenta con Alicia Ramos, del Instituto de Estudios de la Mujer de la Universidad de Granada, como la investigadora responsable, y los doctores de la Universidad de Alicante, José Luis Arráez y Amelia Peral, como investigadores participantes.

El Lexicón, que traduce la información a inglés, español, francés y hebreo, se publicará en internet en 2012, fecha prevista para su presentación pública.

Arráez y Peral han introducido ya 300 autoras dentro de la base de datos y la previsión cifra en más de 500 las mujeres que figurarán, con los géneros autobiográfico, autoficción, biográfico y ficción narrativa.

Los primeros textos que salen son de autoras de origen polaco, pero escritos en lengua francesa, ha explicado Arráez.

Los investigadores apuntan que fue en 1946 cuando se publicaron los primeros textos, pero hubo que esperar a los años noventa para la publicación del material de forma más extensa.

La razón de este cambio de actitud se encuentra en que el interés de la sociedad y las editoriales va parejo al reconocimiento internacional del Holocausto, según han señalado.

Exponen memorias del Holocausto en Colombia

Una exposición sobre la “historia de víctimas y victimarios del Holocausto judío durante la Segunda Guerra Mundial” abrió en el Museo de Arte Moderno de la capital colombiana, donde podrá ser visitada durante un mes.

La muestra educativa “Shoá, memoria y legado del Holocausto” será “contada a través de un recorrido interactivo, alimentado con intervenciones artísticas, recuerdos de los protagonistas de la época, anécdotas y un mensaje sobre los derechos humanos y la coexistencia entre los pueblos y la tolerancia”, dijo el comité organizador en un comunicado.

Añadió que se trata “de una exposición divulgativa, interactiva y multimedia, guiada por los pilares de la memoria, la educación y la concientización”.

La exposición, que fue inaugurada por el presidente Juan Manuel Santos, tiene como hilo conductor la vida de tres mujeres que fueron víctimas de la barbarie nazi: Hana Brady, Ana Frank y Ana Vinocur.

“La muestra expone a partir de fotografías, instalaciones, mapas, audiovisuales, testimonios de supervivientes y obras realizadas por artistas la mayor vergüenza de la humanidad en el siglo XX”, dijeron los organizadores.

Dentro de los objetivos de la exposición están la transmisión de valores como el respeto y el amor al prójimo, el valor a la vida y a la libertad, la tolerancia y la lucha contra la xenofobia, la discriminación y la indiferencia.

La muestra expone, a partir de fotografías, instalaciones, mapas, testimonios de sobrevivientes y obras realizadas por artistas, la cruda realidad de uno de los acontecimientos que conmocionó a la humanidad en el siglo XX, con los campos de concentración, que eran industrias de aniquilar judíos, enemigos políticos, así como homosexuales, y otros.

En la exposición, que ya fue presentada en Uruguay y Argentina, también se muestran los uniformes que las personas usaban en los campos de concentración.

Sindelar, el futbolista que osó desafiar a Hitler


Como por todos es conocido, en los años 30 Alemania comenzó su recuperación y crecimiento a través de una aterradora expansión territorial. De la mano de Adolf Hitler, quien anhelaba anexionar todo el Viejo Continente a su poder, el III Reich infundó el terror y el pánico a todos los pueblos vecinos, conquista tras conquista. Nadie osaba resistirse...

¿Nadie? Hubo un futbolista que sí lo hizo. Se llamaba Mathias Sindelar, y lo pagó con su vida.

El hombre de papel

Kozlov (Moravia) vio un 10 de febrero de 1903 los primeros pasos de un niño que iba a hacer historia. Criado en el barrio de Favoriten (Viena) en el seno de una familia judía, ya de pequeño se dio cuenta de que el fútbol era lo suyo, y muy pronto pasó a formar parte del Austria de Viena, al que llevaría a lograr tres Copas de Austria en sus tres primeras temporadas, y donde marcaría más de 600 goles.

Pero la gran fama de Sindelar llegó con la selección austriaca. Integrante del famoso Wunderteam (equipo maravilla), probablemente el mejor equipo de la década de los 30 –no en vano, de 50 partidos disputados sólo salió derrotado en 4- y que en el Mundial de 1934 sólo pudo ser frenado por la intervención de Mussolini. Y es que, pese al deslumbrante juego desplegado, Austria cedió en semifinales por 1-0 ante la escuadra local, Italia, en un encuentro que resultó un escándalo arbitral.

El hombre de papel, como era conocido por su delgadez extrema y por su plasticidad en el juego, alcanzó durante aquellos años una fama inaudita hasta el momento para un futbolista. Su calidad sólo era comparable a la del italiano Giuseppe Meazza y la del húngaro György Sarosi; los tres eran considerados los mejores jugadores del mundo de la época. Pero además el austriaco fue uno de los primeros deportistas en recibir compensaciones económicas por publicitar relojes, ropa o comida. Fue, por decirlo de alguna forma, el primer futbolista mediático.

El sueño truncado del Wunderteam

Pero si Austria era una de las mejores selecciones del momento, Alemania no era menos. Tercera clasificada en el Mundial de 1934, para el Mundial de Francia del 38 tenían el plan perfecto. A la fuerza y tesón de la selección germana (algo que aún hoy perdura) se le iba a unir la experiencia y fantasía de los jugadores austriacos, obligados a fusionarse después del anschluss llevado a cabo el 12 de marzo de ese mismo año.

La unión de ambos conjuntos debía formar un equipo invencible. Hasta cinco futbolistas titulares del wunderteam se integraron en la plantilla germana, perola clave estaba en Sindelar, la pieza básica para convertir a Alemania en la mejor selección de todas.

Pero al hombre de papel la idea de jugar para el III Reich, aquel que había asesinado a tantos conocidos suyos, judíos como él, y de realizar el saludo nazi antes de cada encuentro le repudiaba, así que nunca aceptó las "invitaciones" que recibía. Primero aludió una lesión de rodilla; después, consciente de que Herberger, el nuevo seleccionador alemán, era un técnico serio y preparado y no un nazi fanático, le solicitó educadamente que le dejara fuera de las convocatorias. Pero al parecer eso nunca convenció a las autoridades germanas.

El partido que le sentenció

Para celebrar la anexión austriaca a Alemania, el 3 de abril se disputó un encuentro entre ambas selecciones, en lo que suponía la despedida del wunderteam. Como no podía ser de otra forma, se trataba de un partido amañado de antemano y destinado a demostrar la superioridad germana. "Ganar un partido es más importante para la gente que capturar una ciudad del Este", dijo Goebbels.

Sindelar ya comenzó mal. O no. Por aquellos años era tradición efectuar el saludo nazi antes de comenzar el partido, pero el austriaco se negó a ello, lo que irritó, y mucho, a los jerarcas nazis ahí presentes.

Durante la primera parte, la estrella austriaca se dedicó a torear a los defensas alemanes, pero cuando se mostraba en disposición de marcar, disparaba burdamente fuera, para regresar, con cara de resignación, al trabajo de su equipo. Pero se cansó, y estalló.

A los 70 minutos, y ante la sorpresa de todos, llegóel que probablemente sea el gol más controvertido de la historia. Sindelar recogió un rechace del guardameta alemán y, descargando toda su rabia, introdujo el balón en la portería. No contento con ello, celebró el tanto por todo lo alto: corrió y se situó frente al palco alemán para marcarse un baile que fue toda una ofensa y humillación para las autoridades presentes.

Diez meses después, estaba muerto

Después de aquel encuentro Matthias Sindelar, que se había convertido en un héroe para los austriacos pero en un peligroso elemento subversivo dentro del orden nazi, se vio obligado a esconderse y a vivir bajo muchísima presión por parte de la Gestapo, que pocos días después destrozó un bar de su propiedad como amenaza.

El futbolista no aparecía, e incluso se dice que Hitler ofreció una recompensa económica a quien lo encontrara, y que fue un compañero del Wunderteam quien lo delató.

El caso es que el 23 de enero de 1939 Sindelar fue encontrado muerto en su casa, tumbado en su cama junto a su reciente esposa, la joven italiana judía Camilla Castagnola.

Las causas nunca se han aclarado. Los informes oficiales de la época aseguran que la muerte se debió a un escape de gas, con lo que se indujo al suicidio, nada descartable dada la situación insoportable en la que había pasado a vivir el austriaco, aunque llama la atención la celeridad con la que la Gestapo cerró y archivó el caso. Por lo menos, uno de los oficiales tuvo el detalle de asegurar que había sido un accidente, logrando de este modo que Sindelar recibiera una merecida despedida, pues hay que recordar que entonces quien había sido asesinado o se había suicidado no podía celebrar un funeral.

Sin embargo, ya durante la época hubo quien incluso apuntaba a un crimen. Los bomberos que acudieron a su domicilio declararon que no habían notado olor a gas a su llegada, y que no había señales de fuga en la estufa. Incluso, en un reportaje reciente de la BBC, un amigo del futbolista asegura que hubo sobornos a los funcionarios para no comentar nada del caso y finiquitarlo lo antes posible.

Despedida épica

Pese a las prisas de la Gestapo, que querían una despedida rápida, casi clandestina, el día de su muerte el Austria de Viena, su club, recibió más de 15.000 telegramas de pésame, tantos que el correo de la ciudad se colapsó, y a su entierro acudieron más de 40.000 personas, que se enfrentaron a la amenazadora presencia de tropas nazis, temerosas de una rebelión de quienes se habían sumado a la despedida de su ídolo.

Desde entonces, el 23 de enero de cada año se lleva a cabo una sencilla ceremonia sobre su tumba. En ella participan dirigentes de la Federación Austriaca, del Austria de Viena, aficionados y los de cada vez menos numerosos compañeros de equipo de los tiempos del Wunderteam, que rinden homenaje al mejor futbolista austriaco de todos los tiempos, como así determinó la IFFHS en el 2000.

Pero no hay duda de que su fama trascendió mucho más allá de lo deportivo. Nunca un futbolista le plantó tanta cara a la injusticia política; nunca un gol supuso tanto para un país. El recuerdo del Der Papierene seguirá siempre vivo en Austria.

domingo, 23 de enero de 2011

La Segunda Guerra Mundial 2.0


Nuestro amigos de Palliser Labs, empresa dearrolladora de aplicaciones para iPhone y iPad, se han puesto en contacto con nosotros para que os hagamos llegar una noticia y un regalo.

La noticia es el lanzamiento de "World War II, 1939-1945" una fantástica aplicación en la que tenemos, repartidas por teatros, información referente a todas las batallas que acontecieron durante la Segunda Guerra Mundial. Y no solo eso, sin que nos las presentan geolocalizadas en Google Earth y con enlace a su correspondiente entrada de Wikipedia.



Todo un lujazo.

Y para tener un detelle con los lectores de 2GM Blog nos han enviado un número limitado de códigos para que, si tenéis iPhone o iPad, podáis disfrutar de esta aplicación de manera gratuita.




Los códigos serán para aquellos que nos los soliciten por mail hasta agotar existencias.

viernes, 21 de enero de 2011

Hitler y los alemanes


Desde el 15 de octubre y hasta el 27 de febrero próximo, puede verse en la ciudad de Berlín la exposición que lleva el título de este artículo ( Hitler und die deutschen ). Situada en el subsuelo del imponente palacio que alberga el Museo de Historia de Alemania, en la avenida Unter den Linden, la exposición tiene como propósito mostrar, a través de documentos de la época, diarios, fotos y videos, así como objetos diversos de la vida cotidiana (uniformes, souvenirs , artículos de consumo), "la interrelación entre el poder carismático de Hitler y las expectativas y comportamientos del pueblo" alemán o -como explica en otro pasaje el folleto que acompaña la muestra- "las condiciones políticas y sociales y las sensibilidades mentales del pueblo alemán" de entonces, que explican el fenómeno del nazismo.

Organizada cronológicamente, la muestra abarca desde la construcción del liderazgo de Hitler dentro del nacionalsocialismo en los años veinte, hasta su caída, en 1945, y destaca algunos temas como la construcción de la "comunidad nacional" luego de la toma del poder en 1933, la vida durante los años de la guerra y la sociedad frente a la segregación racial y la campaña de exterminio.

El argumento central de la exhibición sostiene dos tesis centrales, que son repetidas una y otra vez en los textos que acompañan cada conjunto de objetos o fotografías. La primera es que Hitler no era una persona con cualidades personales demasiado excepcionales, una especie de genio o líder innato que encandiló al pueblo alemán gracias a esas virtudes, sino un "emergente" de ese pueblo, que tuvo la habilidad de aglutinar y poner tras de sí voluntades, ideas, expectativas, pero también prejuicios y frustraciones prevalecientes en grandes sectores de la sociedad alemana de entonces. La segunda tesis es que tanto el ascenso de Hitler al poder, como su permanencia en él y el éxito de sus políticas (desde sus campañas militares hasta su campaña antisemita y de limpieza étnica) no hubieran sido posibles sin el acompañamiento de la inmensa mayoría del pueblo alemán, que fue expresado de distintas formas, que iban desde el fanatismo hasta el consenso pasivo, pasando por entusiasmos más o menos moderados. Fotos y videos (de los actos multitudinarios, de la gente que espontáneamente se abalanzaba al paso del Führer para vivarlo y abrazarlo) así como postales diversas que exhiben a una sociedad que orgullosamente celebraba los triunfos militares, el poder de la nación alemana y el optimismo del progreso material, reflejan muy vivamente esa compenetración entre Hitler y la sociedad que lo engendró y los apoyos masivos con que contó durante los años que ocupó el poder.

Y es en ese mensaje, en el momento y la forma en que se emite, así como en los efectos que provoca su visita, donde radica el enorme significado histórico de esta exposición. Los alemanes esperaron 65 años para tener una exhibición así. No es que no haya otras que tratan esos años y exhiban partes de los efectos del nazismo (desde museos del Holocausto hasta la misma "Topografía del terror", también en Berlín, pasando por la parte dedicada a los años del nazismo en la colección permanente del museo de historia alemana). Me refiero a una sobre Hitler, así, con nombre y apellido, en un país en que ese nombre y todos los símbolos ligados a él -de la esvástica al bigote- están cubiertos no sólo por un grueso manto de tabúes (el nombre Adolfo sencillamente ha dejado de usarse en ese país, al igual que ese corte de bigote), sino de protecciones y prohibiciones legales, gracias a las cuales, entre otras cosas, la preparación de la muestra tomó casi diez años. Me refiero también a que, llegado el momento y superados todos los obstáculos, la exhibición se realiza en la capital del país y, dentro de ella, en un lugar central, no sólo por la ubicación geográfica, sino porque ocupa un lugar en el museo más importante de historia de Alemania. Es decir, que es Hitler, nombrado, apropiado -como un exponente del pueblo alemán de entonces- y exhibido en y con la historia de Alemania.

También son importantes los efectos que provoca la muestra. Si visitándola uno se detiene por un minuto y se da vuelta hacia el público, el espectáculo que ve es sobrecogedor. Lo primero que se ve es mucha gente -el día que lo visité era un día de semana a media tarde- y una proporción mayoritaria de alemanes (al revés de lo que ocurre en la colección permanente del museo). Desde una pareja de ancianos con una mueca indescifrable en el rostro contemplando una foto en la que se ve a Hitler abrazado a su paso por mujeres y niños, hasta jóvenes y niños acompañados por sus padres y abuelos, todos recorren la muestra con gesto adusto y un silencio de misa que emociona. Como si se tratara de una procesión, un pasaje necesario, una ceremonia de catarsis colectiva en la que es difícil no sentirse un convidado de piedra, un intruso que espía algo que es a la vez colectivo y muy privado.

Como argentino, es imposible salir de esa exposición y no quedarse reflexionando. No se trata de extraer fáciles moralejas ni de volver a decir "¡qué bien hacen las cosas los alemanes!". Pero creo que hay que tomar nota de la seriedad, el cuidado y el tiempo que se han tomado para tratar de frente el tema más delicado de su historia. Tiempo que no ha sido en vano, ya que el resultado es impecable: una exposición que tiene un claro propósito de reconciliar a los alemanes con ese pasado oscuro, doloroso, vergonzoso y hasta ahora innombrable, pero que no por eso deja de contener un mensaje duro, que sin embargo es transmitido con delicadeza, sin adjetivos innecesarios (las expresiones "solución final" o "exterminio" no necesitan, además, ser adjetivadas) ni pancartas condenatorias que, sin duda, sobrarían. Es evidente que se trata de una muestra organizada por un equipo de gente que tiene una doble distancia con los hechos que narra: la que da el tiempo transcurrido y esa otra que es "técnica" o profesional (ya que, además de los curadores, es evidente la participación de historiadores en la elaboración del texto).

Creo que los argentinos (todos, en la primera persona del plural, no este o aquel gobierno) estamos todavía muy lejos de poder tener un museo o una exhibición que hable, no de la dictadura, no de los desaparecidos, sino de Videla (o Massera o la dictadura) y los argentinos. Y es probable que lo estemos por buenas razones, entre las cuales no es menor el hecho de que es muy difícil -diría "casi imposible"- pensar en semejante muestra con buena parte de los protagonistas vivos y, por así decirlo, la sangre todavía tibia de nuestros muertos. Lo máximo que podemos lograr está a la vista y es, a lo sumo, exhibiciones que muestran el horror, pero como caído del cielo y no como algo en lo que desembocó y provocó la sociedad argentina toda; algo que pasó y generó víctimas y desaparecidos, pero cuya relación con el drama general de esos años no sabemos, no importa o no se nos cuenta, así como tampoco el grado de acompañamiento, consenso o aval de la sociedad con que contó la dictadura militar.

Hace unas semanas, el semiólogo e historiador Tzvetan Todorov fue invitado a la Argentina a visitar algunos lugares destinados a la conservar la memoria del terrorismo de Estado (la ESMA, el Parque de la Memoria). Las conclusiones que sacó de la visita y de la manera en que los argentinos lidiamos con ese pasado doloroso las volcó en una nota muy crítica en el diario El País del 7 de diciembre pasado, que La Nacion también publicó. En ella básicamente sostiene que la memoria que en esos lugares se preserva está sesgada y olvida (u oculta) partes enteras de la historia, en particular el contexto en el que ese horror tuvo lugar, y que por lo tanto, en ese camino, estamos condenados a no comprender nunca la historia. Es la impresión de ese extranjero calificado (y, yo me temo, la de muchos otros también) sobre lo que hacemos los argentinos con la memoria de años traumáticos. Exactamente lo opuesto que siente un extranjero luego de visitar esta exhibición en Berlín.

Estrenan "la familia Nicky", nueva entrega del Schindler británica

El documental dramático "La familia de Nicky", del realizador eslovaco Matej Minac, fue estrenado hoy en Praga con la asistencia de sir Nicholas Winton, "el Schindler británico", que salvó a casi 700 niños checoslovacos del exterminio nazi al filo de la Segunda Guerra Mundial.

La película, con una emotiva música de Janusz Stoklosa, reúne testimonios de supervivientes, imágenes de archivo de la época, fotos y grabaciones con cámaras de aficionado, y escenas dramatizadas.

Con la "La familia de Nicky" Minac cierra el ciclo de largometrajes de ficción y documentales dedicados a los niños de Winton, como son "Vsichni moji blizci" (Todos mis parientes), y "Sila lidskosti" (La fuerza de la humanidad), que le supuso un Premio Emmy al mejor documental de 2002.

En la nueva entrega afloran detalles, hasta ahora desconocidos, de la operación humanitaria liderada por el inglés, como el intento de la Gestapo de hacer tambalear la operación, enviando a Winton a una hermosa espía rubia, Kerstin, que al final se pasó al otro bando y logró salvar a 25 niños en Suecia.

"Se trata de un relato fascinante porque mira al futuro. Eso es más ambicioso. No creo que tenga sentido detenerse en el pasado", declaró el protagonista de la epopeya, de 102 años, a una sala llena de gente joven, reunida en el Palacio de Congresos.

Winton, entonces un flamante financiero de 29 años en la nómina de un banco anglo-checo, se convirtió en el verano de 1939 en cerebro de una complicada operación administrativa y logística de salvamento, desde su domicilio de Willow Rd en Hamstead (Londres), y desde el Grand Hotel Sroubek de Praga.

Con esta gesta libró a 669 niños checoslovacos, en su mayoría judíos, del acoso del III Reich, tras erigir Hitler un protectorado sobre la mayor parte del territorio checoslovaco.

jueves, 20 de enero de 2011

Subastan en Londres fotos inéditas de Adolf Hitler

Cientos de fotografías inéditas del dictador alemán nazi Adolf Hitler fueron subastadas hoy en Reino Unido por 30.000 libras (unos 36.000 euros, unos 48.000 dólares) por la casa JP Humbert en Towcester.

Según la casa de subastas, las fotografías las realizó el fotógrafo personal de Hitler Heinrich Hoffmann antes de la Segunda Guerra Mundial. En las imágenes aparece el dictador entre otros durante un pleno del "Reichspartei" en 1934 en Nuremberg, durante los Juegos Olímpicos de 1936 en Berlín o en un encuentro con el líder italiano fascista Benito Mussolini.

En total fueron subastados 900 negativos y 600 fotos. "Estaba sorprendido por el interés mostrado por las imágenes, incluso desde Alemania", comentó el subastador Jonathan Humbert.

Las fotos dan una visión nunca antes ofrecida del ascenso del partido nazi el NSDAP, algunas de ellas muestran primeros planos del dictador.

lunes, 17 de enero de 2011

Vitraux en una iglesia de Francia: Hitler, como el rey Herodes, matando a un judío


Adolf Hitler fue representado como un sanguinario rey Herodes matando a un judío, en una ventana de vitraux creados en una iglesia de Francia durante la ocupación nazi.

La extraordinaria obra de arte eclesiástico pasó inadvertida durante 70 años en la iglesia de Saint-Jacques de Montgeron, al sur de París.

Si hubiera sido descubierta en el momento de su inauguración -en julio de 1941- habría significado una muerte casi segura para aquellos que la crearon.

Durante el Tercer Reich, soldados alemanes recorrían Francia con una brutalidad feroz a la vez, y reprimían cualquier burla o ataque contra el Führer alemán.

"La figura tiene el pelo de Hitler, pero su bigote se ha ocultado detrás de su brazo para evitar problemas graves", dijo el padre Dominique Guerin, pastor de la parroquia.

Ahora la ventana se ve como un símbolo de la valiente resistencia francesa durante la ocupación de 1940 a 1944.

Fue descubierto por un periodista a principios de este mes, y luego se puso sobre aviso a las autoridades eclesiásticas.

"Muy pocas personas lo han notado en los últimos años", dijo el historiador local Renaud Arpin.

La ventana fue creada por un par de hermanos llamados Maumejean, vidrieros maestros cuya obra adorna numerosas iglesias en Francia.

Sr. Arpin dijo: "Muchas veces trataron temas políticos, poniéndolos en un contexto histórico. Esto hubiera tenido sentido durante la ocupación. Hubiera sido un mensaje de esperanza y resistencia. "

"Este retrato de Hitler fue un acto de resistencia artística y religiosa."

Ordenan la captura de un nazi por la muerte de 60 españoles

El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha ordenado la captura y el procesamiento del criminal de guerra nazi John Demjanjuk, acusado de haber participado durante la Segunda Guerra Mundial en el asesinato de no menos de 60 ciudadanos españoles en el campo de concentración de Flossebürg. Demjanjuk, de 89 años, está preso en Alemania, donde se le acusa de haber intervenido en el genocidio de 27.900 judíos en otro de los campos de exterminio, Sobibor.

Moreno investiga desde julio de 2008 el asesinato de 4.460 ciudadanos españoles en los campos nazis, crímenes por los cuales ya ordenó el pasado setiembre la captura de tres responsables del holocausto nazi: Johann Leprich, Anton Tittjung y Josias Kumpf. Ahora le llega el turno a Demjanjuk, al que acusa como «cómplice de los delitos de genocidio y lesa humanidad».

En su resolución, el instructor tiene especialmente en cuenta los informes del Tercer Cuerpo del Ejército de Estados Unidos -que el 23 de abril de 1945 liberó el campo de Flossebürg, en el Estado de Baviera-, según los cuales durante los ocho años en los que estuvo abierto este 'lager', 155 españoles -la inmensa mayoría republicanos huidos tras la Guerra Civil- estuvieron encerrados en él, falleciendo 60. Moreno considera que hay pruebas suficientes de que Demjanjuk fue guardia de ese campo al menos entre octubre de 1943 y diciembre de 1944.

Nacido en la Ucrania entonces soviética, Demjanjuk fue extraditado a Alemania por la jJusticia estadounidense en mayo de 2010, después de que Washington le privara de la nacionalidad norteamericana en 2002 por ocultar su pasado nazi. Su juicio se ha ido aplazando por su frágil estado de salud.

sábado, 15 de enero de 2011

Una heroína de guerra inglesa muere como “Eleanor Rigby”

Nuestro amigo Mario Gómez. lector asiduo de 2GM Blog, nos ha enviado esta interesante noticia que nos descubre a un nuevo personaje anónimo a los que tanto nos gusta homenajear.

Una anciana solitaria que murió sola en su apartamento en el suroeste de Inglaterra y que no tenía a nadie que pagara por su funeral saltó a la fama de forma póstuma cuando se supo que había sido una valiente agente secreta durante la Segunda Guerra Mundial.

Eileen Nearne falleció el 2 de septiembre en su casa en la ciudad de Torquay, a los 89 años de edad. Varios días después y ante la ausencia de algún conocido que se hiciera cargo de los trámites funerarios, las autoridades entraron en el apartamento para hacerse cargo, explicó un portavoz del ayuntamiento local.

Una búsqueda de documentos que pudieran ayudar a localizar a algún familiar llevó al hallazgo de varias medallas y papeles que revelaron la vida de una mujer que una vez fue conocida como “Agente Rose” y que desafió a los nazis sirviendo como operadora de radio en la Francia ocupada.

Los medios británicos compararon su muerte con la del personaje ficticio Eleanor Rigby, cuya muerte solitaria describieron los Beatles en una canción.

“Iba a ser enterrada, como Eleanor Rigby, junto con su nombre”, afirmó el periódico The Times, que publicó en su portada una gran foto en blanco y negro de una joven Nearne tocada con una boina.

“Eso ahora podría cambiar. Debería cambiar, por el servicio que Eileen Nearne brindó a su país (…) Su valor fue superado sólo por su humildad. Cada parte de su vida merece ser mencionada tanto como la de Eleanor Rigby”, afirmó The Times en una editorial.

A los 23 años y como miembro de la Dirección de Operaciones Especiales (SOE, por su sigla en inglés), Nearne entró a Francia en marzo de 1944 para trabajar como agente encubierta y ayudó a coordinar una red de espías y combatientes de la resistencia.

Después de la guerra, Nearne fue reconocida como Miembro de la Orden del Imperio Británico por sus servicios. Vivió la mayor parte de sus años restantes con su hermana Jacqueline, que también sirvió en la SOE.

Tras la muerte de su hermana en 1982, Nearne vivió sola y nunca habló sobre sus hazañas en tiempos de guerra.

'La Playa de los Alemanes' revive historias de nazis en las costas andaluzas

Historias de nazis camuflados en la paradisíaca cala denominada Playa de los Alemanes, situada en la localidad gaditana de Zahara de los Atunes, unidas a la peripecia de los papeles perdidos por el jerarca nazi Heinrich Himmler en su visita a España, conforman la novela que lleva por título el nombre de esa playa.

Según el autor del texto (Editorial Jirones de Azul), Javier Compás, "en esa preciosa cala, hasta donde baja la ladera de la montaña, con magníficas casas que se salpican toda esa ladera, vivieron alemanes refugiados tras el término de la Segunda Guerra Mundial".

Durante la guerra "la ensenada sirvió de discreto lugar de aprovisionamiento de naves alemanas", según Compás, quien ha destacado la paradoja de que ahora "esa urbanización de lujo se conoce como 'la Marbella Roja', porque algunas de esas casas han sido adquiridas por famosos personajes del mundo del espectáculo conocidos por sus simpatías izquierdistas; y toda la zona es desde hace unos años un emporio de hippies y progres".

"Curiosamente, en el cementerio de Zahara hay una cuidada tumba de un marinero muerto durante la Segunda Guerra Mundial, pero no se trata de un alemán, sino de un británico desembarcado de la corbeta canadiense 'HMCS Weyburn', que chocó con una mina alemana tras salir del puerto de Gibraltar", añadió.

La costa gaditana enmarca una peripecia basada en la del "equipo comandado por el mismísimo jefe de las SS, Heinrich Himmler, que realizó por todo el mundo una especie de 'Expediente X' buscando, entre otras cosas, el Santo Grial."

Himmler, según Compás, "aprovechó la entrevista de Hitler y Franco en España para visitar algunos sitios, como el Monasterio de Monserrat y Toledo, donde buscaba pistas de todo eso y, estando en el Hotel Ritz de Barcelona, le fue sustraído su portafolios personal, hecho en el que se basa parte de la trama de la novela."

Con una trama trufada de elementos históricos que culmina en la época actual, la otra vertiente argumental de la novela enlaza con unas investigaciones sobre el origen del apellido Montero de Espinosa, con lo que Compás utiliza "viejas historias" de su propia familia.

El origen de ese apellido está en "la antigua guardia personal de los reyes españoles, cuerpo creado en 1006", con lo que cumplió el milenario en 2006, cuando Compás empezó a escribir "La playa de los alemanes".

El autor matizó que su novela "no es principalmente una historia de nazis, sino la historia de maduración personal del protagonista, su reencuentro con el pasado y con la Historia a través de su propia casa y las memorias de su padre, y su paso de la juventud a la madurez, buscando su camino y su propia personalidad."

"El protagonista se encontrará con historias familiares, con la historia de España y de Europa, con las fuerzas del mal y con el amor, todo ello haciéndole atravesar desde las sombras de sus propias dudas vitales hasta la luz", en lo que Compás ha querido ver un cierto paralelismo con la figura artúrica del caballero Perceval.

El antagonista del protagonista es "un nazi por herencia, hijo de un nazi con casa en la Playa de los Alemanes, que se vuelve enemigo de sus propios correligionarios, pertenecientes a una organización que se encargó de amparar y dar nueva vida a los nazis refugiados en España."

Junto a estos dos personajes centrales, por estas páginas desfilan otros como un viejo almirante alemán, una chica que representa la pureza del amor y la alegría, un investigador de la Guardia Civil "algo canalla y desencantado" y una sensual arqueóloga, entre otros.

'La playa de los alemanes' se presentará este lunes en Sevilla, en la Fundación Valentín de Madariaga, por su autor y por el editor, poeta y traductor Antonio Rivero Taravillo.

» Vinicultor alemán encuentra alijo de la Segunda Guerra Mundial

Un vinicultor alemán que siguió una corazonada encontró un alijo escondido de vino que no había sido tocado desde 1945.

Andreas Neymeyer descubrió 500 botellas debajo de la escalera de un sótano mientras limpiaba un edificio quemado en su viña de 38 hectáreas al sur de Alemania, poco antes de la Navidad.

"Fue idea de mi tío. Estaba preparando la demolición del edificio y él sabía que el vino había estado escondido algún tiempo allí antes del fin de la Segunda Guerra Mundial", dijo Neymeyer a Reuters.

"Era la primavera (boreal) de 1945 y los franceses estaban a punto de invadir. Mi familia quería asegurar algo de vino por si había algún saqueo de tropas", afirmó.

Esta no fue la primera reserva que Neymeyer ha encontrado en el viñedo, que produce anualmente cerca de 350.000 botellas.

"El vino todavía es potable; de hecho algunos son bastante buenos", explicó el viñatero, quien es el quinto de su familia. "Las condiciones oscuras fueron ideales para su almacenaje", agregó.

Algunas de las botellas no eran de la viña, pero habían vinos dulces que se cree provenían de España o Grecia. También se encontró dentro de la colección brandy, schnapps y vino de liturgia.

Neymeyer piensa volver a embotellar el vino y subastarlo cuando el nuevo edificio esté listo el próximo año.

jueves, 13 de enero de 2011

Auschwitz rompió récord de turistas en 2010


Más de 1,38 millones de personas visitaron durante 2010 el campo de concentración nazi de Auschwitz-Birkenau, sur de Polonia, lo que supone el récord anual de visitantes desde su apertura al público de este complejo como memorial y museo hace 60 años.

En el pasado 2009 la cifra de turistas que accedieron al recinto fue de alrededor de 1,3 millones, explicó hoy el portavoz del museo, Bartosz Bartyzel, quien recordó que Auschwitz-Birkenau, complejo construido por las autoridades nazis en 1940, es el campo de concentración más visitado del mundo.

Los visitantes más numerosos fueron de nacionalidad polaca (530 mil personas) , seguidos de británicos (84 mil), italianos (74 mil) y franceses (63 mil) .

Desde el museo se subrayó el incremento en los turistas de origen asiático, lo que se tradujo en que en 2010 el número de surcoreanos que viajaron hasta Auschwithz-Birkenau fuese superior al de estadounidenses.

La mayor parte de estos turistas fueron estudiantes que visitaron las instalaciones dentro de programas educativos que pretenden concienciar a los jóvenes de la importancia de valores como la tolerancia y la democracia.

Durante la Segunda Guerra Mundial fueron asesinados en Auschwitz-Birkenau más de un millón de personas, en su mayoría judíos, dentro del programa de exterminio puesto en práctica por la Alemania nazi.

En la actualidad los responsables del museo del campo de concentración, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, se esfuerzan en recaudar fondos para evitar el deterioro de las instalaciones originales, afectadas por el paso del tiempo y la dureza del clima.

Aprovecho para entroncar esta noticia con un debate que lanzamos desde 2GMBlog el año pasado y que os invito a retomar y participar en él dejando vuestra opinión.

martes, 11 de enero de 2011

Muere Richard Winters, oficial americano en el que se basó la serie "Hermanos de Sangre"


Richard Winters, el oficial del ejército americano que fue interpretado por Damian Lewis en la serie ‘Hermanos de Sangre’ falleció hace varios días a los 92 años de edad, según han confirmado varios medios estadounidenses. Winters, veterano de la II Guerra Mundial, inspiró a Steven Spielberg y a Tom Hanks para producir la miniserie basada en su historia durante el conflicto.

Winters lideró un pelotón de paracaidistas en el desembarco de Normandía y combatió desde Francia hasta Alemania, hasta el final de la guerra. La serie recuerda las hazañas del veterano y sus hombres, como su combate durante el Día D, en el que desmanteló una batería de artillería alemana en uno de los tramos de la costa de Normandía, o la captura del ‘Nido de Águila’ donde se refugiaba Hitler.

El mayor Richard Winters ha inspirado varios libros y muy especialmente la serie ‘Hermanos de Sangre’, que Spielberg y Hanks comenzaron a producir inmediatamente después de la película ‘Salvar al Soldado Ryan’ y que fue emitida en la HBO.

Winters recibió numerosos reconocimientos por su labor en el ejército americano y se ha destacado en todos los periódicos lo inspirador que fue su liderazgo para las victorias de su pelotón durante la guerra. Sin embargo, él mismo pedía que no se le tratara como un héroe.

El Washington Post recoge la muestra de agradecimiento que Floyd Talbert, uno de los soldados que estuvieron bajo las órdenes de Winters, le envió al ‘mayor’ poco después de la guerra: “Cada soldado que te ha servido te quiere y nunca te olvidará. Te seguiría hasta el infierno”.

lunes, 10 de enero de 2011

Los nazis intentaron boicotear al dueño de un perro que imitaba a Hitler

Documentos oficiales recién desclasificados en Alemania han revelado que el Gobierno nazi intentó hacer campaña contra el dueño de un perro entrenado para imitar el saludo del Tercer Reich a la mención del nombre del dictador Adolf Hitler.

El objeto de las iras de los nazis era un empresario finlandés cuyo perro, de nombre Jackie, levantaba la pata cuando se le gritaba la palabra "¡Hitler!".

Los ataques contra el empresario Tor Borg han salido a la luz en una nueva correspondencia descubierta entre el Ministerio de Exteriores alemán y su embajada en Helsinki en 1941, cuando Finlandia se unió a las fuerzas alemanas para atacar a las tropas soviéticas.

Entre los intentos de boicot, según la cadena británica BBC, constan órdenes recibidas por los diplomáticos alemanes para reunir pruebas en contra del perro e incluso planearon destruir la empresa farmacéutica del dueño del animal.

El problema social que impulsó a Hitler

En 1931, la República de Weimar, nombre de la Alemania de entreguerras, superó la cifra de 5 millones de parados. La promesa de bienestar dio el poder al partido nacionalsocialista (NSDAP) de Hitler, que ya había sido el segundo más votado en 1930. Pero el programa económico nazi era primitivo y se basaba en una expansión territorial que implicaba la ocupación o la guerra con sus países vecinos y, al final, con la Unión Soviética.

El objetivo de Hitler era atacar a la URSS y acabar con el régimen soviético, obteniendo, de esa forma, conquistas territoriales que garantizaran la hegemonía alemana. Para ello, tenía que someter a Francia y conseguir la neutralidad inglesa. Como es sabido, los pasos previos fueron la invasión de Austria, en marzo de 1938, la desmembración de Checoslovaquia, en octubre siguiente, y su posterior ocupación, en febrero de 1939; y, por fin, la guerra contra Polonia, en septiembre de 1939.

Hitler contaba con que dos millones de jóvenes soldados alemanes debían perder la vida en el proyecto. Entre las cuestiones que le obsesionaban, por no decir que se trataba de la cuestión fundamental, estaba la de lograr la lealtad de la retaguardia, para que no se produjera el derrumbamiento de 1918, del que él mismo había sido testigo. En su opinión, la clave de aquella traición había sido el bloqueo económico impuesto por Inglaterra y la miseria que recayó sobre las familias de los soldados. Todo se orientó a la prosperidad ciudadana, para evitar el hundimiento de la retaguardia. El Estado hitleriano apuntaba hacia la guerra, hasta el extremo de depender de ella como de algo que debía suceder necesariamente. Su lógica era la de la rapiña: el gasto armamentístico generó un déficit inmenso, lo que llevó a dejar de publicar los presupuestos del Estado para ocultarlo.

Ingresos

Si no quería ir a la ruina, Alemania necesitaba ingresos más allá de lo ordinario. Por eso, Hitler decidió exprimir al máximo a una categoría de ciudadanos, los judíos, de modo que con sus bienes –su trabajo, sus casas y, finalmente, todo lo que llevaran encima antes de ser exterminados– pudieran garantizar el bienestar de los demás.

Cada nuevo país conquistado era sometido a una intensa rapiña con esta finalidad. El historiador alemán Götz Aly ha mostrado la intensidad del proceso y cómo se hizo de forma que se evitara al máximo la protesta local. Las tropas de ocupación alemanas eran pagadas por el país rapiñado, y al mismo tiempo, los soldados, con la moneda local, podían comprar los mejores productos, normalmente para enviárselos a sus familias. De esta forma los países eran robados dos veces, despojados de sus mejores productos con el dinero que ellos mismos habían pagado a los soldados alemanes, y a Alemania no le costaba nada elevar el nivel de vida de sus ciudadanos, ni las importaciones le creaban inflación o déficit.

Colaboracionismo

La lealtad de los países ocupados se reaseguraba mediante la persecución de los judíos, llevada a cabo por las autoridades locales, que además así hacían recaer sobre los judíos la culpabilidad por unas desgracias de las que sólo Alemania era responsable. Aliviaban el sufrimiento que suponía la ocupación exprimiendo, a su vez, a los judíos. La población local se beneficiaba del expolio de los judíos, aunque lo fundamental de sus propiedades (cuentas bancarias, joyas, etc.) fuera a parar a Alemania. Así, la rapiña garantizaba el colaboracionismo.