viernes, 22 de febrero de 2013

Sorteamos un ejemplar de "El informe Müller"

http://s2.subirimagenes.com/otros/previo/thump_8260459imagen-foro.jpg


Gracias a la editorial Umbriel, tenemos un ejemplar firmado por el autor, Antonio Manzanera, de "El informe Müller", cuya reseña publicamos hace unos días.

Y, por supuesto, lo vamos a sortear entre vosotros.

Solo tenéis que contestar tres sencillas preguntas y, entre todos aquellos que mandéis las tres respuestas correctas a blog2gm@gmail.com ante del 1 de marzo de 2013, sortearemos el libro.

Las preguntas son:

1.- ¿Cual fue la última posición a la que ascendió Heinrich Müller en las SS?

2.- Hablando de las SS, ¿en que años asumió esta organización el control de la Gestapo?

3.- Finalmente, siguiendo con la Gestapo, uno de los líderes de la rama instalada en París decide, en 1944, cuando pintan bastos, unirse a la Resistencia francesa en Toulouse. ¿Quién fue este personaje y como se denominaba la red de la Resistencia a la que se unió?

Esperamos vuestras respuestas :)

Fantasmas de la Segunda Guerra Mundial


Fantasmas de la Segunda Guerra Mundial

El ex piloto Sergey Larenkov tiene la habilidad de hacer que estas fotos parezcan fantasmales. Hace fotomontajes con fotos nuevas de París y las viejas fotos en blanco y negro de esa ciudad tomadas durante la guerra, durante la ocupación alemana en 1940. Él llama a la colección fotográfica: "Los Fantasmas del Pasado de la Segunda Guerra Mundial", la cual se publicó en el diario ruso Rossiyskaya Gazeta en noviembre de 2010.

Todo comenzó cuando se le ocurrió la idea de usar sus postales viejas y combinarlas con las fotos modernas. Luego continuó haciendo el mismo proceso con fotos de archivo y, por supuesto, usó Photoshop, aunque ello no invalida el trabajo ni le resta calidad.




Fantasmas de la Segunda Guerra Mundial



http://www.diarioveloz.com/adjuntos/120/imagenes/000/957/0000957658.jpg

Fantasmas de la Segunda Guerra Mundial

Fantasmas de la Segunda Guerra Mundial

Fantasmas de la Segunda Guerra Mundial

Fantasmas de la Segunda Guerra Mundial

Fantasmas de la Segunda Guerra Mundial

Fantasmas de la Segunda Guerra Mundial

Fantasmas de la Segunda Guerra Mundial

Fantasmas de la Segunda Guerra Mundial

Fantasmas de la Segunda Guerra Mundial

Fantasmas de la Segunda Guerra Mundialh



jueves, 14 de febrero de 2013

El Informe Müller, de Antonio Manzanera


Hoy os traemos información de una interesante novela que acaba de ser editada. Se trata de "El Informe Müller".

La sinopsis demuestra que seguramente nos enganchará a muchos:

"Gelsenkirchen (República Federal de Alemania), 8 de octubre de 1955. El que durante
años había ocupado la dirección de la Gestapo, Heinrich Müller, lleva en paradero
desconocido desde el 1 de mayo de 1945, cuando desapareció sin dejar rastro del búnker
de la Cancillería de Berlín, desde donde presenció los últimos días del Reich junto a Adolf
Hitler.

Inesperadamente, Müller reaparece en la Alemania Occidental. Allí, contacta con el
servicio secreto británico, el MI6, al que desvela que después de la Segunda Guerra
Mundial se refugió en la URSS como parte de un trato con el servicio secreto soviético.
Ahora, después de huir del bloque soviético, Müller ofrece al MI6 información sobre
actividades de espionaje de la URSS a cambio de protección personal.

El exresponsable de la Gestapo se entregará finalmente a los ingleses en Bonn. Sin
embargo, dos días después aparece muerto en Múnich.

El historiador Hugh Trevor-Roper por parte del MI6 y un enigmático agente de la CIA serán
los encargados de investigar la muerte. Durante su trabajo quedará a la luz la tensión
máxima que existe entre ambas agencias, más preocupadas por saber cuál de ambas está
más contaminada por agentes dobles y topos soviéticos.

Sin embargo, en el transcurso de las investigaciones se revelará un secreto aun mayor:
Müller era la única persona capaz de contar la verdad sobre los últimos días del Tercer
Reich. Y, al parecer, no se llevó su secreto a la tumba. En algún lugar ha dejado un
informe que arroja luz sobre uno de los misterios más acuciantes del siglo, además de
poner al descubierto las enmarañadas tramas de contraespionaje entre los servicios
secretos.
"

En “El Informe Müller”, Antonio Manzanera, mezcla a la perfección tres estilos literarios con
personalidad propia. Por un lado el de la novela negra y policiaca, por otro, el de la novela
histórica, y, por último, el de las tramas de espionaje.

Novela Policiaca: los dos protagonistas –Hugh Trevor-Roper y el Mayor Oughton- se
lanzan a la investigación de un asesinato, el de Heinrich Müller, que aparece muerto
en un piso franco de Munich, cuando se disponía a colaborar con los servicios secretos
británicos y de la Alemania Occidental.

Novela Histórica: “El Informe Müller” es una inmersión en el Berlín del año 1945, cuando
los soviéticos están cercando la ciudad y el Reich está a punto de caer. En ese contexto
se realiza la mayor caza al hombre conocida: la de Adolf Hitler. La mayor parte de los
acontecimientos históricos que se producen en el libro se produjeron tal y como están
contados.

Si queréis conocer algo más sobre el autor, Antonio Manzanera (Murcia, 1974), es doctor en Economía, MBA y un apasionado del emprendimiento. Autor del libro Finanzas para emprendedores, su vida profesional ha transcurrido como economista en el sector privado y en el público.

Economista en el Banco de España y anteriormente consultor en McKinsey & Company,
es socio de Savior Venture Capital. Asimismo, es profesor y conferenciante sobre capital
riesgo y emprendimiento empresarial en distintos foros, organizaciones y escuelas de
negocios.

Después de residir durante varios años en distintos países regresó a España, donde
reparte su tiempo libre entre la familia, la ayuda a jóvenes emprendedores y las novelas
de intriga. “El informe Müller” es su primera obra de ficción, a la que le sigue “La suave
superficie de la culata”, de próxima publicación.

http://www.facebook.com/ElInformeMuller

http://www.antoniomanzanera.com/


domingo, 3 de febrero de 2013

Cuando Hawaii tuvo sus propios dólares

Después del ataque a Pearl Harbor, Estados Unidos temió que el siguiente paso de los japoneses fuera la invasión del archipiélago de Hawaii. Enseguida, gobierno y militares se pusieron manos a la obra para evitarlo. Pero por si todas las medidas resultaban insuficientes y los japoneses acababan haciéndose con las islas, había que pensar cómo evitar que también se hicieran con todos los billetes que había en el archipiélago en manos de particulares, empresas y bancos.

Anverso del billete de 20 dólares | Wikipedia

Las primeras reacciones al ataque del 7 de diciembre de 1941 fueron el despliegue de tropas en la costa de todas las islas y la colocación de barreras en las playas para dificultar el posible desembarco. Todos los aeropuertos de las islas fueron puestos bajo jurisdicción militar y se movilizó la Guardia Territorial y a otras unidades formadas por estudiantes de universidades e institutos.

Pasados unos días, fue declarada la ley marcial y un gobierno militar asumió todos los poderes. Con la toma de esta medida, además, la población civil pasó a estar bajo la jurisdicción militar, una población que se había visto reducida después del ataque, cuando una buena parte de ella huyó al continente. Aunque más tarde se recuperó parcialmente con la llegada de trabajadores voluntarios venidos para participar en la tareas de reconstrucción.

Entre los que no se habían marchado estaban los varios miles los nativos hawaianos y los habitantes de ascendencia japonesa. Estos últimos formaban una comunidad muy numerosa, unas 150.000 personas, y representaban un 35% de la población antes del ataque. Sin embargo, a raíz de él, su lealtad había sido puesta en tela de juicio por parte de las autoridades civiles y militares norteamericanas, hasta el punto de barajarse la opción de deportarlos a todos al continente.



El ataque de Pearl Harbor, foto tomada desde un avión japonés | Wikipedia

Con el tiempo, la idea de una deportación masiva acabaría siendo descartada y sólo serían internados entre 1.200 y 1.800 de ellos, la mayoría en alguno de los cinco campos de internamiento de las islas y sólo unos pocos en otro en el continente. Parece ser que la dependencia que tenía la economía del archipiélago y las dificultades logísticas que hubiera supuesto su traslado acabaron convenciendo a las autoridades de abandonar la idea.

En cualquier caso, como medida de control, el gobernador militar había ordenado que se tomaran las huellas dactilares de todos los habitantes de la isla mayores de 6 años de edad, sin importar su raza o procedencia, y ordenó, también, que se emitieran identificaciones para todos ellos. Más tarde, llegarían los toques de queda, los cortes de la luz, la censura del correo y de las noticias o la prohibición del consumo de alcohol.

Pero si, a pesar de todas estas medidas, lo japoneses conseguían hacerse con las islas, se harían también con una buena cantidad de millones de dólares, todo el dinero que tenían los particulares y el que guardaban los bancos. Como había sucedido en Manila en enero de 1942, cuando la ciudad se rindió a manos japonesas y donde, según algunas fuentes, los japoneses se hicieron con más de 20 millones de dólares en moneda americana y local.

Así que la primera idea fue reducir el efectivo que circulaba por las islas, imponiendo unos límites al dinero que podían poseer particulares y empresas, y así minimizar el dinero que pasaría a manos japonesas en caso de que los japoneses se hicieran con el archipiélago. El límite que se impuso a particulares fue de 200 dólares y de 500 para las empresas. Lo que equivaldría a unos 2.500 y 6.250 dólares en la actualidad, respectivamente.



Reverso del billete de 20 dólares | Wikipedia

Curiosamente, la reacción de la población después del ataque había sido precisamente la contraria: acumular dinero por si acaso. En cualquier caso, las autoridades en seguida se dieron cuenta que la falta de efectivo afectaría la actividad económica de las islas y optaron por una estrategia diferente: La emisión de unos billetes diferentes para Hawaii, unos dólares que se pudieran distinguir del resto de los usados en el país. De manera que si la isla caía en manos japonesas pudieran ser declarados sin valor.

Los nuevos billetes se emitieron el 25 de junio de 1942 y había billetes de un dólar, de 5, de 10 y de 20. Los billetes tenían el sello del Tesoro de Estados Unidos en color marrón, los normales lo tenían azul, pero además tenían sobreimpresa la palabraHAWAII” con lo que se podían distinguir a simple vista. En el anverso la palabra figuraba en ambos extremos del billete y en su reverso estaba impresa con letras más grandes y situada en su centro.

Los ciudadanos tenían hasta el 15 de julio para cambiar sus viejos billetes por lo nuevos. A partir del 15 de agosto, a no ser que se contara con un permiso especial, ningún otro tipo de billete que no fueran los Hawaii. Con los nuevos billetes, la limitación de efectivo desapareció.



Negocio japonés en San Francisco, el día después del ataque de Pearl Harbor | Wikipedia

Se recogieron unos 200 millones de dólares en billetes antiguos. Debido a las dificultades logísticas y de seguridad que hubiera supuesto llevar toda esa cantidad de billetes al continente, se decidió que lo más fácil y seguro sería quemarlos. En un principio, se usaron los hornos del crematorio de un cementerio en la isla de Oahu, sin embargo, la quema no avanzaba a suficiente buen ritmo y al final se optó por utilizar los hornos de una azucarera del archipiélago. Aunque algunas fuentes, por el contrario, sostienen que sí que se acabaron enviando billetes en barco al continente.

Los billetes Hawaii continuaron emitiéndose hasta el 21 octubre de 1944, cuando se levantaron las restricciones y se abolió la ley marcial. A pesar de que en un primer momento se pensó que sólo permanecería en vigor unos meses, lo estuvo durante casi tres años, y, aún después de ser abolida, los toques de queda y las restricciones eléctricas continuaron hasta julio de 1945.



Anverso del billete de 5 dólares | Wikpedia

Los billetes continuaron en uso aún más tiempo, hasta abril de 1946 cuando fueron retirados definitivamente de la circulación. En este tiempo, con el ir y venir de trabajadores entre las islas y el continente, los billetes Hawaii llegaron al resto de Estados Unidos, donde nunca hubo ningún problema para cambiarlos por billetes normales en los bancos. En total, se habían emitido 35 millones de billetes de 1 dólar, 9.5 millones de 5, diez millones y medio de 10, y más de once de 20 dólares. 

PS: Hoy un billete de 20 dólares Hawaii se puede adquirir por algo menos de 100 dólares, , y se siguen contando historias de personas que encuentran grandes cantidades de billetes en algún rincón perdido de sus casas. Una de ellas, la de un hombre que en los 80 encontró más de 100.000 dólares en el desván de su casa.

Negocian convertir la casa natal de Hitler en un centro para inmigrantes

La casa natal de Adolf Hitler, en la localidad austríaca de Braunau am Inn, está cerca de convertirse en un centro para la integración de inmigrantes, si cristalizan las negociaciones entre las autoridades y una ONG local.


El que se convirtiera en dictador más sangriento del siglo XX nació en la casa en Braunau, muy cerca de la frontera con Alemania, en 1889, y aunque su familia pasó allí apenas tres años, su legado ha tenido un enorme peso en esta localidad de 16.000 habitantes.

La prensa austríaca informó que existen negociaciones entre la organización humanitaria 'Volkshilfe' para que la casa se convierta en un centro que favorezca la integración de inmigrantes por medio de cursos de idiomas y otras actividades de apoyo. Esta ONG cercana al partido socialdemócrata SPÖ considera que dar un uso social a este lugar serían "una gran señal" dado su pasado.

En la actualidad, la casa es propiedad de una lugareña, aunque desde 1972 el Ministerio del Interior de Austria la tiene alquilada y la subarrienda al ayuntamiento de Braunau por unos 5.000 euros mensuales, una cantidad que el consistorio ha subrayado que no puede afrontar a medio plazo.
En el pasado, se albergó una biblioteca, una banco y un taller de formación para discapacitado.

En el pasado, se albergó allí una biblioteca, una banco, y más recientemente, un taller de formación de una organización para discapacitados, que la abandonó hace un año para buscar un alquiler más barato. Desde entonces ha surgido un debate sobre qué hacer con el inmueble, si establecer allí un memorial para recordar su pasado o tratar de que sea una casa más.

El ayuntamiento ha manifestado el temor de que una organización neonazi pudiera alquilarla de forma encubierta y convertir la localidad en un centro de peregrinación para sectores ultraderechistas.