Si hay algo que obsesione a los escritores en cuanto a hechos que nunca pasaron, es la Segunda Guerra Mundial, así que, para amenizar un poco las vacaciones (de aquellos que pueden disfrutarlas) os proponemos realizar un ejercicio de imaginación con varias de las mejores novelas ucrónicas centradas en la Segunda Guerra Mundial y su desenlace.
Espero que los disfrutéis y si alguno de vosotros ha leído alguno, que deje su comentario para recomendar o criticar, siempre desde el respeto.
Patria
Patria se sitúa en 1964, en una realidad en la que los nazis ganaron la segunda guerra mundial, y narra la historia de Xavier March, un detective de la Kriminalpolizei que investiga la muerte de un alto cargo nazi. Conforme avanza la trama, va descubriendo que no es un simple asesinato y que están involucrados numerosos miembros del partido.
Más allá de esto, es interesante ver el enfoque que le da Harris al mundo: siendo el punto de inflexión el hecho de que Reinhard Heydrich sobrevive al atentado en el que murió en la vida real, surje un imperio nazi que llega a extenderse ampliamente en territorio de la Unión Soviética, una Guerra Fría que enfrenta a EEUU y Alemania, una versión de Vietnam, pero con el ejército nazi y los soviéticos enfrentados y un mundo prácticamente subyugado al poder nazi, con un Hitler moribundo y una lucha interna para ver quién será su sucesor.
El hombre en el castillo
Siguiendo con Blade Runner, su autor Philip K. Dick, escribió otra novela ucrónica en 1962, 30 años antes de la publicación de Patria. En esta novela, Dick retrata una victoria de las fuerzas del Eje (Alemania, Italia y Japón), y unos EEUU invadidos por japoneses y nazis, quedando solamente una región central "libre", pero controlado por el Eje, dejándolo totalmente debilitado, a diferencia de los poderosos Estados Unidos que retratan en Patria. Esta novela fue la primera en su tipo, definiendo este nuevo género de novela que conocemos actualmente.
En "el hombre en el castillo" el punto de divergencia es la muerte del presidente Roosevelt en 1933, causando que EEUU no sea capaz de salir de la crisis originada en 1929 y haciendo que EEUU no interviniera en la segunda guerra mundial. En lugar de una línea argumental, el libro sigue varias líneas argumentales, como el de un espía de la Abwehr, un ciudadano japonés y dos obreros de San Francisco, entre otros. Lo curioso de este libro es que todos los protagonistas han leído "La langosta se ha posado", otra ucronía dentro del propio libro en el que el Eje acaba perdiendo la guerra pero no la pierde del modo que conocemos, sino que Pearl Harbor nunca pasó e Inglaterra es la gran vencedora de la guerra, reconstruyendo su imperio pasado y entrando en una Guerra Fría contra EEUU.
El filo de la hierba
Empezamos con un clásico argumento entre los escritores de novelas ucrónicas: la victoria de la Alemania Nazi en la segunda guerra mundial. En El filo de la fierba, del escritor vasco Harkaitz Cano, seguiremos concretamente dos líneas temporales. Una línea temporal se situará en 1945, en la que Hitler (conocido en la novela como el hombre pequeño) y su flota, tras conquistar toda Europa, se dirige a Manhattan para empezar a conquistar EEUU y mientras, el comediante Charlie Chaplin (denominado como el comediante) viaja preso en la bodega del mismo barco en el que viaja Hitler, tras haber sido arrestado y torturado por la sátira que hizo Chaplin en El Gran Dictador, ridiculizando a Hitler.
En esa misma ruta marítima, 80 años antes, se desarrolla la segunda línea temporal, en la que un polizón llamado Olivier Legrand viaja oculto en el barco que llevó la Estatua de la Libertad, desmontada, de Francia a EEUU. Las dos historias acabaran confluyendo, todo ello con aire de farsa o de fábula, y unos personajes y situaciones poco realistas, sino que son poco desarrollados y caricaturizados, todo ello con el fin de ser una historia para entretener y poco más, de ahí la utilización de nombres genéricos como el hombre pequeño o el comediante. Un punto de vista interesante para dotar a la novela con cierto aura de unicidad en un argumento ucrónico bastante repetido.
El Reich africano
El título de la novela del periodista británico Guy Saville no deja mucho espacio para la imaginación: nos encontramos en el año 1952, en un universo en que los nazis derrotaron a la armada británica, lo que desemboca en la sustitución de Churchill por lord Hálifax que, junto a Hitler, se reunen en la conferencia ficticia de Casablanca de 1943 para repartir el continente africano, tras haber realizado otras cumbres en las que se decidió el futuro de Europa. Todo esto provoca que África sea controlada casi en su totalidad por los nazis, desde el Sahara hasta el océano Índico, y donde Gran Bretaña mantiene una mínima presencia a través de un puñado de débiles colonias.
En este contexto histórico, el ex-mercenario Burton Cole recibe el encargo de asesinar a Walter E. Hochburg, el arquitecto del África nazi, gobernador general del Congo y líder de las SS africanas. Patrick Whaler, un viejo camarada de la Legión Extranjera lo acompañará en esta misión de alto peligro, que les llevará desde los campos de batalla del Congo hasta las granjas de esclavos de Angola, mientras una gran conspiración lo guía al corazón del Reich Africano. Un argumento que surgió de los aútenticos planes que tenía Hitler para África, que sería invadida después de "que se ocuparan de Europa", como estableció en un discurso el infame dictador.
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