Tal y como podemos leer hoy en La Tercera el prestigioso director Peter Weir ha comenzado a rodar The way back, sobre un sobreviviente a un campo de concentración ruso, tiene a Ed Harris y Colin Farrell en el reparto.
Luego de las nueve nominaciones que consiguió la estupenda cinta naval Capitán de mar y guerra, en 2003, poco se había sabido del cineasta australiano Peter Weir. Pero el realizador, uno de los nombres más importantes del cine en las décadas del setenta y ochenta, está de vuelta con un filme que lo llevará a la Unión Soviética en plena Segunda Guerra Mundial.
Se trata de The Way Back, una película que inició su rodaje en Bulgaria y que cuenta la fuga de un grupo de presos de distintas nacionalidades de un campo de concentración siberiano en 1940, anunciaron hoy los productores. La cinta se basa en la novela autobiográfica The Long Walk: The True Story of a Trek to Freedom, de Slavomir Rawicz, un superviviente de la invasión alemana de Polonia al que capturaron los soviéticos y que logró escapar del Archipiélago Gulag y pudo viajar hasta la India con otros reclusos.
El rodaje comenzó en ese país europeo y continuará en Marruecos y la India, y cuenta como protagonistas con Jim Sturgess, Ed Harris, Saoirse Roman y Colin Farrell (en la foto).
El director australiano había intentado con anterioridad dirigir el proyecto Shantaram, una cinta fechada para el 2011 y en la que fue destituido.
Weir ha sido uno de los más solventes y aclamados directores extranjeros en Hollywood en las últimas décadas. Se hizo conocido con un grupo de filmes australianos que llevaron a este país al firmamento cinematográfico mundial, como El misterio de las rocas colgantes (1975), Gallipolli (1981) y El año en que vivimos en peligro (1982), el que supuso su consagración mundial.
Esta última cinta, protagonizada por Mel Gibson y Sigourney Weaver, obtuvo un Oscar para Linda Hunt como mejor actuación secundaria por su rol de un camarógrafo hombre en la convulsionada Indonesia de Sukarno.
Posteriormente Weir fue reclutado por Hollywood, donde debutó con el notable policial Testigo en peligro, con Harrison Ford y ambientado en la secta Amish, que le supuso una candidatura al Oscar como mejor director. Al año siguiente realizó La Costa Mosquito y su consagración en la industria vino con La Sociedad de los poetas muertos (1989), una agridulce fábula que es de lo más débil de su carrera, y que le dio su segunda candidatura al Oscar como director.
El cineasta se ha caracterizado por preparar minuciosamente sus películas lo que lo hace un realizador poco prolífico, llegando a haber hecho en los últimos diez años, apenas tres filmes.
El resto de su filmografía la completan la comedia Matrimonio por conveniencia (1990), Sin miedo a la muerte (1993) y el tremendo éxito que significó The Truman Show, en 1998, una singular historia en torno a un personaje (Jim Carrey) que ha vivido toda su vida en un set de televisión y que busca la forma de salir al mundo real.
En total, como director y guionista, Weir acumula seis nominaciones al Premio Oscar.
Luego de las nueve nominaciones que consiguió la estupenda cinta naval Capitán de mar y guerra, en 2003, poco se había sabido del cineasta australiano Peter Weir. Pero el realizador, uno de los nombres más importantes del cine en las décadas del setenta y ochenta, está de vuelta con un filme que lo llevará a la Unión Soviética en plena Segunda Guerra Mundial.
Se trata de The Way Back, una película que inició su rodaje en Bulgaria y que cuenta la fuga de un grupo de presos de distintas nacionalidades de un campo de concentración siberiano en 1940, anunciaron hoy los productores. La cinta se basa en la novela autobiográfica The Long Walk: The True Story of a Trek to Freedom, de Slavomir Rawicz, un superviviente de la invasión alemana de Polonia al que capturaron los soviéticos y que logró escapar del Archipiélago Gulag y pudo viajar hasta la India con otros reclusos.
El rodaje comenzó en ese país europeo y continuará en Marruecos y la India, y cuenta como protagonistas con Jim Sturgess, Ed Harris, Saoirse Roman y Colin Farrell (en la foto).
El director australiano había intentado con anterioridad dirigir el proyecto Shantaram, una cinta fechada para el 2011 y en la que fue destituido.
Weir ha sido uno de los más solventes y aclamados directores extranjeros en Hollywood en las últimas décadas. Se hizo conocido con un grupo de filmes australianos que llevaron a este país al firmamento cinematográfico mundial, como El misterio de las rocas colgantes (1975), Gallipolli (1981) y El año en que vivimos en peligro (1982), el que supuso su consagración mundial.
Esta última cinta, protagonizada por Mel Gibson y Sigourney Weaver, obtuvo un Oscar para Linda Hunt como mejor actuación secundaria por su rol de un camarógrafo hombre en la convulsionada Indonesia de Sukarno.
Posteriormente Weir fue reclutado por Hollywood, donde debutó con el notable policial Testigo en peligro, con Harrison Ford y ambientado en la secta Amish, que le supuso una candidatura al Oscar como mejor director. Al año siguiente realizó La Costa Mosquito y su consagración en la industria vino con La Sociedad de los poetas muertos (1989), una agridulce fábula que es de lo más débil de su carrera, y que le dio su segunda candidatura al Oscar como director.
El cineasta se ha caracterizado por preparar minuciosamente sus películas lo que lo hace un realizador poco prolífico, llegando a haber hecho en los últimos diez años, apenas tres filmes.
El resto de su filmografía la completan la comedia Matrimonio por conveniencia (1990), Sin miedo a la muerte (1993) y el tremendo éxito que significó The Truman Show, en 1998, una singular historia en torno a un personaje (Jim Carrey) que ha vivido toda su vida en un set de televisión y que busca la forma de salir al mundo real.
En total, como director y guionista, Weir acumula seis nominaciones al Premio Oscar.
No hay comentarios :
Publicar un comentario