Su destino alimentó todo tipo de especulaciones y rumores durante décadas, pero ahora es oficial: Aribert Heim, el criminal nazi más cruel y buscado del mundo, está muerto.
La corte de distrito de Baden-Baden, anunció el cierre de todos los
procesos abiertos contra Heim después de que los investigadores
determinaran que murió de cáncer en 1992 en El Cairo, donde vivía con una identidad falsa. Tenía entonces 78 años.
Médico en el campo de concentración austriaco de Mauthausen, Heim asesinó a cientos de prisioneros inyectándoles veneno o sometiéndolos a aparatosas cirugías sin anestesia. Su crueldad le valió apodos como Doctor muerte o El carnicero de Mauthausen y lo convirtió en el número uno de la lista de criminales nazis más buscados del centro Simon-Wiesenthal. Tras la guerra trabajó como ginecólogo en Alemania y en 1962 se le perdió el rastro. La Fiscalía de Baden-Baden presentó cargos contra él en 1979 y lanzó una orden de captura internacional.
Los investigadores intentaron durante años saber su ubicación exacta buscándolo en vano por Suramérica y Europa. En 2009, informes del diario The New York Times y de la cadena alemana ZDF alentaron la sospecha de que se había ocultado en Egipto en 1963 usando su segundo nombre, Ferdinand Heim. Según esa pista, luego adoptada por los investigadores, Heim se convirtió en 1980 al islam con el nombre de Tarek Hussein Farid, que aparecía en los registros muertos el 10 de agosto de 1992. La Justicia y los cazanazis dudaron desde entonces si Hussein era Heim. Este año, el abogado del acusado ofreció nuevos documentos que probaban su cambio de nombre. Expertos de la corte de Baden-Baden ratificaron la autenticidad de las pruebas. Según el tribunal, también el hijo de Heim tenía "datos creíbles" de que el nazi era Tarek Hussein y de que murió en 1992.
Médico en el campo de concentración austriaco de Mauthausen, Heim asesinó a cientos de prisioneros inyectándoles veneno o sometiéndolos a aparatosas cirugías sin anestesia. Su crueldad le valió apodos como Doctor muerte o El carnicero de Mauthausen y lo convirtió en el número uno de la lista de criminales nazis más buscados del centro Simon-Wiesenthal. Tras la guerra trabajó como ginecólogo en Alemania y en 1962 se le perdió el rastro. La Fiscalía de Baden-Baden presentó cargos contra él en 1979 y lanzó una orden de captura internacional.
Los investigadores intentaron durante años saber su ubicación exacta buscándolo en vano por Suramérica y Europa. En 2009, informes del diario The New York Times y de la cadena alemana ZDF alentaron la sospecha de que se había ocultado en Egipto en 1963 usando su segundo nombre, Ferdinand Heim. Según esa pista, luego adoptada por los investigadores, Heim se convirtió en 1980 al islam con el nombre de Tarek Hussein Farid, que aparecía en los registros muertos el 10 de agosto de 1992. La Justicia y los cazanazis dudaron desde entonces si Hussein era Heim. Este año, el abogado del acusado ofreció nuevos documentos que probaban su cambio de nombre. Expertos de la corte de Baden-Baden ratificaron la autenticidad de las pruebas. Según el tribunal, también el hijo de Heim tenía "datos creíbles" de que el nazi era Tarek Hussein y de que murió en 1992.
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