La Operación Titanic fue una operación del SAS británico, puesta en
marcha en la noche entre el 5 y el 6 de junio de 1944 (el día D en
Normandía) que consistió en lanzar cientos de maniquíes en paracaidas
con el objetivo de engañar a los alemanes sobre las auténticas zonas de
lanzamiento de las tropas aerotransportadas. Los falsos paracaidistas,
apodados "Ruperts", eran sencillos muñecos de trapo con forma humana con
una serie de bolsas de paño y tiras unidas en forma de cruz para dar la
impresión de un paracaidista. Los maniquíes estaban equipados con
petardos, cohetes de señales, sonidos de batalla, e incluso frascos de
esencias para producir olores. También tenían un dispositivo para que el
enemigo no descubriese que se trataba de un engaño: se trataba de una
carga explosiva que prendía fuego al muñeco y lo destruía, tratando de
sugerir que el paracaidista había quemado su paracaidas y se había
ocultado. Seis hombres del SAS saltaron con los "paramaniquíes" con la
misión de ayudar a hacer que los ataques pareciesen verdaderos, haciendo
todo el ruido posible y lanzando pequeños ataques contra los alemanes.
Era una misión muy arriesgada, y sólo dos de ellos sobrevivieron y
pudieron reunirse con sus tropas días después.
La operación Titanic fue un éxito, y creó una enorme confusión en las tropas alemanas. Provocó en los comandantes alemanes dudas de si la invasión había comenzado realmente o se trataba unicamente de un engaño a gran escala. También consiguió desviar tropas de los auténticos lugares de lanzamiento. Así, se dio el caso de que el 915 Regimiento, perteneciente a la 352 División de Infantería alemana, fue movido 50 millas al sudeste de Omaha Beach para lanzar un contraataque contra los muñecos paracaidistas que habían tomado tierra cerca de Marigay.
Una fuerza de 40 Hudsons, Halifax y Stirlings, pertenecientes a los escuadrones 90, 138, 149 y 161 de la RAF, lanzaron a los falsos paracaidistas, los comandos del SAS, y grandes cantidades de "window" (tiras de aluminio que interferían las frecuencias de los radares alemanes) en tres zonas distintas: 200 muñecos y el equipo de seis SAS al mando del capitán Harry Fowles fueron lanzados cerca de la base de la península de Cotentin, en un campo 8 Km al oeste de Saint-Lô; esos seis hombres fueron los primeros que saltaron esa noche sobre Normandía. Rapidamente instalaron reproductores y amplificadores de sonido de los que salían ruidos de explosiones, disparos y gritos. Los comandos tenían orden de permitir escapar a los alemanes que encontrasen, para que dieran aviso de que se estaba produciendo un ataque. En otras dos zonas se lanzaron unicamente centenares de muñecos: en Maltot, cerca de Caen, y en las proximidades de Rouen, al sur de Dieppe.
Uno de los muñecos paracaidistas que se lanzaron en la Operación Titanic, que se conserva en un museo del Día D en Merville:
La operación Titanic fue un éxito, y creó una enorme confusión en las tropas alemanas. Provocó en los comandantes alemanes dudas de si la invasión había comenzado realmente o se trataba unicamente de un engaño a gran escala. También consiguió desviar tropas de los auténticos lugares de lanzamiento. Así, se dio el caso de que el 915 Regimiento, perteneciente a la 352 División de Infantería alemana, fue movido 50 millas al sudeste de Omaha Beach para lanzar un contraataque contra los muñecos paracaidistas que habían tomado tierra cerca de Marigay.
Una fuerza de 40 Hudsons, Halifax y Stirlings, pertenecientes a los escuadrones 90, 138, 149 y 161 de la RAF, lanzaron a los falsos paracaidistas, los comandos del SAS, y grandes cantidades de "window" (tiras de aluminio que interferían las frecuencias de los radares alemanes) en tres zonas distintas: 200 muñecos y el equipo de seis SAS al mando del capitán Harry Fowles fueron lanzados cerca de la base de la península de Cotentin, en un campo 8 Km al oeste de Saint-Lô; esos seis hombres fueron los primeros que saltaron esa noche sobre Normandía. Rapidamente instalaron reproductores y amplificadores de sonido de los que salían ruidos de explosiones, disparos y gritos. Los comandos tenían orden de permitir escapar a los alemanes que encontrasen, para que dieran aviso de que se estaba produciendo un ataque. En otras dos zonas se lanzaron unicamente centenares de muñecos: en Maltot, cerca de Caen, y en las proximidades de Rouen, al sur de Dieppe.
Uno de los muñecos paracaidistas que se lanzaron en la Operación Titanic, que se conserva en un museo del Día D en Merville:
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