martes, 3 de mayo de 2016

Líderes polacos ponen en riesgo museo de Segunda Guerra Mundial

Otra de museos.



El conservador gobierno de Polonia toma medidas que ponen en riesgo el ambicioso nuevo museo de la Segunda Guerra Mundial que los expertos internacionales han pasado ocho años creando, lo que representa la batalla ideológica más reciente que las autoridades nacionalistas del país entablan con sus rivales pro europeos que expulsaron del poder el año pasado.

El Museo de la Segunda Guerra Mundial se desarrolla desde el 2008 y tenía programado abrir sus puertas este año en Gdansk, en donde se dispararon las primeras balas de la guerra. El proyecto de 120 millones de dólares fue lanzado con apoyo del ex primer ministro Donald Tusk, ahora un alto funcionario de la Unión Europea, y un hombre muy odiado por Jaroslaw Kaczynski, la cabeza del nuevo partido gobernante de Polonia, Ley y Justicia.

Ley y Justicia acusa al museo financiado por el estado de no enfocarse suficiente en Polonia, y rechaza la forma de abordar la experiencia polaca de la guerra dentro de un contexto más amplio de otros países bajo las ocupaciones alemanas, soviéticas y japonesas. Kaczynksi prometió en 2013 que si su partido alguna vez tomaba el poder, cambiaría el museo para que "expresara el punto de vista polaco".










Los críticos están convencidos que Kaczynski, el hombre más poderoso en Polonia, también está motivado por su odio hacia Tusk y Plataforma Cívica, el partido a favor de la UE que gobernó Polonia durante ocho años.

Un grupo de historiadores y museógrafos escribieron una carta abierta de protesta, en la cual decían que consideran la medida de Ley y Justicia como parte de "una lucha política que incluye la destrucción de instituciones que cobraron vida durante el gobierno previo sin importar su valor real".

Entre los asesores del museo están algunos de los historiadores de la Segunda Guerra Mundial más reconocidos del mundo, incluidos Norman Davies de Oxford y Timothy Snyder de Yale, catedráticos cuya obra es considerada solidaria con el sufrimiento de los polacos bajo las ocupaciones alemanas y soviéticas.

"Lo que tienen es un museo que será visto como extraordinario a nivel europeo e internacional, y que atraerá a millones a Polonia", le dijo Snyder a The Associated Press.

El destino del museo se volvió incierto el 15 de abril cuando el ministro de Cultura, Piotr Glinski, anunció que podría fusionar el museo con otro museo aún inexistente, una medida que permitirá que el gobierno abandone legalmente el concepto del museo original. El nuevo museo se enfocaría en el ataque alemán a los polacos en la península Westerplatte, el primer paso de la guerra, y la defensa de Polonia contra la invasión alemana de 1939.

El director del museo, Pawel Machcewicz, dijo que el nuevo concepto propuesto es una "entidad ficticia" utilizada como artilugio legal para tomar su institución y deshacer su contrato laboral, que se extiende hasta el 2019.

Snyder dijo que el concepto del gobierno de un museo que se enfoca meramente en Westerplatte y la lucha militar polaca en 1939 resultaría en una exhibición con un punto de vista reducido que no sería atractivo para una mayor audiencia internacional.

"¿Por qué mejor no llevarse el crédito del museo? El gobierno de Plataforma Cívica no logró terminarlo antes de perder el poder. Los políticos suelen terminar el proyecto de alguien más y llevarse todo el crédito. Parece una gran oportunidad para hacer eso", dijo Snyder.

1 comentario :

  1. Para muchas personas a las que nos ha interesado mucho la 2 guerra mundial siempre ha constituido un enigma o algo parecido que los abundantes campos de concentración de judíos en Polonia apenas tuvieran guarnición. Pensar que no podían esperar nada bueno si huían no deja de ser una probabilidad. Y de la animadversión ACTUAL del pueblo polaco al judío ya ni hablamos, sería "políticamente incorrecto".

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