La esvástica del bosque fue un diseño formado con alerces cuidadosamente arreglados que cubría un área de 55 m2 en mitad un pinar cerca de Zernikow, en Alemania. La construcción de dicha esvástica gigante se realizó en 1938 por encargo de un empresario que era un ardiente simpatizante nazi, con el objetivo de obsequiársela al Führer en su 49º cumpleaños.
Durante unas pocas semanas cada año, en otoño y primavera, el color de las hojas de los alerces cambiaría, contrastando con el profundo verde del pinar. La corta duración del efecto, combinada con el hecho de que la imagen podía ser sólo vista desde el aire, unido a la escasez de aeroplanos privados en el área propició que la esvástica pasara desapercibida tras la caída del III Reich y el posterior gobierno comunista. Sin embargo, en 1992, el gobierno de la Alemania reunificada ordenó un examen aéreo de los territorios estatales. Las fotografías fueron examinadas por estudiantes forestales, que inmediatamente reconocieron el diseño.
Las autoridades del Estado federado de Brandeburgo, preocupadas por el daño a la imagen de la región y la posibilidad que el área se convertiese en un sitio de peregrinaciones neonazis, trataron de destruir el símbolo arrancando 43 de los 100 árboles alerces en 1995. La figura siguió siendo no obstante distinguible con los 57 árboles restantes y, en 2000, varios periódicos alemanes publicaron más fotos aéreas de la esvástica.
Para entonces la propiedad de aproximadamente la mitad del área en la que se encontraban los árboles había sido vendida a manos privadas, pero las autoridades obtuvieron permiso para tirar 25 árboles más en la zona aún bajo su control en diciembre de 2000, ocultando la imagen en gran medida.
Durante unas pocas semanas cada año, en otoño y primavera, el color de las hojas de los alerces cambiaría, contrastando con el profundo verde del pinar. La corta duración del efecto, combinada con el hecho de que la imagen podía ser sólo vista desde el aire, unido a la escasez de aeroplanos privados en el área propició que la esvástica pasara desapercibida tras la caída del III Reich y el posterior gobierno comunista. Sin embargo, en 1992, el gobierno de la Alemania reunificada ordenó un examen aéreo de los territorios estatales. Las fotografías fueron examinadas por estudiantes forestales, que inmediatamente reconocieron el diseño.
Las autoridades del Estado federado de Brandeburgo, preocupadas por el daño a la imagen de la región y la posibilidad que el área se convertiese en un sitio de peregrinaciones neonazis, trataron de destruir el símbolo arrancando 43 de los 100 árboles alerces en 1995. La figura siguió siendo no obstante distinguible con los 57 árboles restantes y, en 2000, varios periódicos alemanes publicaron más fotos aéreas de la esvástica.
Para entonces la propiedad de aproximadamente la mitad del área en la que se encontraban los árboles había sido vendida a manos privadas, pero las autoridades obtuvieron permiso para tirar 25 árboles más en la zona aún bajo su control en diciembre de 2000, ocultando la imagen en gran medida.
No estoy de acuerdo con que los tiren. Encantador como burlaron la iconoclasia comunista. Solo sobrevivió para que vengan los capitalistas a tirarlos.
ResponderEliminarLa verdad es que cuanto menos es curioso. No sé, si solo se ve unos pocos días al año y de hecho tardaron décadas en darse cuenta, no creo que arrancar los árboles sea la mejor solución.
ResponderEliminarCuriosísimo.
ResponderEliminarIba a decir que es lo único que floreció a causa del nazismo. Los árboles siempre son bonitos y no entienden de ideologías ni de guerras.
Un saludo.
Que curiosa planificacion,, que solo una vez al año en otoño, salga una svastica .... y solo visible desde el aire....
ResponderEliminarGenial ideaaa....