jueves, 25 de febrero de 2010

París "eternamente agradecida" distingue a tres héroes republicanos españoles

La ciudad de París "eternamente agradecida" dio hoy su mayor distinción a tres republicanos españoles, Raphael Gómez, Manuel Fernández y Luis Royo Ibáñez, últimos supervivientes de La Nueve, la primera unidad militar que el 24 de agosto de 1944 penetró en la ciudad todavía nazi para liberarla.

Estos tres héroes de la Guerra Civil y de la Segunda Guerra Mundial, representantes de los grandes olvidados de la Victoria aliada, debían recibir la medalla Vermeil de manos de la primera teniente de alcalde, Anne Hidalgo, hija ella misma de exiliados republicanos y una de las principales promotoras del acto.

Su ausencia imprevista no impidió que la ceremonia, organizada en el marco de la Presidencia española de la Unión Europea (UE) y que contó con la asistencia de numerosas personalidades de ambos países, fuese particularmente emotiva.

El concejal de Relaciones Internacionales, Pierre Schapira, evocó el "infinito reconocimiento" de París para con los combatientes españoles de la IX compañía de la II División blindada del ejército del general Leclerc.

Glosó su compromiso, su valor y su generosidad, así como la determinación y el altruismo "que encarnan y representan", al citar "la deuda eterna" de París para con ellos, que "son y serán siempre nuestros héroes".

"La Nueve, es su historia y es también la que hizo la nuestra", además de ser la historia anónima de miles de hombres, "3.500 republicanos, artesanos, profesores, comerciantes, obligados a huir de España" que luego siguieron luchando por la Libertad, resaltó antes de presentar sus hazañas militares, reconocidas desde hace muy pocos años, tras décadas de absoluto anonimato.

De Manuel Fernández, nacido en 1919 en Marentes (Asturias), combatiente del ejército republicano detenido en 1937 y encarcelado en León, recordó que logró huir de la prisión franquista para enrolarse voluntario en el XI Regimiento de Marca de Voluntarios Extranjeros en Francia y "fue inmediatamente enviado al frente".

Tapicero en las Galerías Lafayette tras la guerra, había integrado la futura 2º División Blindada (DB) del General Leclerc a finales de 1943, junto con otros republicanos españoles del Cuerpo Franco de África; para desembarcar en Normandía en agosto de 1944, donde fue herido gravemente.

Tras recibir su Medalla "sereno, como he vivido siempre", Manuel recordó como él y sus compañeros "lamentaron todos" que la liberación no continuase más allá de los Pirineos.

Muy agradecido a Francia por la acogida recibida, dijo "comprender" el olvido de décadas pasadas, tras la insistencia del General de Gaulle de que París se había liberado por sus propios medios, y agregó que los españoles no fueron los únicos, pues "belgas, polacos y árabes también lucharon mucho".

Del segundo homenajeado, el almeriense Rafael Gómez (1921), hijo de republicanos y todavía un escolar de 16 años cuando se movilizó en La Quinta del Biberón, Schapira recordó cómo vivió la Retirada y conoció los campos franceses de exiliados españoles de Barcarès y de Saint-Cyprien, antes de ir a Oran, luchar en Túnez y enrolarse voluntario contra la ocupación nazi en Francia, en el 43.

Zapatero de profesión instalado en Alsacia (noreste) durante gran parte del resto de su vida, luchó dentro de La Novena compañía del III Batallón del Regimiento de Marcha del Tchad que dirigía Leclerc, y pasó su primera noche en París, el 24 de agosto de 1944, justo a las puertas del edificio donde hoy fue homenajeado.

"Mi tarea era combatir (...) No creí nunca que íbamos a estar tan bien recibidos por haber hecho nuestro deber", explicó a la prensa Rafael Gómez momentos después de recibir su condecoración.

Recordó, asimismo, cómo los primeros liberadores de París, los miembros de La Nueve, en su mayor parte españoles -él al frente de un blindado bautizado "Guernica"- portaban "todos" un banderín republicano bien visible en la solapa de sus uniformes.

El tercer galardonado fue Luis Royo Ibañez, nacido en Barcelona en 1920, militar republicano a los 17 años y participante de la Batalla del Ebro en el 1938; encerrado siete meses en el campo de concentración de Agde, desertor de la Légion Étrangère en 1941 para unirse en África al ejército aliado, y en 1943 a la 2DB con los republicanos españoles del Cuerpo Franco de África.

"Nunca es tarde" para recibir este tipo de reconocimientos, estimó Royo, ex conductor del blindado "Madrid" de La Nueve, con el que entró en París el 25 de agosto y con el que el 26 acompañó al general De Gaulle en un histórico desfile militar, antes de continuar la Guerra, a cuyo terminó se instaló en Francia, donde trabajó en la constructora de automóviles Citroen.

El homenaje continuará esta noche con la presentación del documental "La Nueve o les oubliés de la victoire", de Alberto Marquardt.

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