El psicoanalista judío, Sigmund Freud, podría haber sido uno de los mecenas del líder nazi, Adolf Hitler.
Una acuarela pintada por Hitler, presentada a la venta en una subasta de Mullock's en el Reino Unido, lleva una inscripción en el dorso con el nombre de la consulta médica de Freud en Viena.
La pintura muestra una pequeña iglesia con unas montañas al fondo y está firmada con la inscripción "A. Hitler 1910". En el dorso está escrito en italiano: 'Studio Medico Sigmund Freud Vienne'.
El precio inicial del cuadro fijado para la subasta que tendrá lugar el 2 del marzo en Ludlow, Shropshire, es de 11.500 euros.
Actualmente, la acuarela pertenece a un italiano que afirma que fue llevada de Viena a Italia después de la Segunda Guerra Mundial por un soldado estadounidense quien aseguraba que estaba colgada en una de las paredes del consultorio de Freud en Viena.
Los expertos de la casa de subastas Mullock's comentan que la idea parece rara, pero "no es totalmente imposible".
Freud y Hitler coincidieron en la capital del Imperio austrohúngaro en 1910 y es posible que el fundador del psicoanálisis en persona o alguno de sus empleados hubiera comprado la obra del 'pintor'. Sin embargo, ya no se sabrá nunca si las dos figuras tan destacadas de aquella época realmente se encontraron cara a cara.
En aquella época Hitler residía en Viena, tratando de ganarse la vida pintando. Ahora resulta muy curioso que la mayoría de sus clientes fuera empresarios judíos.
Es un hecho conocido que el futuro dictador trató de matricularse en la Academia de Bellas Artes de Viena dos veces y fracasó. Se ganó la vida pintando en Viena hasta 1913, cuando se mudó a Munich, donde siguió trabajando por un tiempo como pintor. Su carrera en este campo terminó con el inicio de la Primera Guerra Mundial, cuando se incorporó a las filas del ejército.
Mientras tanto, el fundador del psicoanálisis pudo experimentar en persona el 'ardiente amor' del 'führer' por los judíos, al ser Austria el primer objetivo de la expansión de la Alemania nazi y de su limpieza étnica. Sus hermanas fueron deportadas a un campo de concentración donde murieron en 1942. El mismo Freud con su mujer y su hija consiguió emigrar a Londres en 1938, tras afrontar varios interrogatorios por parte de la Gestapo, pagar un rescate de 4.000 dólares al Gobierno por el derecho a salir del país y firmar un “agradecimiento” por escrito a la Gestapo por su “buen hacer”.
Según los expertos, Hitler elaboró unas 3.000 pinturas, pero solamente se conservan unos centenares. Y la demanda por ellas es bastante alta.
En 2009, por ejemplo, 13 pinturas del 'führer' fueron vendidas en la subasta de Mullock's por 106.000 euros, aunque los pronósticos más optimistas de los expertos sólo alcanzaban los 65.000.
Sin embargo, se conocen casos, en los que las obras de Hitler fueron adquiridas con unos propósitos distintos al mero coleccionismo. Así, en 2008, los artistas conceptuales británicos, Jake y Dinos Chapman, compraron acuarelas de Hitler y las presentaron en la galería de Londres White Cube en una exposición llamada: '¡Qué felices habríamos sido si Hitler hubiera sido hippie!'. Las obras fueron presentadas un poco “modificadas”. Encima de los paisajes plasmados por el líder nazi, los hermanos Chapman pintaron arcoiris, cielos con estrellas brillantes, corazones y 'smileys'. Las modificaciones elevaron el precio de las obras en seis veces, vendiéndose por un total de 1,4 millones de dólares.
Una acuarela pintada por Hitler, presentada a la venta en una subasta de Mullock's en el Reino Unido, lleva una inscripción en el dorso con el nombre de la consulta médica de Freud en Viena.
La pintura muestra una pequeña iglesia con unas montañas al fondo y está firmada con la inscripción "A. Hitler 1910". En el dorso está escrito en italiano: 'Studio Medico Sigmund Freud Vienne'.
El precio inicial del cuadro fijado para la subasta que tendrá lugar el 2 del marzo en Ludlow, Shropshire, es de 11.500 euros.
Actualmente, la acuarela pertenece a un italiano que afirma que fue llevada de Viena a Italia después de la Segunda Guerra Mundial por un soldado estadounidense quien aseguraba que estaba colgada en una de las paredes del consultorio de Freud en Viena.
Los expertos de la casa de subastas Mullock's comentan que la idea parece rara, pero "no es totalmente imposible".
Freud y Hitler coincidieron en la capital del Imperio austrohúngaro en 1910 y es posible que el fundador del psicoanálisis en persona o alguno de sus empleados hubiera comprado la obra del 'pintor'. Sin embargo, ya no se sabrá nunca si las dos figuras tan destacadas de aquella época realmente se encontraron cara a cara.
En aquella época Hitler residía en Viena, tratando de ganarse la vida pintando. Ahora resulta muy curioso que la mayoría de sus clientes fuera empresarios judíos.
Es un hecho conocido que el futuro dictador trató de matricularse en la Academia de Bellas Artes de Viena dos veces y fracasó. Se ganó la vida pintando en Viena hasta 1913, cuando se mudó a Munich, donde siguió trabajando por un tiempo como pintor. Su carrera en este campo terminó con el inicio de la Primera Guerra Mundial, cuando se incorporó a las filas del ejército.
Mientras tanto, el fundador del psicoanálisis pudo experimentar en persona el 'ardiente amor' del 'führer' por los judíos, al ser Austria el primer objetivo de la expansión de la Alemania nazi y de su limpieza étnica. Sus hermanas fueron deportadas a un campo de concentración donde murieron en 1942. El mismo Freud con su mujer y su hija consiguió emigrar a Londres en 1938, tras afrontar varios interrogatorios por parte de la Gestapo, pagar un rescate de 4.000 dólares al Gobierno por el derecho a salir del país y firmar un “agradecimiento” por escrito a la Gestapo por su “buen hacer”.
Según los expertos, Hitler elaboró unas 3.000 pinturas, pero solamente se conservan unos centenares. Y la demanda por ellas es bastante alta.
En 2009, por ejemplo, 13 pinturas del 'führer' fueron vendidas en la subasta de Mullock's por 106.000 euros, aunque los pronósticos más optimistas de los expertos sólo alcanzaban los 65.000.
Sin embargo, se conocen casos, en los que las obras de Hitler fueron adquiridas con unos propósitos distintos al mero coleccionismo. Así, en 2008, los artistas conceptuales británicos, Jake y Dinos Chapman, compraron acuarelas de Hitler y las presentaron en la galería de Londres White Cube en una exposición llamada: '¡Qué felices habríamos sido si Hitler hubiera sido hippie!'. Las obras fueron presentadas un poco “modificadas”. Encima de los paisajes plasmados por el líder nazi, los hermanos Chapman pintaron arcoiris, cielos con estrellas brillantes, corazones y 'smileys'. Las modificaciones elevaron el precio de las obras en seis veces, vendiéndose por un total de 1,4 millones de dólares.
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