La película de Roehler muestra cómo vive la elite nazi y en especial la relación de Goebbels, ministro de propaganda de Adolf Hitler, con los artistas y el mundo del cine en Berlín en la época de la Segunda Guerra Mundial, reconstruyendo la hechura de esa película antisemita estrenada en 1940, en el primer Festival de cine de Venecia.
En la época nazi, el actor Ferdinand Marian (Tobias Moretti) era uno de los mejores de su generación. Estaba casado con una bella judía, Anna (Martina Gedeck). Mientras la pequeña hija de ambos aprende cantos y poemas nazis en la escuela, ellos esconden a un viejo actor judío en el traspatio de su residencia.
Según el guionista Klaus Richter, que escribió el argumento hace ocho años, basándose en hechos históricos muy precisos, Hitler le ordenó a Goebbels que se encargara de hacer una película de contenido nacional-socialista para desprestigiar a los judíos, pero debía hacerse con sutilidad para que no fuese percibido como "propaganda barata".
Goebbels escogió al actor Ferdinand Marian, quien primero se negó, para interpretar el papel de Joseph Suss Oppenheimer, un judío conocido como 'Jud Suss', famoso por haber logrado aumentar con impopulares impuestos los recursos financieros del ducado de Wurttemberg en el siglo XVIII, y luego ahorcado tras haber sido acusado de alta traición.
La vida de Oppenheimer inspiró una novela escrita en 1827, adaptada por el director de cine Veit Harlan en 1940. Su filme fue ampliamente difundido en toda Europa y hasta recibió los elogios de un joven crítico de cine italiano llamado Michelangelo Antonioni.
El realizador Oscar Roehler dijo que lo que le motivó para hacer su filme, que él mismo calificó de "melodrama", sobre la hechura de esa película antisemita, fue la época en que se realizó, y sobre todo reconstruir el mundo del cine alemán de la época, lleno de autosatisfacción y arribismo.
"Fue después de la Noche de los Cristales (pogromo en 1938 contra los judíos en Alemania y Austria). Ya se sabía lo que estaba pasando, la persecución de los judíos. Hitler se enojó mucho con Goebbels porque no había películas nacional-socialistas que exaltaran la gloria de Alemania", declaró Roehler tras la proyección del filme, que fue abucheado por algunos periodistas.
Moritz Bleibtreu, el actor que interpreta a Goebbels, dijo por su parte que 'El judío Suss' permite a los alemanes "atreverse a mirar de otra forma nuestra propia historia, para distanciarnos de ella sin olvidarla, por supuesto. Goebbels era un sátiro, un payaso. Uno se pregunta cómo millones de personas creyeron en él".
Roehler dijo que su versión de la filmación de la película antisemita de 1940 pretendía mostrar "el drama de un ser humano, el actor Ferdinand Marian, su contradicción, su ingenuidad al pensar que podrá trabajar artísticamente en una película de propaganda antisemita sin causarle daño a los judíos".
Lo raro es que se permitiese a un judío seguir realizando su trabajo en Alemania, incluso el de actor, tras la "noche de los cristales rotos". La única razón se debería a intentar humillarle más y que la película antijudía resultara más convincente al ser interpretada por un judío.
ResponderEliminarQue raro. Ya aparece otro film de desprestigio a la época gloriosa de Alemania.
ResponderEliminarY como siempre, intentando que los Alemanes se asuman culpables por aquella etapa del país. Así es más fácil al judío sacarle rédito comercial a su holocuento...
Gloriosa Alemania? Para quién? Nadie intenta que los alemanes asuman su culpablidad por aquella etapa. Afortunadamente es el propio pueblo alemán, los hijos y nietos de aquellos protagonistas, los que han hecho un gran ejercicio de responsabilidad y están dando un gran ejemplo al mundo con su ya demostrada capacidad de autocrítica y repulsión a las atrocidades cometidas por supueblo hace menos de un siglo.
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