No es, desde luego, la primero, y seguro que tampoco la última vez que en 2GM Blog hablamos de Garbo, el espía español que cambió el rumbo de la guerra.
Ahora, tras haber ganado el Giraldillo de Oro del Festival de Sevilla y el Goya, y después de llevar 15 semanas de exhibición en Madrid y Barcelona, el documental "Garbo, el espía" se podrá ver en Sevilla a partir del jueves 18 de marzo.
A continuación os trascribo el artículo que el Diario de Sevilla publica hoy al respecto de esta proyeccción.
Juan Pujol, gerente de una granja de pollos, decide tomar parte en los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial: tras su primer y frustrado contacto con los británicos, convence a los nazis de que puede espiar para ellos y, más tarde, se convierte en agente doble. Su ingenua temeridad da, sin embargo, sus frutos: hace creer a los alemanes que el desembarco de Normandía no es más que una estrategia para engañar al enemigo, que la operación tendrá lugar realmente en el Paso de Calais. Pujol logra esta hazaña, además, sin hablar inglés y sin disparar un solo tiro, gracias únicamente a una convincente interpretación por la que sería apodado Garbo. Sam Mendes, Lasse Hallström y Antonio Hernández quisieron trasladar a la pantalla la extraordinaria historia real de este personaje, pero ha sido el productor Edmon Roch -en su debut como director de largometrajes- el que ha materializado en un documental la fascinación ante una vida tan aventurada. Garbo, el espía, el retrato de este hombre corriente que cambió el destino de la humanidad, se estrena mañana en el cine Avenida tras obtener, entre otros premios, el Giraldillo de Oro del Festival de Sevilla y el Goya, y después de llevar 15 semanas de exhibición en Madrid y Barcelona. Diario de Sevilla organizó ayer un preestreno de la película.
La cantidad de datos asombrosos que esconde la biografía de Pujol motivó que los responsables del proyecto optaran por el género documental, que se adaptaba mejor a la naturaleza del relato. "Si haces una ficción, tienes que rebajar la historia para que sea verosímil", opina Roch. Aun así, a pesar de que ha evitado dar "demasiada información, porque provocas que el espectador desconecte", y ha realizado un impresionante ejercicio de síntesis a partir de más de 700 horas de material, la singularidad de los hechos ha provocado que, en más de un foro, el trabajo se tome por un falso documental. "En Amsterdam, el principal festival de documentales junto con Toronto, un grupo de compradores alemanes especializados en temas de guerra me estaban felicitando y preguntaron: ¿Qué necesidad tenía de inventarse esta historia? No lo decía gente de la calle, sino profesionales familiarizados con la Segunda Guerra Mundial", recuerda.
Roch -productor curtido junto a realizadores como Whit Stillman, Peter Greenaway, Jean-Jacques Annaud o Tom Tykwer- suple la escasez de imágenes reales de su protagonista con fotogramas emblemáticos de la historia del cine, extraídos de títulos como Patton o El día más largo. Aunque está ambientada en la Cuba de Batista, la película Nuestro hombre en La Habana juega un papel destacado en el conjunto: todo indica que Graham Greene se inspiró en Pujol para su ficción. "La forma de operar y de inventarse los falsos mensajes para el otro bando es igual, Greene tenía el radar alerta a lo que ocurría en su entorno y ambos fueron, casi, compañeros de pupitre", precisa Roch, quien estrenará su filme en Estados Unidos "antes del verano". La distribuidora ve en Garbo posibilidades de Oscar y, si algo ha demostrado Pujol, el hombre que salvó al mundo, es que ninguna meta resulta imposible de alcanzar.
Ahora, tras haber ganado el Giraldillo de Oro del Festival de Sevilla y el Goya, y después de llevar 15 semanas de exhibición en Madrid y Barcelona, el documental "Garbo, el espía" se podrá ver en Sevilla a partir del jueves 18 de marzo.
A continuación os trascribo el artículo que el Diario de Sevilla publica hoy al respecto de esta proyeccción.
Juan Pujol, gerente de una granja de pollos, decide tomar parte en los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial: tras su primer y frustrado contacto con los británicos, convence a los nazis de que puede espiar para ellos y, más tarde, se convierte en agente doble. Su ingenua temeridad da, sin embargo, sus frutos: hace creer a los alemanes que el desembarco de Normandía no es más que una estrategia para engañar al enemigo, que la operación tendrá lugar realmente en el Paso de Calais. Pujol logra esta hazaña, además, sin hablar inglés y sin disparar un solo tiro, gracias únicamente a una convincente interpretación por la que sería apodado Garbo. Sam Mendes, Lasse Hallström y Antonio Hernández quisieron trasladar a la pantalla la extraordinaria historia real de este personaje, pero ha sido el productor Edmon Roch -en su debut como director de largometrajes- el que ha materializado en un documental la fascinación ante una vida tan aventurada. Garbo, el espía, el retrato de este hombre corriente que cambió el destino de la humanidad, se estrena mañana en el cine Avenida tras obtener, entre otros premios, el Giraldillo de Oro del Festival de Sevilla y el Goya, y después de llevar 15 semanas de exhibición en Madrid y Barcelona. Diario de Sevilla organizó ayer un preestreno de la película.
La cantidad de datos asombrosos que esconde la biografía de Pujol motivó que los responsables del proyecto optaran por el género documental, que se adaptaba mejor a la naturaleza del relato. "Si haces una ficción, tienes que rebajar la historia para que sea verosímil", opina Roch. Aun así, a pesar de que ha evitado dar "demasiada información, porque provocas que el espectador desconecte", y ha realizado un impresionante ejercicio de síntesis a partir de más de 700 horas de material, la singularidad de los hechos ha provocado que, en más de un foro, el trabajo se tome por un falso documental. "En Amsterdam, el principal festival de documentales junto con Toronto, un grupo de compradores alemanes especializados en temas de guerra me estaban felicitando y preguntaron: ¿Qué necesidad tenía de inventarse esta historia? No lo decía gente de la calle, sino profesionales familiarizados con la Segunda Guerra Mundial", recuerda.
Roch -productor curtido junto a realizadores como Whit Stillman, Peter Greenaway, Jean-Jacques Annaud o Tom Tykwer- suple la escasez de imágenes reales de su protagonista con fotogramas emblemáticos de la historia del cine, extraídos de títulos como Patton o El día más largo. Aunque está ambientada en la Cuba de Batista, la película Nuestro hombre en La Habana juega un papel destacado en el conjunto: todo indica que Graham Greene se inspiró en Pujol para su ficción. "La forma de operar y de inventarse los falsos mensajes para el otro bando es igual, Greene tenía el radar alerta a lo que ocurría en su entorno y ambos fueron, casi, compañeros de pupitre", precisa Roch, quien estrenará su filme en Estados Unidos "antes del verano". La distribuidora ve en Garbo posibilidades de Oscar y, si algo ha demostrado Pujol, el hombre que salvó al mundo, es que ninguna meta resulta imposible de alcanzar.
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