Somo se despertó ayer con el apellido Hitler escrito en su registro de turistas. 65 años después de la capitulación de la Alemania nazi, el escritor argentino Abel Basti asegura en su nuevo libro que el Führer no se suicidó en su búnker de la Cancillería de Berlín el 30 de abril de 1945, sino que huyó a Argentina. Una fuga que lo llevó a apearse en Cantabria y pasar unos días en la ya desaparecida hostería 'Las Quebrantas'.
Según la tesis que defiende Basti en 'El exilio de Hitler', apoyado por lo que asegura son testimonios y documentos oficiales, el dictador alemán se escapó a Austria, voló hasta Barcelona y, desde allí, fue a Vigo para embarcar en un submarino que lo llevó hasta Argentina. En ese viaje, Hitler hizo una parada en Cantabria.
Las revelaciones que Basti hace en su libro coparon ayer las portadas de los medios digitales de todo el país. Y provocaron que los teléfonos de Somo no dejaran de sonar. La propietaria del restaurante 'Las Quebrantas' explicó ayer, más de una vez, que ni su local estaba abierto en los años 40 ni Hitler pidió allí el menú del día.
Este periódico se puso ayer en contacto con Basti, que reafirmó su tesis que sostiene que en el trayecto entre Barcelona y Vigo, el Führer se detuvo en 'Las Quebrantas' de Somo y allí «mantuvo varias reuniones con su séquito», señaló el escritor.
Basti desveló que este dato le llegó por dos fuentes distintas. La primera, un soldado de la División Azul, Raúl López Rouco, quien luego formó parte de la Gestapo. «Este hombre asegura que vio a Hitler en Barcelona a finales de abril de 1945, días después de su supuesto suicidio», señaló el investigador argentino.
La segunda fuente es un monje, cuyo nombre no puede desvelar, y cuya familia era «muy amiga de Hitler». Es este clérigo el que sitúa con más «fiabilidad» al Führer en Cantabria. «Hay más personas que me hablaron de ello, pero tengo un acuerdo por el que no puedo desvelar sus nombres. Siguen teniendo miedo», apuntó Basti, quien también esgrime documentos oficiales de los ejércitos norteamericano y alemán sobre la salida de Hitler de su país y su paso por España, antes de exiliarse en Argentina, donde vivió con su esposa, Eva Braun, hasta su muerte.
Según pudo saber este periódico a través de vecinos de Somo, la hostería 'Las Quebrantas' estuvo situada frente al aparcamiento de la playa de Somo hasta que fue derribada hace quince años, y en su lugar se construyeron edificios. «Allí se reunían en los años 40 y 50 muchos políticos, artistas y militares franquistas», recordaron varios residentes de la zona.
La mayor revelación de este libro, de reciente publicación en Argentina y que en junio saldrá a la venta en el mercado español, es un documento secreto alemán conseguido por el autor en su país y en el que el Führer aparece como uno de los pasajeros evacuados en un avión de Austria a Barcelona el 26 de abril de 1945.
El «gran secreto» de la huida de Hitler fue la llegada de uno de sus dobles al búnker, que «tuvo ribetes dignos de una película de Hollywood» y ocurrió «al atardecer del 22 de abril de 1945».
«Ese día el verdadero Hitler voló hacia el aeropuerto austríaco de Hörsching, cercano a la ciudad de Linz, con ocho personas, entre ellas Eva Braun», precisó Basti, quien subrayó la coincidencia de esta versión con el testimonio de Heinrich Müller, jefe de la Gestapo, durante un interrogatorio de la CIA.
Según la tesis que defiende Basti en 'El exilio de Hitler', apoyado por lo que asegura son testimonios y documentos oficiales, el dictador alemán se escapó a Austria, voló hasta Barcelona y, desde allí, fue a Vigo para embarcar en un submarino que lo llevó hasta Argentina. En ese viaje, Hitler hizo una parada en Cantabria.
Las revelaciones que Basti hace en su libro coparon ayer las portadas de los medios digitales de todo el país. Y provocaron que los teléfonos de Somo no dejaran de sonar. La propietaria del restaurante 'Las Quebrantas' explicó ayer, más de una vez, que ni su local estaba abierto en los años 40 ni Hitler pidió allí el menú del día.
Este periódico se puso ayer en contacto con Basti, que reafirmó su tesis que sostiene que en el trayecto entre Barcelona y Vigo, el Führer se detuvo en 'Las Quebrantas' de Somo y allí «mantuvo varias reuniones con su séquito», señaló el escritor.
Basti desveló que este dato le llegó por dos fuentes distintas. La primera, un soldado de la División Azul, Raúl López Rouco, quien luego formó parte de la Gestapo. «Este hombre asegura que vio a Hitler en Barcelona a finales de abril de 1945, días después de su supuesto suicidio», señaló el investigador argentino.
La segunda fuente es un monje, cuyo nombre no puede desvelar, y cuya familia era «muy amiga de Hitler». Es este clérigo el que sitúa con más «fiabilidad» al Führer en Cantabria. «Hay más personas que me hablaron de ello, pero tengo un acuerdo por el que no puedo desvelar sus nombres. Siguen teniendo miedo», apuntó Basti, quien también esgrime documentos oficiales de los ejércitos norteamericano y alemán sobre la salida de Hitler de su país y su paso por España, antes de exiliarse en Argentina, donde vivió con su esposa, Eva Braun, hasta su muerte.
Según pudo saber este periódico a través de vecinos de Somo, la hostería 'Las Quebrantas' estuvo situada frente al aparcamiento de la playa de Somo hasta que fue derribada hace quince años, y en su lugar se construyeron edificios. «Allí se reunían en los años 40 y 50 muchos políticos, artistas y militares franquistas», recordaron varios residentes de la zona.
La mayor revelación de este libro, de reciente publicación en Argentina y que en junio saldrá a la venta en el mercado español, es un documento secreto alemán conseguido por el autor en su país y en el que el Führer aparece como uno de los pasajeros evacuados en un avión de Austria a Barcelona el 26 de abril de 1945.
El «gran secreto» de la huida de Hitler fue la llegada de uno de sus dobles al búnker, que «tuvo ribetes dignos de una película de Hollywood» y ocurrió «al atardecer del 22 de abril de 1945».
«Ese día el verdadero Hitler voló hacia el aeropuerto austríaco de Hörsching, cercano a la ciudad de Linz, con ocho personas, entre ellas Eva Braun», precisó Basti, quien subrayó la coincidencia de esta versión con el testimonio de Heinrich Müller, jefe de la Gestapo, durante un interrogatorio de la CIA.
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