La conmemoración del aniversario de los bombardeos aliados sobre Dresde durante la segunda guerra mundial volvió a convocar ayer dos manifestaciones de signo totalmente opuesto. Unos 10.000 manifestantes de izquierdas formaron una cadena humana que impidió el recorrido de 5.000 nazis por la ciudad para conmemorar lo que ellos llaman «el holocausto de las bombas». La policía tuvo que intervenir para poner fin a los enfrentamientos, que acabaron no obstante sin heridos ni detenciones.
Los bombardeos sobre Dresde constituyen uno de los hechos de la segunda guerra mundial que más emociones encontradas suscitan todavía hoy en Alemania. Los ataques de la aviación británica durante el 13 y 14 de febrero de 1945 dejaron en esa ciudad 25.000 muertos. Solo en el primer cuarto de hora de la ofensiva, los aviones arrojaron 888 toneladas de bombas.
Los bombardeos se han erigido en el símbolo del sufrimiento de la población civil alemana durante las segunda guerra mundial y los nazis siempre han tratado de capitalizar ese episodio. Es aquí donde cada año tiene lugar la mayor concentración de ultraderechistas del país.
Los bombardeos sobre Dresde constituyen uno de los hechos de la segunda guerra mundial que más emociones encontradas suscitan todavía hoy en Alemania. Los ataques de la aviación británica durante el 13 y 14 de febrero de 1945 dejaron en esa ciudad 25.000 muertos. Solo en el primer cuarto de hora de la ofensiva, los aviones arrojaron 888 toneladas de bombas.
Los bombardeos se han erigido en el símbolo del sufrimiento de la población civil alemana durante las segunda guerra mundial y los nazis siempre han tratado de capitalizar ese episodio. Es aquí donde cada año tiene lugar la mayor concentración de ultraderechistas del país.
Es cierto que los nazis y sus simpatizantes de todo el mundo siempre han utilizado este bombardeo para decir que "los malos eran los otros", obviando la importancia de los propios bombardeos sobre población civil y el aniquilamiento de millones de ciudadanos en los campos de exterminio. Sólo falta ya hablar del genocida Truman con el tema de las bombas atómicas y así descargar en otros las culpas propias.
ResponderEliminarCada palo que aguante su vela.
Un saludo.
En todo caso, lo cierto es que antifascistas y nazis suelen ser bastante similares en cuanto al uso indiscriminado de la violencia. Lo bueno es que suelen apalizarse entre ellos mismos
ResponderEliminarSí, es como si fueran dos bestias que se devoran mutuamente. Ninguno de los dos grupos me da la más mínima lástima.
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