Ya no habrá reuniones de neonazis cada 17 de agosto, aniversario de la muerte del jerarca nazista Rudolf Hess, en Wunsiedel, en la región alemana de la Baviera. Sus habitantes respiran tranquilos, según cuenta el diario Süddesustche Zeitung, que confirma que la Iglesia anglicana, dueña del terreno donde reposaban los restos de Hess, ha decidido no renovar la concesión del área. La decisión ha sido dictada para evitar las marchas de jóvenes neonazis que cada verano invadían la zona. En 2004, hasta 9.000 personas se reunieron para recordar el que para los modernos grupos de ultraderecha siempre ha sido un modelo a seguir.
Hombre de confianza de Hitler
Rudolf Hess conoció a Adolf Hitler mucho antes de que éste tomara el poder, e incluso le ayudó a escribir la obra de referencia del nazismo alemán, el Mein Kampf. Cuando Hitler llegó al poder, Hess fue numero tres del partido, detrás de Göering. En 1941 se encontró al centro de un escándalo todavía no resuelto. Voló con una avión hasta Escocia, donde se tiró con el paracaídas para alcanzar el castillo del Duque de Hamilton, considerado uno de los hombres que mantenía el diálogo entre Tercer Reich y Reino Unido. Nunca se supo la verdadera razón de aquella misión, condenada por Hitler.
Después de la segunda Guerra Mundial fue condenado y encarcelado por el Tribunal de Nuremberg, y pasó su vida en la cárcel de Spandau, en Berlín, hasta que en 1987 fue encontrado muerto. La hipotesis del sucidio nunca fue acepttada por la familia. La nieta ha ahora decidido quemar los restos de Hess para dispersarlos en el mar.
El hecho ha causado un gran revuelto ideológico en Alemania, tanto que varios periódicos nacionales han dedicado sus portadas de esta semana a la tumba del jerarca nazista
Creo que su nieta ha hecho bien incinerando los restos de su abuelo y esparciéndolos en el mar, Hess llegó a ser la mano derecha de Hitler y un apoyo importantísimo durante los años de lucha del nazismo hasta que Hitler consiguió el poder en 1933. Al final Rudolf Hess ha acabado igual que sus contemporáneos nazis, Ribbentrop, Goering, Goebbels, Himmler, etc…incinerados para evitar precisamente esto que ocurría en este pueblo alemán. Por cierto, aparte de la conocida biografía del personaje escrita por David Irving, ¿sabéis algún otro estudio sobre Hess?
ResponderEliminarUn saludo.