La trama de espionaje producida durante la Segunda Guerra Mundial en España, con León como uno de los principales escenarios, ha salido a la luz de la mano de la Asociación de Estudios sobre la Represión en León, Aerle, con el libro publicado recientemente bajo el título «Una alternativa al desembarco de Normandía en España. La trama de espionaje organizada por la Embajada Inglesa».
Así, a lo largo de 437 páginas, Aerle revela toda la documentación procedente del Archivo Militar de El Ferrol donde se desvelan los detalles de «una posible alternativa española al desembarco de Normandía».
En este aspecto, y como principal líder aparece el leonés Lorenzo Sanmiguel, que durante diez meses se convirtió en uno de los quebraderos de cabeza del Franquismo, al conformar bajo sus órdenes a un grupo de agentes que burlaron la seguridad del equipo de Franco durante los años de la Segunda Guerra Mundial.
Propaganda subversiva. Sanmiguel regresó a Astorga, procedente de México, como voluntario en el Regimiento de Infantería, aunque pocos meses después fue detenido y procesado por distribuir hojas de propaganda «subversiva» en cuartel.
No obstante, y tras pasar un tiempo en los calabozos, logró fugarse para afincarse en Gijón, donde se escondió en el domicilio de su padre hasta el 5 de febrero de 1941.
Cinco meses después consiguió pasar la frontera portuguesa de forma clandestina, donde visitó diversas embajadas para informar de su posición en beneficio de la «causa roja», aunque tuvo que regresar a España puesto que la Policía Internacional lo buscaba.
Fue en ese momento cuando se dedicó a reclutar a un total de 36 personas, elegidas por recomendación, por ser parte de su familia o afines a su ideología política.
Juan Martínez, pues así se hizo llamar Sanmiguel durante cierto tiempo para ocultar su verdadera identidad, se convirtió en el líder de esta red de espionaje basada en proporcionar información sobre el sistema militar defensivo español en las costas y puertos del norte así como la localización de la vigilancia, emplazamientos, obras fortificadas, aeródromos, distribución del armamento, datos del comercio de exportación español o la situación alimenticia con los artículos que escaseaban o el sistema de racionamiento.
La labor de Sanmiguel se fundamentaba en confeccionar informes con todos los datos anteriores para que una persona enviada desde Madrid lo recogiera en León dos veces al mes.
Oleada de detenciones. Finalmente Lorenzo Sanmiguel fue capturado y asesinado el 20 de octubre de 1943 en la calle Condesa de Sagasta, en la capital leonesa, lo que desencadenó una oleada de detenciones: 56 personas fueron procesadas, 12 absueltas, cuatro fueron condenadas a pena de muerte y el resto a diferentes penas teniendo en cuenta su implicación en la red de espionaje. No obstante, fue imposible localizar a dos de las personas más involucradas.
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