El 19 de julio de 1941, los soviéticos evacuaban el cuerpo 
embalsamado de Lenin de su mausoleo en la Plaza Roja de Moscú y lo 
llevaban a una pequeña población rural en Siberia, ante los avances del 
ejército alemán a través de Rusia. Un tren especial viajaba hacia el 
Este con el cuerpo, productos químicos especiales y algunos de los 
tesoros de los zares, fuertemente custodiado por soldados para evitar un
 asalto de refugiados hambrientos.
Ése mismo día, un 
grupo de soldados alemanes que formaba parte de los escuadrones que 
marchaban hacia la capital rusa consiguió el mejor botín que podía 
imaginar: un millón de huevos de un almacén de alimentos del Ejército 
Rojo.
Son
 dos pequeñas anécdotas durante la Segunda Guerra Mundial,  un periodo 
histórico que hizo temblar los cimientos de nuestro continente y del 
mundo entero. Las cifras son apabullantes: 6 años de guerra, entre 50 y 
70 millones de muertos, cien millones de militares movilizados y un 
estado de guerra total en muchos de los países implicados. Y casi todos 
los países del mundo se implicaron, de una forma u otra.
Estamos
 acostumbrados a ver películas y leer novelas ambientadas en esta época y
 a pesar de ello a muchos nos cuesta imaginar la vida diaria en 
semejantes circunstancias, un día tras otro hasta sumar los seis años y 
un día que duró la contienda. La cotidianidad de la guerra, su 
continuidad implacable y la forma en que invadió cada aspecto de la vida
 de los que la sufrieron es algo que para nosotros termina cuando salen 
los títulos de crédito.
El día a día de la guerra contado en Twitter
Pero desde hace algún tiempo, la Segunda Guerra Mundial también se vive en Twitter. La cuenta WW2 Tweets from 1941
 (Segunda Guerra Mundial Tuits desde 1941), lleva dos años narrando día a
 día el desarrollo de la guerra con, exactamente, 72 años de distancia. 
Los movimientos de tropas y las batallas, pero también testimonios de 
civiles, prisioneros de guerra, soldados y líderes políticos de la 
época.
Alwyn Collinson, un estudiante británico de Historia, es el alma del proyecto. “Twitter es el canal perfecto para este tipo de cobertura”, comentó hablando de su proyecto, sorprendido de que nadie hubiese tenido la misma idea antes. 
Una
 idea que, por cierto, ha despertado el interés de miles de usuarios: la
 cuenta tiene en el momento de redactar este artículo 289.983 
seguidores. ¿Quién dijo que no nos gusta la historia?
Narrado en presente y con muchos recursos
Pero
 el gancho de esta cuenta no es solo los acontecimientos que cuenta, 
sino cómo los cuenta. Los mensajes se escriben en presente, con un eco 
periodístico de últimas noticias, como si fuese ahora cuando el ejército
 alemán hubiese capturado a Yakov, el hijo de Stalin,
 y no hace 72 años. No es solamente una forma enganchar a la audiencia, 
sino que consigue transmitir la misma sensación que vivieron los que 
sufrieron la guerra: no adelanta acontecimientos, de forma que no sabes 
quién va a ganar las batallas. Si te olvidas de lo que ya sabes, es como
 seguir un conflicto actual. 
Pero además, Collinson se 
apoya en otros recursos para darle fuerza a su idea y engancharnos a los
 acontecimientos: fotografías, carteles, archivos de audio, documentos 
históricos, citas. Cualquier documento que ilustre cómo fueron los 
hechos que narra y que nos conectan con los protagonistas.
Conectar con la realidad del momento
Esa
 es precisamente la intención de Collinson, conectar a la sociedad 
actual con la de entonces. “Creo que es imposible empatizar con la gente
 que murió si solamente conoces el número de bajas, pero leer la 
historia de una niña que vio morir a su hermana mayor tiroteada desde un
 avión un día concreto hace 72 años te hace entender el horror y la 
pérdida de la guerra”.
Twitter ha resultado ser la 
herramienta perfecta para ello: rápida, ágil, diaria y fugaz. En estos 
momentos –72 años atrás- el Ejército Rojo se prepara ante el avance de 
las tropas alemanas a través de Rusia, y Hitler ve la ventaja tan cerca que ha ordenado reducir considerablemente el tamaño del ejército germano.
 Churchill intenta animar a los londinenses, que resisten los bombardeos
 de la Luftwaffe como una oposición a Hitler en Europa. Mientras, los aliados discuten si pueden y deben fabricar la bomba atómica. 
Quedan
 aún cuatro años hasta que Japón firme su rendición el día 2 de 
septiembre de 1945 y con ello termine la guerra, y eso son muchos días con historias que contar.
 

 
 
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