Si bien su nombre real figuraba en la lista de 70 mil criminales de
guerra que eran buscados por los norteamericanos y británicos, estos
todavía no conocían el grado de responsabilidad de este teniente coronel
de las SS en el Holocausto.
El "anonimato" de Eichmann se terminó en enero de 1946, cuando en una de las sesiones del Juicio de Nuremberg Dietrich Wisliceny,
antiguo ayudante y amigo suyo, comenzó a revelar el funcionamiento de
la IV Sección de la Oficina Central de Seguridad del Reich.
La dependencia, a cargo de Eichmann, era la encargada de ubicar y
deportar a la población judía que vivía bajo la tutela del Tercer Reich,
para ser enviada a los campos de concentración y exterminio.
A partir de estos datos, los aliados intensificaron la búsqueda del Obersturmbannführerde
las SS, que había estado bajo custodia de tropas de los Estados Unidos
con el nombre falso de Otto Eckmann en centros de internación.
Tras lograr escapar de sus captores, Eichmann se escondió en varias
ciudades alemanes, hasta que recaló en Génova, Italia. Allí obtuvo un
pasaporte de la Cruz Roja, con visado argentino, bajo el nombre de
Ricardo Klement.
Ese documento, que será exhibido a fin de año en el Museo del Holocausto en Buenos Aires, le sirvió a Eichmann-Klement para radicarse en la Argentina en 1950. La profesora Graciela N. de Jinich, directora de la institución, confirmó a Infobae.com que se realizará una muestra con el histórico pasaporte bajo "especiales medidas de protección y seguridad".
Ya en el país, el criminal nazi realizó distintos trabajos, hasta que
consiguió un lugar en la fábrica de Mercedes Benz y, sintiéndose
seguro, trajo a su familia desde Alemania.
Sin embargo, el ex oficial de las SS fue detectado en Buenos Aires
por agentes del MOSSAD, quienes lograron secuestrarlo en mayo de 1960 y
llevarlo a Israel, donde fue juzgado. El episodio generó un incidente
diplómatico con el gobierno argentino, pero finalmente Eichmann no
escapó de su castigo.
Tras un largo juicio, Eichmann fue condenado a morir en la horca,
sentencia que se cumplió el 31 de mayo de 1962. Sus últimas palabras
fueron: "Larga vida a Alemania. Larga vida a Austria. Larga vida a
Argentina. Estos son los países con los que más me identifico y nunca
los voy a olvidar. Tuve que obedecer las reglas de la guerra y las de mi
bandera. Estoy listo".
Atrás quedaron varias leyendas, como las que aseguraban que era un
judío "renegado" que había nacido en Palestina (en realidad era
originario de Solingen, Alemania) o la que decía que un pelotón de
vengadores de la Haganah lo había ejecutado al finalizar la guerra.
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