Hitler no llegó a pisar suelo español. A no ser, claro está, que el führer no muriese y escapase a Sudamérica a través de la piel de toro... Teorías más o menos infundadas aparte, el punto más cercano al suelo patrio fue Hendaya, donde el 23 de octubre de 1940 se entrevistó con Francisco Franco para negociar la entrada española en la Segunda Guerra Mundial.
Quien sí visitó España fue uno de sus muchos «números dos»: Heinrich Himmler, reichsführer de las SS. El jefe de la «policía negra», del «Estado dentro del Estado» que fueron las Schutzstaffel, se encontraba en España el mismo día que Hitler se entrevistaba con Franco.
Quien sí visitó España fue uno de sus muchos «números dos»: Heinrich Himmler, reichsführer de las SS. El jefe de la «policía negra», del «Estado dentro del Estado» que fueron las Schutzstaffel, se encontraba en España el mismo día que Hitler se entrevistaba con Franco.
Tras dos jornadas de visita por Madrid para coordinar la entrevista Franco-Hitler, acudir a actos diplomáticos en su honor y dar el visto bueno a una corrida de toros en su honor (a pesar de defender los derechos de los animales), Himmler se trasladaba a Barcelona para realizar un «paseo turístico» relámpago e inexplicable. Sin embargo, su viaje escondía otras intenciones relacionadas con su pasión por el esoterismo y las ciencias ocultas.
Según diversas interpretaciones más o menos acertadas, el mítico y enigmático Santo Grial se encontraba en España, en el monasterio de la montaña de Montserrat. La similitud entre Montségur (el castillo de los cátaros), Montsalvat (donde «Parsifal» sitúa el castillo) y Montserrat (la montaña catalana), hizo que Himmler se interesara por el santo lugar.
Veinticinco oficiales de las SS, además del general Karl Wolff, otro de los mayores expertos en esoterismo del nazismo, acompañaban al reichsführer en su «excursión». Quien los recibió fue el germano parlante padre Andreu Ripol, fallecido en 2002, ya que ni el abad Antoni María Marcet ni el prior Aureli Maria Escarré quisieron acompañar a la expedición debido al anti-catolicismo de los nazis.
La ruta marcada comenzaba con una visita al monasterio, pero Himmler se negó. Así se lo hacía saber Wolf al padre Ripoll: «Perdone, pero a su Excelencia no le interesa el monasterio, sino la naturaleza». Quedaba clara su intención «turística», especialmente al preguntar insistentemente por el archivo y los documentos sobre el Grial. «Eso se lo han inventado ustedes», terciaba el padre Ripol. Tras un tenso paseo en el que Himmler intenta demostrar que «Jesús era ario, no judío», el jerarca alemán se da por vencido.
Varios actos diplomáticos más tarde, Himmler abandonaba España a la mañana siguiente, el 24 de octubre. Según algunos investigadores, algo le faltaba: su maletín negro, donde atesoraba todos los planos de Montserrat e informaciones sobre el Santo Grial. Al parecer, un camarero del hotel Ritz de Barcelona, donde se hospedó el jefe de las SS, logró robarlo por encargo del servicio de espionaje inglés, muy asentado en la zona.
Himmler no consiguió el Grial, ni lo olió si quiera; Hitler no adhirió a Franco a su causa, al menos de forma práctica y tangible, y España, ajena a tanta negociación, seguía intentando sobrevivir a una dura posguerra que marcaría a este país. Para lo bueno y para lo malo.
Vía|ABC
Gracias de nuevo a Cheman por el chivatazo :D
Himmler no consiguió el Grial, ni lo olió si quiera; Hitler no adhirió a Franco a su causa, al menos de forma práctica y tangible, y España, ajena a tanta negociación, seguía intentando sobrevivir a una dura posguerra que marcaría a este país. Para lo bueno y para lo malo.
Vía|ABC
Gracias de nuevo a Cheman por el chivatazo :D
Muy curioso. No conocía estos detalles.
ResponderEliminarAsí que para Himmler, Jesús no era judío sino ario. ¡Qué cosas! Y luego quería encontrar en España el Santo Grial.
Todo iría encaminado, me imagino, a dar un soporte histórico y cultural a la teoría de la raza superior. Algo así como una justificación a tantos desmanes.
Saludos.
Hace algunos años la revista Sàpiens publicó una entrevista con el monje que hizo de cicerone para Himmler.
ResponderEliminarLo digo por si alguien tiene mucho interés en el tema. Por supuesto, todo lo del Grial eran supercherías de los nazis, entre los cuales estaba de moda todo el tema esotérico.
Pues sería muy interesante localizar esa entrevista, Martí. A ver si la consigo por alguna parte...
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