Canarias jugó un papel discreto pero importante en la Segunda Guerra Mundial desde el primer momento. Tanto es así que el acorazado que inició el conflicto disparando contra la costa de Polonia el primero de setiembre de 1939, el Schleswig-Holstein, visitó varios puertos canarios año antes con una misión secreta: comprobar si el operativo logístico que habían montado en las islas funcionaba correctamente.
Como dije el día primero de este mes en Antena3, en Canarias tanto los ingleses como los alemanes jugaron al gato y al ratón durante la Segunda Guerra Mundial. Los alemanes contaban con la ventaja de que el régimen de Franco les había carta blanca para usar puertos y aeropuertos españoles como quisieran. Además, España se convirtió en una especie de patio trasero de la Alemania nazi y su presencia en España fue masiva: aquí se instaló la Gestapo, el Partido Nazi, los servicios secretos y de propaganda y la marina alemana utilizaba los puertos españoles a sus anchas.
Canarias no fue una excepción y aquí la marina alemana varios años antes del inicio de la guerra ya había montado una base secreta de apoyo a sus buques, base ubicada en el viejo edificio Wöermann. Allí un grupo de agentes secretos, coordinados desde Alemania por el almirante Canaris, organizaban el suministro de submarinos alemanes en aguas canarias. Sin embargo, es curioso que Jandía sea mas conocida por este tema aunque eso es debido al carácter mítico de Villa Winter y de su propietario, Gustav Winter. Hoy sabemos que la costa de Cofete es muy complicada para albergar una base secreta de submarinos, pero es casi seguro que los U-boten hacían escala en Cofete y, de alguna manera, se suministraban de víveres y piezas de repuesto, o desembarcaban algún herido. Para ello sólo tenían que fondear el submarino frente a la costa y acercarse a tierra en los botes neumáticos que llevaban a bordo. Los ingleses esto lo tenían tan claro que todas las mañanas empezaban las patrullas aéreas con base en Marruecos. Fue así como “cazaron” al U-167 después de salir de Cofete. Los Hudson británicos lo bombardearon llegando a Gran Canaria y lo hundieron frente a la playa de Las Burras, en San Agustín. Por otro lado, al aeropuerto de Gando, en Telde, empezaron a llegar los primeros Ju-52, Messerchsmidt y Heinkel, que estuvieron operativos hasta finales de los años 60 del S.XX. ¿Qué hijo de militar de la época no recuerda haber subido a la “estafeta”, un Ju-52 del Ejército del Aire español?
Pero Canarias tuvo el honor de ser masivamente pro británica durante toda la Segunda Guerra Mundial, al contrario que la España franquista que era descaradamente pro-nazi.
De esta forma en las islas unos y otros se vigilaban, se perseguían y, cuando podían, se atacaban. Los ingleses hundieron en el Puerto de La Luz el barco alemán, Corrientes, que suministraba apoyo a los submarinos alemanes en alta mar. A su vez los alemanes hundieron el acorazado inglés, Hood, después de salir del Puerto de La Luz, en Gran Canaria. Además, Churchil tenía preparado un ejército de asalto para tomar las islas Canarias con el beneplácito de la población canaria.
Así, pues, Canarias jugó su papel estratégico en la Segunda Guerra Mundial y los canarios tuvimos la inteligencia de ponernos al lado de los Aliados, que ganaron la guerra como explico en mi libro, “Submarinos y arqueología nazi en Canarias”.
Vía| Noticias Gran Canarias
Como dije el día primero de este mes en Antena3, en Canarias tanto los ingleses como los alemanes jugaron al gato y al ratón durante la Segunda Guerra Mundial. Los alemanes contaban con la ventaja de que el régimen de Franco les había carta blanca para usar puertos y aeropuertos españoles como quisieran. Además, España se convirtió en una especie de patio trasero de la Alemania nazi y su presencia en España fue masiva: aquí se instaló la Gestapo, el Partido Nazi, los servicios secretos y de propaganda y la marina alemana utilizaba los puertos españoles a sus anchas.
Canarias no fue una excepción y aquí la marina alemana varios años antes del inicio de la guerra ya había montado una base secreta de apoyo a sus buques, base ubicada en el viejo edificio Wöermann. Allí un grupo de agentes secretos, coordinados desde Alemania por el almirante Canaris, organizaban el suministro de submarinos alemanes en aguas canarias. Sin embargo, es curioso que Jandía sea mas conocida por este tema aunque eso es debido al carácter mítico de Villa Winter y de su propietario, Gustav Winter. Hoy sabemos que la costa de Cofete es muy complicada para albergar una base secreta de submarinos, pero es casi seguro que los U-boten hacían escala en Cofete y, de alguna manera, se suministraban de víveres y piezas de repuesto, o desembarcaban algún herido. Para ello sólo tenían que fondear el submarino frente a la costa y acercarse a tierra en los botes neumáticos que llevaban a bordo. Los ingleses esto lo tenían tan claro que todas las mañanas empezaban las patrullas aéreas con base en Marruecos. Fue así como “cazaron” al U-167 después de salir de Cofete. Los Hudson británicos lo bombardearon llegando a Gran Canaria y lo hundieron frente a la playa de Las Burras, en San Agustín. Por otro lado, al aeropuerto de Gando, en Telde, empezaron a llegar los primeros Ju-52, Messerchsmidt y Heinkel, que estuvieron operativos hasta finales de los años 60 del S.XX. ¿Qué hijo de militar de la época no recuerda haber subido a la “estafeta”, un Ju-52 del Ejército del Aire español?
Pero Canarias tuvo el honor de ser masivamente pro británica durante toda la Segunda Guerra Mundial, al contrario que la España franquista que era descaradamente pro-nazi.
De esta forma en las islas unos y otros se vigilaban, se perseguían y, cuando podían, se atacaban. Los ingleses hundieron en el Puerto de La Luz el barco alemán, Corrientes, que suministraba apoyo a los submarinos alemanes en alta mar. A su vez los alemanes hundieron el acorazado inglés, Hood, después de salir del Puerto de La Luz, en Gran Canaria. Además, Churchil tenía preparado un ejército de asalto para tomar las islas Canarias con el beneplácito de la población canaria.
Así, pues, Canarias jugó su papel estratégico en la Segunda Guerra Mundial y los canarios tuvimos la inteligencia de ponernos al lado de los Aliados, que ganaron la guerra como explico en mi libro, “Submarinos y arqueología nazi en Canarias”.
Vía| Noticias Gran Canarias
¿Con el beneplácito de los canarios se habría desarrollado una hipotética invasión británica? Me parece una aseveración osada.
ResponderEliminarEso que los canarios mayoritariamente eran probritanicos es una aseveración falsa y que corresponde a los deseos del que escribe el articulo y no se basa en ningun echo real. La población canaria, al igual que el resto de la española, hasta el 42 era abiertamente pro alemana.
ResponderEliminar¿Un honor ser masivamente pro-británico? Lo que hace falta es ser un cretino absoluto.
ResponderEliminarQue interesante
ResponderEliminarputo el que lo lea y umpa loompa
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