Varsovia pretende recuperar las obras de arte arrebatadas por la antigua Unión Soviética tras la Segunda Guerra Mundial, cuando las tropas soviéticas ocuparon Polonia, algo que espera lograr aprovechando la mejora de relaciones con Rusia.
La diplomacia polaca tiene como primer objetivo la vuelta a casa de nueve pinturas que hasta 1946 colgaban en las paredes del museo de Gdansk y en la colegiata de Glogów, entre ellas una tabla de Lucas Cranach y otra del flamenco Jan Bruegel el Viejo, según informa hoy el diario "Dziennik".
Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores polaco se espera que sus pretensiones sean escuchadas por el Kremlin, especialmente después de la mano tendida por el primer ministro ruso, Vladimir Putin, tras su reciente reunión con el primer ministro polaco, Donald Tusk, en la que el mandatario ruso afirmó su deseo de que Rusia y Polonia logren superar el pasado y alcancen relaciones privilegiadas.
Entre 1945 y 1946 varias cajas cargadas con obras de arte salieron desde Gdansk con dirección a la URSS, algunas de las cuales acabaron en el museo Pushkin de Moscú.
A pesar del acercamiento protagonizado por Tusk y Putin, desde Polonia todavía se espera que Rusia se disculpe oficialmente por las atrocidades cometidas por la antigua Unión Soviética en Polonia, fundamentalmente por la tragedia de Katyn (en la actual Ucrania), donde más de 20.000 oficiales polacos perecieron a manos de los soviéticos.
Para muchos polacos, acontecimientos como éste o como la imposición del comunismo tras la Segunda Guerra Mundial dificultan la reconciliación con Rusia, a pesar de que la visita de Putin a Gdansk ha supuesto un importante paso en el acercamiento entre ambos países.
Vía| ADN
La diplomacia polaca tiene como primer objetivo la vuelta a casa de nueve pinturas que hasta 1946 colgaban en las paredes del museo de Gdansk y en la colegiata de Glogów, entre ellas una tabla de Lucas Cranach y otra del flamenco Jan Bruegel el Viejo, según informa hoy el diario "Dziennik".
Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores polaco se espera que sus pretensiones sean escuchadas por el Kremlin, especialmente después de la mano tendida por el primer ministro ruso, Vladimir Putin, tras su reciente reunión con el primer ministro polaco, Donald Tusk, en la que el mandatario ruso afirmó su deseo de que Rusia y Polonia logren superar el pasado y alcancen relaciones privilegiadas.
Entre 1945 y 1946 varias cajas cargadas con obras de arte salieron desde Gdansk con dirección a la URSS, algunas de las cuales acabaron en el museo Pushkin de Moscú.
A pesar del acercamiento protagonizado por Tusk y Putin, desde Polonia todavía se espera que Rusia se disculpe oficialmente por las atrocidades cometidas por la antigua Unión Soviética en Polonia, fundamentalmente por la tragedia de Katyn (en la actual Ucrania), donde más de 20.000 oficiales polacos perecieron a manos de los soviéticos.
Para muchos polacos, acontecimientos como éste o como la imposición del comunismo tras la Segunda Guerra Mundial dificultan la reconciliación con Rusia, a pesar de que la visita de Putin a Gdansk ha supuesto un importante paso en el acercamiento entre ambos países.
Vía| ADN
El amigo Putin es duro de roer. Se disculpa con la boca pequeña. No conoce la palabra perdón, escrita con mayúsculas. No se resigna a perder su área de influencia, esa que tuvo cuando los polacos eran satélites rusos en plena guerra fría. Yo creo que en el fondo desprecia a Polonia. El tiempo dirá. Ojalá haya una verdadera reconciliación y no se queden sin estrechar las manos tendidas.
ResponderEliminarSaludos.