El Tribunal Cameral de Berlín recreó hoy el momento histórico que dio paso a los Juicios de Nuremberg, con la exposición del pliego de la acusación instruido el 18 de octubre de 1945, preámbulo del proceso abierto un mes después contra la cúpula del Tercer Reich en la ciudad que fue sede de los congresos nazis.
"En esta sala de Berlín, la justicia nazi procesó y condenó a muerte a un centenar de conjurados contra Hitler en 1944. De aquí partió la acusación con la que se enjuició a 24 responsables del nazismo, en Nuremberg", explicó Monika Nöhre, presidenta de esa Cámara, en el aniversario de la presentación del pliego formal.
La sala del Tribunal fue exponente de ambos capítulos históricos: por un lado, la placa que recuerda al centenar de miembros de la resistencia ejecutados tras el atentado fallido contra Hitler, el 14 de julio de 1944; por el otro, el documento con la acusación contra los jerarcas nazis, ese día de octubre de 1945.
La placa en honor a los conjurados -la mitad de los apellidos corresponden a la aristocracia alemana, como Berthold Schenk Graf von Stauffenberg, hermano mayor de Claus, el oficial nazi que encabezó la conspiración- tenía esta vez un papel secundario, ya que el protagonismo correspondía al pliego.
Conspiración contra la paz mundial.
Enfundada en guantes de plástico azul, Juliana Rangel, directora del Archivo de la Corte Penal Internacional de La Haya, sostenía bajo los flashes de las cámaras el documento en el aniversario de la sesión, que presidió el general soviético Iola Nikitchenko. Entonces, los cuatro fiscales principales leyeron la acusación contra los 24 acusados, de Hermann Göring a Rudolf Hess, a los que se les imputaban crímenes de guerra, crímenes contra la Humanidad, conspiración contra la paz mundial, entre otros cargos.
Por su parte, todos los enjuiciados se declararon no culpables. "Fue una sesión única, ya que los aliados decidieron trasladar el juicio a Nuremberg, un escenario de alta simbología nazi", explicó Stefan Franke, presidente del Tribunal Territorial de esa ciudad del sur de Alemania, que entre 1933 y 1938 acogió los congresos del partido nazi.
Las razones para el traslado fueron tanto de orden simbólico como práctico, añadió Franke, recordando que Berlín era una ciudad de administración compleja, bajo tutela de las cuatro potencias aliadas. La histórica Sala 600 del Tribunal de Nuremberg donde se celebraron las 218 vistas del proceso contra la cúpula nazi se abrirá como "Memorial de los Juicios de Nuremberg" el 21 de noviembre, coincidiendo con el 65 aniversario de la apertura de estos juicios.
Funcionará como memorial los días en que no haya procesos, precisó Franke, puesto que, además de escenario para la historia funciona como Audiencia. "Es, junto a un escenario histórico, una cámara judicial activa. Un lugar para reflexionar sobre la historia sin perder de vista el presente", explicó su presidente. Contará con una superficie de 750 metros cuadrados, con una exposición permanente sobre ese primer gran juicio del Tribunal Militar aliado, que culminó con la lectura de las sentencias el 1 de octubre de 1946, entre ellas once penas de muerte.
Se documentarán asimismo los doce procesos posteriores, que en esa misma Sala 600 y entre 1945 y 1949 se celebraron contra médicos, juristas, miembros de las SS, policías, banqueros, industriales, militares y altos funcionarios, como responsables directos o como cómplices del nazismo.
Los encargados de administrar justicia seguían siendo tribunales aliados. Los primeros grandes juicios contra los crímenes del nazismo abiertos por la justicia alemana fueron los llamados "Procesos de Auschwitz" instruidos por el fiscal Fritz Bauer, entre 1963 y 1965.
"En esta sala de Berlín, la justicia nazi procesó y condenó a muerte a un centenar de conjurados contra Hitler en 1944. De aquí partió la acusación con la que se enjuició a 24 responsables del nazismo, en Nuremberg", explicó Monika Nöhre, presidenta de esa Cámara, en el aniversario de la presentación del pliego formal.
La sala del Tribunal fue exponente de ambos capítulos históricos: por un lado, la placa que recuerda al centenar de miembros de la resistencia ejecutados tras el atentado fallido contra Hitler, el 14 de julio de 1944; por el otro, el documento con la acusación contra los jerarcas nazis, ese día de octubre de 1945.
La placa en honor a los conjurados -la mitad de los apellidos corresponden a la aristocracia alemana, como Berthold Schenk Graf von Stauffenberg, hermano mayor de Claus, el oficial nazi que encabezó la conspiración- tenía esta vez un papel secundario, ya que el protagonismo correspondía al pliego.
Conspiración contra la paz mundial.
Enfundada en guantes de plástico azul, Juliana Rangel, directora del Archivo de la Corte Penal Internacional de La Haya, sostenía bajo los flashes de las cámaras el documento en el aniversario de la sesión, que presidió el general soviético Iola Nikitchenko. Entonces, los cuatro fiscales principales leyeron la acusación contra los 24 acusados, de Hermann Göring a Rudolf Hess, a los que se les imputaban crímenes de guerra, crímenes contra la Humanidad, conspiración contra la paz mundial, entre otros cargos.
Por su parte, todos los enjuiciados se declararon no culpables. "Fue una sesión única, ya que los aliados decidieron trasladar el juicio a Nuremberg, un escenario de alta simbología nazi", explicó Stefan Franke, presidente del Tribunal Territorial de esa ciudad del sur de Alemania, que entre 1933 y 1938 acogió los congresos del partido nazi.
Las razones para el traslado fueron tanto de orden simbólico como práctico, añadió Franke, recordando que Berlín era una ciudad de administración compleja, bajo tutela de las cuatro potencias aliadas. La histórica Sala 600 del Tribunal de Nuremberg donde se celebraron las 218 vistas del proceso contra la cúpula nazi se abrirá como "Memorial de los Juicios de Nuremberg" el 21 de noviembre, coincidiendo con el 65 aniversario de la apertura de estos juicios.
Funcionará como memorial los días en que no haya procesos, precisó Franke, puesto que, además de escenario para la historia funciona como Audiencia. "Es, junto a un escenario histórico, una cámara judicial activa. Un lugar para reflexionar sobre la historia sin perder de vista el presente", explicó su presidente. Contará con una superficie de 750 metros cuadrados, con una exposición permanente sobre ese primer gran juicio del Tribunal Militar aliado, que culminó con la lectura de las sentencias el 1 de octubre de 1946, entre ellas once penas de muerte.
Se documentarán asimismo los doce procesos posteriores, que en esa misma Sala 600 y entre 1945 y 1949 se celebraron contra médicos, juristas, miembros de las SS, policías, banqueros, industriales, militares y altos funcionarios, como responsables directos o como cómplices del nazismo.
Los encargados de administrar justicia seguían siendo tribunales aliados. Los primeros grandes juicios contra los crímenes del nazismo abiertos por la justicia alemana fueron los llamados "Procesos de Auschwitz" instruidos por el fiscal Fritz Bauer, entre 1963 y 1965.
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