jueves, 16 de diciembre de 2010

La historia de la filósofa "enemiga" que se enamoró de un nazi

Hannah Arendt fue una de las pensadoras más importantes del siglo XX. Su filosofía política hace un rescate de la libertada individual y rechazando en cualquier sentido las ideas totalitarias.

Así lo explica un ensayo de la revista de la Facultad de Filosofía y Letras de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, escrito por Rodolfo García Cuevas y publicado en el sitio buap.mx.

Arendt nació judía en la Alemania de 1906, por lo que fue perseguida por los nazis hasta que se refugió en Estados Unidos. Fue así como dejó atrás a una de las personas que más amaba: Martin Heidegger.

Ellos se conocieron en la Universidad de Marburgo, donde él era profesor de filosofía, en 1924. Desde entonces, el amor nació entre ellos, e iniciaron un romance.

¡Queridísima!

Gracias por tu carta. Si solamente pudiera decirte cómo soy feliz contigo (...).

Así comenzó Heidegger una de las cartas que dirigió a Hanna, publica el blog Cartas en la Noche. Pero ese amor no trascendió. El profesor, quien es uno de los pensadores más reconocidos en la filosofía contemporánea, se quedó en Alemania cuando inició el movimiento nazi, y demostró así su empatía por el Tercer Reich.

Cuando Adolfo Hitler subió al poder, en 1933, el filósofo se convirtió en su admirador. Se adhirió al partido nacionalsocialista y se convirtió en rector de la Universidad de Friburgo, informa el portal de internet epdlp.com.

El amor que existía entre Hannah y Martin se vio entonces opacado por el movimiento totalitario del que él fue simpatizante. Mientras, ella tuvo que huir para no morir a manos de ese movimiento.

Hannah Arendt nunca le perdonó a Heidegger que se uniera al régimen hitleriano. Nombró sus acciones como la "banalidad del mal", pero no dejó de amarlo, indica ahoraeducacion.com.

Algunos aseguran que él sólo formó parte del movimiento nazi por las presiones a las que fue sometido. Así lo publica el sitio epdlp.com. Pero también existen versiones de que él vestía el uniforme del partido nacionalsocialista, al que mensualmente pagaba una cuota.

Además, se dice que mantenía una relación cordial con Joseph Goebbels y Heinrich Himmler, altos dirigentes del nazismo. De acuerdo con el blog quefeo, Heidegger también colaboró con la aprehensión y asesinato de varios maestros judíos que en algún tiempo habían sido sus amigos.

En tanto, del otro lado del mundo, Arendt luchaba por los derechos de los judíos. Ella dividía su tiempo entre la teoría política y la lucha por los derechos individuales, explica Wikipedia.

Pese a la relación de amor y odio que mantenía hacia Heidegger, Arendt se casó y se separó dos veces. El tiempo transcurrió y cada uno siguió con sus ideales. Martin Heidegger fue destituido de su puesto como rector al año de haberlo tomado. Intentó regresar a su cargo como profesor, pero fue censurado.

Su situación continuó peor cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial y tuvo que hacer frente a sus preferencias políticas, manifestadas en 1933. Por ello sólo pudo regresar como catedrático hasta 1951, según indica epdlp.com.

Hannah Arendt, en Estados Unidos, el país que le sirvió de refugio, trabajó como periodista y también como maestra a nivel superior, en universidades como Berkeley, Princeton, Columbia y Chicago. Además, se desempeñó como directora de investigaciones de la Conference on Jewish Relations, señala opusvida.com.

Ella murió el 4 de diciembre de 1975. Sólo unos meses después, el 26 de mayo de 1975, murió quien fuera su amante y enemigo: Martin Heidegger.



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