El gobierno de Alemania recordó ayer el 64 aniversario del fallido atentado contra el dictador Adolf Hitler el 20 de julio de 1944 con una ceremonia en el lugar en que fueron ejecutados sus principales autores, en Berlín.
Al acto asistieron ministros y familiares de los militares que se conjuraron para acabar con la vida del dictador, entre los que destacó el conde Claus von Stauffenberg.
La bomba que Von Stauffenberg dejó en un maletín debajo del escritorio de Hitler sólo causó heridas leves al dictador y los complotados fueron ejecutados. La historia del atentado fue filmada por Hollywood con Tom Cruise en el papel de Von Stauffenberg.
En el patio del edificio conocido como Bendlerblock fueron ejecutados por los nazis más de 2.500 personas entre 1933 y 1945.
En horas del atardecer, unos 500 reclutas del Ejército alemán prestarán su tradicional juramento en el día del fallido atentado, en un acto delante de la sede del Parlamento alemán que estuvo antecedido por vivas polémicas los últimos días.
En los años de la división de Alemania, Berlín era un lugar tabú para el Ejército alemán, con los recuerdos de la Alemania militarizada muy frescos.
Tras la reunificación en 1990, pasaron seis años hasta que los soldados alemanes juraron la bandera en la capital. Hasta ahora lo hacían en la plaza del Bendeblock, segunda sede del Ministerio de Defensa, siempre jalonados por protestas de pacifistas y grupos de izquierda.
Debido a que en el patio se está construyendo un monumento a los soldados caídos de la República Federal Alemana, las autoridades decidieron trasladar la jura de la bandera por una única vez frente al Reichstag.
Las autoridades municipales de Berlín se opusieron en un principio por el amplio operativo de seguridad que implicaba, pero tras airadas protestas en todo el país dieron el sí.
La ceremonia de jura también amenazó con convertirse en un papelón para la clase política alemana. Las anunciadas ausencias de muchos políticos fueron criticadas en los medios. Sólo este sábado compometieron su presencia la canciller demócratacristiana Angela Merkel y su vice socialdemócrata, el ministro del Exterior Frank- Walter Steinmeier, quienes asistieron junto al ministro de Defensa, el demócratacristiano Franz Josef Jung.
También participó el ex canciller socialdemócrata Helmut Schmidt, quien recordó ante los recrutas que en 1944 fue destinado como soldado de las fuerzas hitleristas a presenciar un proceso contra militantes de la resistencia antinazi.
“Recién allí comencé a comprender el carácter criminal del ‘Tercer Reich’”, dijo Schmidt, quien rindió homenaje al “aporte moral heroico de la resistencia activa contra Hitler”.
A la misma hora del juramento se manifestaron en Berlín unos 200 militantes antibelicistas, lo que sin embargo no llegó a interferir en la ceremonia, ampliamente resguardada por un cerco de seguridad formado por 1,800 policías, con el apoyo de lanchas patrulleras sobre las aguas del río Spree, que atraviesa la capital alemana.
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