lunes, 9 de febrero de 2009

Noruega en la Segunda Guerra Mundial


La declaración de neutralidad de Noruega tuvo poca significación. El 9 de abril de 1940, las fuerzas alemanas atacaron Noruega. Tras una intensa lucha de dos meses y, a pesar de la ayuda militar del Reino Unido y Francia, Noruega no tuvo más remedio que rendirse. La Familia Real, el Gobierno y algunos de los altos cargos del Ministerio de Defensa y de la administración civil se marcharon al Reino Unido junto con la retirada de las tropas aliadas. Durante la guerra, el gobierno noruego siguió activo desde el exilio.

El recurso más importante que Noruega tenía que ofrecer a los aliados era su flota mercante. Consistía en más de 1.000 barcos, que reunían alrededor de 4 millones de toneladas brutas. En el Reino Unido, las unidades militares noruegas se reconstruyeron de nuevo en todos los servicios. Tomaron parte en las campañas navales del Atlántico, en el combate posterior a la invasión de la Europa continental en 1944, y en el combate aéreo sobre el Reino Unido y sobre el continente. Hacia el final de la guerra, Suecia permitió a Noruega crear unidades militares en su territorio. Algunas de estas unidades tomaron parte en las campañas contra los enemigos alemanes. Esto ocurrió después de que una fuerza soviética atacara y liberara una pequeña área de Noruega en el nordeste de Finnmark, en la zona más septentrional de Noruega. En la Noruega ocupada, la resistencia civil creció año tras año. También se organizaron fuerzas militares secretas, que fueron vistas como una amenaza por los alemanes.



Noruega estuvo ocupada hasta la capitulación alemana en 1945. Cuando llegó la rendición, había alrededor de 400.000 soldados alemanes en Noruega, que en esa época tenía una población de apenas 4 millones. La ocupación dejó en manos de los alemanes la explotación de la economía noruega, y el reino del terror nazi dejó ejecuciones y exterminios en masa, aunque en menor escala que en otros países ocupados.


Liberación
El 8 de mayo de 1945, las tropas noruegas del Movimiento de Resistencia empezaron a tomar posesión de las posiciones nazis. Gradualmente, se les fueron uniendo los aliados y las tropas noruegas del Reino Unido y Suecia. La transición de la ocupación a las fuerzas aliadas fue muy tranquila. El gobierno exiliado volvió a casa desde el Reino Unido, y el 7 de junio, el rey Haakon se adentró navegando hasta el puerto de Oslo a bordo de una embarcación británica.

Empezaron a aparecer supervivientes noruegos de los campos de concentración alemanes. Al final de la guerra, 92.000 noruegos se encontraban en el extranjero, de los cuales 46.000 estaban en Suecia. Además de los ocupantes alemanes, había 141.000 extranjeros en Noruega, la mayoría prisioneros de guerra. De estos, 84.000 eran rusos.

Durante la guerra, los alemanes requisaron el 40 % del PIB de Noruega. Además, a esto hay que añadir los estragos de la propia guerra. En Finnmark fue considerable el destrozo. Amplias áreas fueron destruidas como resultado de la política de “tierra abrasada” que los alemanes ejercieron durante su retirada. Otras ciudades y localidades fueron destruidas por bombardeos o por incendios deliberados.

Un total de 10.262 noruegos perdieron la vida en la guerra o siendo prisioneros. Alrededor de 40.000 fueron encarcelados.

2 comentarios :

  1. Interesante aporte compañero. Me alegro de que vuelvas por aca :D

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  2. Y a mí me alegra ver que sigues al pié del cañón :)

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