El museo Pergamon de Berlín reveló este viernes la reconstrucción final de antiguos objetos que fueron destruidos durante un bombardeo a la ciudad en la Segunda Guerra Mundial.
Arqueólogos reunieron 25.000 fragmentos durante más de nueve años para reconstruir unas 40 figuras gigantes de un templo en el antiguo asentamiento de Tell Halaf, en lo que actualmente es el norte de Siria. Las obras habían estado en un museo en Berlín desde 1930.
"Miles de fragmentos tuvieron que ser minuciosamente restaurados y pegados", dijo a Reuters Nadja Cholidis,
arqueóloga principal del proyecto.
Los arqueólogos utilizaron fotografías históricas para identificar los fragmentos y reconstruir las esculturas de
3.000 años de antigüedad, dijo Cholidis, quien agregó que ésta es probablemente la mayor restauración de su tipo realizada por un museo.
Las esculturas de esfinges, dioses y leones eran consideradas de gran valor en su momento, e incluso aparecieron en la obra de Agatha Christie "Tell Me How You Live".
Los artefactos fueron desenterrados hace un siglo por el Barón Max von Oppenheim, un diplomático, arqueólogo aficionado y aventurero alemán. Él los puso en exhibición en su museo Tell Halaf en Berlín desde 1940 a 1943. Pero los bombardeos de los aliados destruyeron el museo de Oppenheim en noviembre de 1943. Los artefactos de basalto se destruyeron en miles de fragmentos por el incendio y la inundación que asoló el museo.
Se necesitaron ocho meses en medio de la guerra para mover los restos de las antiguas obras en la ciudad hasta un sótano del museo Pergamon, donde quedaron sin ser tocados hasta 2001.
Los equipos de restauración usaron un promedio de 1.200 fragmentos para reconstruir una escultura. Una de las figuras, un grifo, quedó destrozado en 2.600 fragmentos.
Arqueólogos reunieron 25.000 fragmentos durante más de nueve años para reconstruir unas 40 figuras gigantes de un templo en el antiguo asentamiento de Tell Halaf, en lo que actualmente es el norte de Siria. Las obras habían estado en un museo en Berlín desde 1930.
"Miles de fragmentos tuvieron que ser minuciosamente restaurados y pegados", dijo a Reuters Nadja Cholidis,
arqueóloga principal del proyecto.
Los arqueólogos utilizaron fotografías históricas para identificar los fragmentos y reconstruir las esculturas de
3.000 años de antigüedad, dijo Cholidis, quien agregó que ésta es probablemente la mayor restauración de su tipo realizada por un museo.
Las esculturas de esfinges, dioses y leones eran consideradas de gran valor en su momento, e incluso aparecieron en la obra de Agatha Christie "Tell Me How You Live".
Los artefactos fueron desenterrados hace un siglo por el Barón Max von Oppenheim, un diplomático, arqueólogo aficionado y aventurero alemán. Él los puso en exhibición en su museo Tell Halaf en Berlín desde 1940 a 1943. Pero los bombardeos de los aliados destruyeron el museo de Oppenheim en noviembre de 1943. Los artefactos de basalto se destruyeron en miles de fragmentos por el incendio y la inundación que asoló el museo.
Se necesitaron ocho meses en medio de la guerra para mover los restos de las antiguas obras en la ciudad hasta un sótano del museo Pergamon, donde quedaron sin ser tocados hasta 2001.
Los equipos de restauración usaron un promedio de 1.200 fragmentos para reconstruir una escultura. Una de las figuras, un grifo, quedó destrozado en 2.600 fragmentos.
En las guerras a veces nos olvidamos de estas otras "víctimas": el arte, el medio ambiente, las bibliotecas, los museos de todo tipo... Me viene a la memoria el desastre de la Biblioteca de Alejandría, todo lo que se perdió.
ResponderEliminarSaludos.