Becky Jacks Durr observó cuidadosamente el costado del bombardero B-24 buscando el nombre de su padre, Troy Jacks, artillero durante la Segunda Guerra Mundial y uno de una docena de nombres inscritos en un B-24 original que ahora es parte de un tributo itinerante a los caídos en esa conflagración mundial.
Se subió a una escale y besó el nombre.
Entonces comenzó a llorar.
"Me trae muchos recuerdos de mi papá'', dijo Durr, quien manejó hasta Fort Lauderdale desde Pensacola para ver el Wings of Freedom Tour, que hizo una escala de fin de semana en el Aeropuerto Ejecutivo de Fort Lauderdale.
Su padre, que pertenecía al Grupo de Bombardeo 454 y volaba mnisiones con su tripulación en Italia, falleció en el 2008.
"Esto era una parte muy importante de su vida''.
El Wings of Freedom Tour, organizado por la Fundación Collings Foundation, una organización sin fines de lucro, visita unas 110 ciudades al año con tres tipos de aviones --los bombarderos B-17 y B-24, y el caza P-51 Mustang-- que volaron durante la Segunda Guerra Mundial.
Los aviones son restaurados y se usan para rendir homenaje a los hombres y mujeres que arriesgaron la vida durante la guerra. Como la mayoría de los aviones se reciclaron después de la guerra, el B-24 y el P-51 son los últimos ejemplares de esos aparatos. El B-17 es el único de 11 en condiciones de volar en Estados Unidos.
"Es un pedazo de historia que vive'', dijo Tom Evans, el último sobreviviente de su tripulación de un B-24.
Evans, de 86 años y quien vive en Pompano Beach, era de la misma tripulación que Jacks y vino con Durr a la exhibición. "Muchos han fallecido y tenemos que seguir mostrando la historia''.
El sábado, docenas de personas --muchos veteranos de guerra y niños-- esperaban ansiosos el aterrizaje de los aparatos.
Parado detrás de una cerca, Ariel Anderson, de 5 años, saludó con los brazos tan pronto vio aterrizar el P-51 Mustang.
"Llegó, llegó'', le gritó a su mamá, Barbie Freeman. "¿Cuándo puedo montarlo?''
Después llegó el B-24.
"Tenía muchas ganas de ver esto'', dijo Freeman, quien condujo desde Coconut Grove. "Es increíble''.
Los aviones debían haber llegado el viernes y quedarse hasta el lunes, pero debido al mal tiempo hicieron su debut el sábado.
El B-17 no pudo participar debido a un problema con los motores y se quedó en tierra en New Smyrna Beach.
Rob Collings, piloto e hijo de los fundadores de la organización, dijo que esperaban que el B-17 llegara hoy.
Mantener los aviones de alta cuesta más de $4,000 por hora por cada aparato, dijo Hunter Chaney, director de Mercadotecnia de la Fundación Collings. El costo se cubre mayormente a través de contribuciones.
Pero sólo ver los dos aparatos fue suficiente para Kim Whitney, que fue artillero de cola durante la guerra.
"Ya no quedan muchos'', dijo. "Los niños no aprenden de este tipo de cosas en la escuela. Me alegra mucho que puedan verlo.
Los visitantes pudieron subir al B-24.
Mike Romaniw dijo que el aparato era increíble. Lo que más le gustó a su hijo de 4 años, Matthew, fue "jugar con la ametralladora''.
Para John Katsaros, de 87 años, la visita le trajo algunos recuerdos dolorosos.
Katsaros, que en la Segunda Guerra Mundial tenía 20 años, fue artillero de un B-17.
Su tripulación participó en una misión para destruir una fábrica de aviones en Francfort, Alemania, cuando fue fue derribado por cañones antiaéreos.
Katsaros se lanzó en paracaídas a más de 25,000 pies de altura y su bombardero explotó en medio del aire.
Mientras iba en caída libre perdió el conocimiento, pero volvió en sí y pudo abrir el paracaídas. Cuando tocó tierra se fracturó varios huesos y lo capturaron de inmediato. Los guerrilleros franceses lo rescataron.
Katsaros contó su historia sentado detrás de una mesa con ejemplares de libros que ha escrito sobre la experiencia.
"Compartir mi historia significa que otros pueden conocer el precio de la libertad'', dijo.
que grandes historias estas de la segunda guerra mundial, los aviones siempre seran parte fundamental en una guerra y la destreza y coraje de estos pilotos, es los que lleva a ganar cualquier guerra, enserio esperaria que nunca mas volviera a suceder esto
ResponderEliminarsi esto de las guerras es terrible, no creo que la sociedad moderna este preparada para esto, solo un porcentaje muy bajo lo estaria, y apuesto a que seria mas terrible que en aquella época.
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