sábado, 7 de marzo de 2009

Los violentos de Kelly

Hoy, como es sábado, no tengo muchas ganas de currarme el post, así que os dejo la review de la peli "Los violentos de Kelly" (cuyo título original es "Kelly's Heroes"), extraida del magnífico blog "Blog de Cine".




Según Eastwood, ‘Los violentos de Kelly’ podría haber sido una de las mejores películas bélicas de la historia. El guión inicial tenía un marcado carácter antibélico, y reflexionaba sobre la autodestrucción del ser humano, con una gran carga irónica. Pero los estudios querían un film bélico lleno de secuencias de acción. A pesar de que Eastwood intentó hacer ver a los productores que con ese punto de vista el film ganaría muchísimo, en la sala de montaje pasaron olímpicamente de él, algo que hizo nunca volviese a tratar con un productor (supongo que habría que añadir inteligente).

‘Los violentos de Kelly’ se sitúa durante la Segunda Guerra Mundial, tras el desembarco de Normandía. Un pelotón americano captura a un oficial alemán, por el que Kelly se entera de que el enemigo tiene un gran cargamento de oro escondido en un banco de Claremont, localidad tras las líneas enemigas. Kelly pronto tramará un plan para hacerse con el oro, pasarse la Guerra por el forro y ser ricos el resto de sus vidas. No pocos se le unirán.

‘Los violentos de Kelly’ tiene muchos puntos de contacto con ‘El desafío de las águilas’. Segunda Guerra Mundial, una misión suicida (en la primera dentro de la Guerra, y en la segunda fuera de ella), y un reparto con unas cuantos rostros conocidos, todo de cara a conseguir un gustoso rendimiento en taquilla. Sin embargo, hay una gran diferencia entre ambas películas que la distancia considerablemente. ‘El desafío de las águilas’ era una película loca en su planteamiento, pero su tono era totalmente serio, mientras que en ‘Los violentos de Kelly’ el humor baña la mayor parte del metraje, llegando por momentos a resultar un film paródico.

El humor está introducido a lo largo del film en situaciones tan dispares como aquella en la que el encargado de los bombardeos se disculpa histéricamente ante Kelly por sus errores. Temeroso de que aquél vaya a hacerle algo, el nivel de desesperación que alcanza el personaje, harto de la Guerra, es delirante, casi al borde de la locura, y uno de los pocos elementos críticos que quedaron del borrador original. Ya dentro de la misión, que en realidad no es tal, pues son ellos mismos los que deciden ir por su cuenta a buscar el oro, aprovechando un permiso de tres días, se introduce en la historia uno de los elementos más recordados del film: tres tanques Sherman, capitaneados por un atractivo personaje, que es un hippy. Algo totalmente anacrónico, y que sin embargo funciona de maravilla por lo excéntrico del mismo.

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Tampoco podemos soslayar a ese oficial americano, harto de la cobardía o desdén de sus hombres, y que por accidente es testigo por radio de las andanzas de Kelly y los que le siguen, pensando que se encuentra ante soldados únicos y valerosos, lo cual le llena de orgullo, y dispuesto y con ganas decide reunirse con ellos para condecorarlos sin ser consciente de que lo que realmente hacen Kelly y sus hombres es robar un banco. Se llega a intuir que en este personaje, al que da vida un alterado Carrol O´Connor, representa la idiotez supina de los altos mandos, su ceguera, aunque todo suavizado con el mencionado tono cómico, que parece trivializarlo todo.

Clint Eastwood prosigue con su imagen de tipo duro e inexpugnable de pasado oscuro (únicamente sabemos que es un oficial degradado, y muy respetado por sus compañeros), pero algo extraño hay en la composición de su personaje, algo falta. Es muy probable que en ese guión inicial antes citado, su rol estuviera lleno de muchos más matices de los que vemos en el resultado final, en el que es simplemente un soldado dispuesto a salirse de la suya. En el film accede a bromear con la imagen de las películas de Sergio Leone, en la escena en la que él y dos hombres se enfrentan a un tanque, y el músico, Lalo Schifrin, convertido en Ennio Morricone, evoca la trilogía del dólar. A su lado, Telly Savalas, secundario muy de moda en aquellos años, que alcanzaría un éxito importante poco después con la mítica serie de televisión ‘Kojak’, da vida al superior directo de Kelly, que termina poniéndose a sus órdenes. Donald Sutherland (que volvería a coincidir con Eastwood 30 años después, en una película) da vida al estrafalario Sargento Oddball, amo y señor de los tres tanques Sherman, siempre transmitiendo optimismo a todo el que le rodea, sobre todo a uno de sus hombres que siempre lo cuestiona todo. El resto del plantel no se hace notar tanto; como curiosidad podemos encontrarnos con un joven Harry Dean Stanton, mucho antes de embarcarse en el Nostromo.

Brian G. Hutton, que nunca volvió a saborear las mieles del éxito y el buen hacer como con sus dos films con Eastwood (de cosas como ‘La gran ruta hacia China’ es mejor olvidarse), dirige con total eficacia, narrando muy competentemente las aventuras de estos desfasados buscadores de oro, aunque no puede tapar los agujeros de guión que se suceden en su segunda mitad, en la que el ritmo decae, y se le nota a leguas que a la película le faltan cosas (la eliminación de dos de los tanques Sherman está resuelta de un plumazo). Eso sí, ‘Los violentos de Kelly’ es un divertimento de primera, que curiosamente y a pesar de que fue salvajemente mutilada en la sala de montaje, aguanta bastante bien el paso del tiempo, aunque no haya trascendido en la carrera de Clint Eastwood como un film a recordar.

Vía|Blog de Cine



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