lunes, 4 de mayo de 2009

Los holandeses no olvidan el final de la Segunda Guerra Mundial



Cuando los holandeses hablan de "la guerra" se refieren a la Segunda Guerra Mundial. Esta semana se cumplen 64 años del fin de esa guerra, pero en Holanda no hay muestras de olvido: cuatro de cada cinco ciudadanos quiere seguir conmemorando cada año la fecha de la liberación, incluso cuando casi ya no queden sobrevivientes de aquellos oscuros días.

El 5 de mayo de 1945 el general alemán Johannes Blaskowitz firmó la rendición de las tropas de ocupación alemanas en el Hotel de Wereld, en Wageningen. Los cinco años de guerra habían dejado marcas profundas en el país de los pólderes y los tulipanes: perdieron la vida 7.900 soldados y 195 mil civiles, entre ellos 106 mil judíos.

Holanda recuerda a sus víctimas del nazismo cada 4 de mayo desde 1946. Hay ceremonias en todo el país pero oficialmente la Conmemoración Nacional de los Muertos tiene lugar en la Plaza del Dam, en el centro de Amsterdam. En presencia de la reina y del gabinete de gobierno se depositan coronas a los pies del Monumento Nacional y a las 8 de la tarde en punto se guardan 2 minutos de silencio.


Al día siguiente, 5 de mayo, Holanda celebra el Día de la Liberación. No faltan las reuniones solemnes y los discursos, pero el tono es festivo, con juegos infantiles y grandes festivales musicales.


Los holandeses se sienten muy ligados a esta tradición de recuerdo y conmemoración, y así lo ha mostrado una encuesta del Comité Nacional encargado de las celebraciones del 4 y 5 de mayo. Dado que cada año son menos los holandeses que vivieron en carne propia la guerra, el Comité se preocupa de consultar regularmente a los ciudadanos sobre su interés por la conmemoración anual. Y el apoyo sigue siendo masivo: un 86 por ciento de la población considera importante la conmemoración de las víctimas y un 78 por ciento apoya también la celebración del Día de la Liberación. Según los consultados estas ceremonias y fiestas no deberían perderse cuando ya no queden sobrevivientes de la guerra.

Más de la mitad de los holandeses guarda los 2 minutos de silencio a las 8 de la tarde del 4 de mayo. Entre los menores de 25 años y los holandeses de origen extranjero, el porcentaje de participación baja al 40 por ciento.

Uno de cada tres holandeses aprueba la celebración del Día de la Liberación, el 5 de mayo. Para la mayoría el fin de la Segunda Guerra Mundial es motivo suficiente para celebrar, pero también porque representa que "Holanda es un país donde se puede vivir en paz y libertad". Los consultados de origen extranjero mencionaron "la libertad en general" como una razón para celebrar el 5 de mayo.

Poco más de la mitad de los holandeses considera que la reconciliación entre Holanda y Alemania es completa, 64 años después del fin de la guerra. Una minoría del 14 por ciento tiene todavía una imagen negativa de sus vecinos alemanes como consecuencia tardía de la guerra. Un grupo mayor, el 36 por ciento, tuvo antes sentimientos negativos hacia los alemanes pero ya no los tiene.

Y los holandeses no serían holandeses si no consideraran que el Día de la Liberación debería ser un día festivo pagado y que, además, la bandera nacional debería recibirse de regalo para colgarla con orgullo en la ventana.

Vía| Radio Nederland

1 comentario :

  1. Quien no recuerda su pasadi, esta condenado a repetirlo.
    Me quito el sombrero ante esta solemne muestra de respeto a los caidos y a la negacion al.olvido.
    He estado alli y convivir con este ambiente de conmemoracion es algo quee hara admirarlws siempre por ello.
    Quisiera que mi pais hiciera lo mismo.

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