Esta semana se produce en Manhattan un estreno cinematográfico muy especial. Se llama «Nuremberg» pero no es un remake ni una secuela de la película sobre el juicio a los criminales de guerra nazis que en 1961 dirigió Stanley Kramer con Spencer Tracy, Burt Lancaster y Marlene Dietrich. Esto es el documental original, el que en 1945 encargó el ejército de Estados Unidos, y que tal y como lo vemos ahora no llegó a proyectarse nunca. Sesenta y cinco años después las viejas imágenes reviven y golpean con una crudeza insólita.
Anthony Oliver Scott, que es uno de los principales críticos de cine de «The New York Times» y tuvo de tío abuelo al actor Eli Wallach, ha tenido la oportunidad de ver la película antes de su estreno y ha dejado un vibrante testimonio de su inmortal actualidad. Al parecer, al final el ejército americano optó por no hacer público el documental, quizás por su crudeza, aunque sí usó parte de las imágenes para una versión más suave. Finalmente se exhibe, por primera vez en Estados Unidos, la obra original tal y como la concibió su autor, Stuart Schulberg, gracias a la paciente labor de reconstrucción realizada por su hija, Sandra Schulberg.
Stuart Schulberg estudiaba periodismo en los años 40 en la Universidad de Chicago cuando lo dejó para alistarse en los marines después del ataque a Pearl Harbor. Fue asignado a la unidad de producción de películas de propaganda de la OSS, agencia americana de inteligencia durante la Segunda Guerra Mundial, embrión de la futura CIA. A las órdenes del director John Ford, Schulberg fue despachado el verano de 1945 a Europa a buscar material cinematográfico de los nazis que pudiera ser útil en un documental de los juicios de Nuremberg. Durante cuatro meses de espanto Stuart Schulberg y su hermano mayor, el también cineasta Budd Schulberg, recopilaron tanto películas rodadas por los mismos nazis como tomaron imágenes de los efectos de su ocupación. Parte de este material se utilizó como prueba de cargo en Nuremberg.
Pero sobre todo sirvió para armar el documental que ahora se presenta por primera vez, «Nuremberg, sus lecciones para hoy». En él se alternan imágenes del juicio con espantosos testimonios de los crímenes nazis que siguen impactando a pesar de las abundantes referencias a este tema en la cinematografía del siglo XX. La voz del actor Liev Schreiber da consistencia narrativa a una sucesión de fotogramas a veces en muy mal estado por el tiempo transcurrido. Pero que no han perdido un ápice de su histórica potencia y de su desesperada incursión en el horror humano.
Habrá que verla. Debe estar fenomenal.
ResponderEliminarUn saludo.
¿Sabes si llegará a España? Me encantaría verlo. ¡Un saludo!
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