domingo, 8 de junio de 2008

El fútbol no debería ser

El fútbol no debería ser así. La Eurocopa, que se está jugando desde ayer en Austria y Suiza, debería ser una fiesta deportiva que a muchos nos tiene pegados a la tele juegue quien juege, pero hay quien se empeña en ensuciar estos acontecimientos resucitando fantasmas no tan olvidados de un pasado muy doloroso.

El capricho de las bolas del bombo del sorteo deparó que esta noche a las 20.45h se enfrenten Alemania y Polonia con todas las connotaciones históricas que eso conlleva, y claro, ante semejante barril de pólvora cualquier pequeña chispa era inevitable.

Al sur de Austria, en la frontera con Eslovenia, la ciudad de Klagenfurt, de 90.000 habitantes, es un lugar tranquilo de lagos escondidos y bosques espléndidos donde los austriacos suelen pasar las vacaciones. Hoy, sin embargo, esta población del estado de Carintia será un avispero. Acoge uno de los partidos más peligrosos de la Eurocopa: Alemania-Polonia (20.45, Cuatro y Digital +). La organización lo ha declarado de alto riesgo porque se van a encontrar dos hinchadas con deudas históricas desde la Segunda Guerra Mundial.

Esta semana, los periódicos sensacionalistas han azuzado la rivalidad. Uno de ellos publicó en Polonia un fotomontaje en el que se veía al seleccionador, Leo Beenhakker, con dos cabezas cortadas en las manos: la del entrenador alemán, Joachim Löw, y la del capitán, Ballack. "Leo, tráenos sus cabezas", rezaba el titular. "Hay gente enferma en todas partes", dijo Beenhakker. Otro rotativo polaco acusó a los alemanes de haber pactado ya el resultado del partido Alemania-Austria, como sucedió supuestamente en el Mundial de España 82: el famoso tongo que corearon los aficionados de El Molinón.

El periódico germano Bild replicó ayer en torno sarcástico dando 50 razones por las que los alemanes todavía quieren a los polacos. "Porque ya tenemos una victoria asegurada", decía una. Para completar los alicientes, hasta tres jugadores de Alemania nacieron en Polonia: Klose, Podolski y Trochowski.

El resultado de todo esto ha sido que un total de 17 personas han sido detenidas la pasada noche en Klagenfurt, una de las cuatro sedes austríacas de la Eurocopa, por actos de violencia , según fuentes policiales.

La mayoría de los detenidos eran aficionados radicales que llegaron a la pequeña ciudad alpina austríaca para asistir al partido de hoy entre Alemania y Polonia, considerado de alto riesgo por la tradicional rivalidad entre los hinchas de ambos países.

El incidente ocurrió cuando aficionados germanos y polacos se enfrentaron en "la milla de los aficionados" de Klagenfurt hasta que llegaron unidades de la policía que los separaron, explicó hoy el comandante regional de Policía de Carintia, Wolfgang Rauchegger. "Siempre hemos conseguido actuar a tiempo", dijo el Rauchegger, tras asegurar que no habrá ninguna tolerancia para los que intenten causar desorden en la vía pública.

La Cruz Roja ha informado de que tuvo que intervenir 20 veces en casos y que ocho personas han tenido que ser ingresadas en el hospital con heridas de diversa consideración.

Lo dicho, el fútbol no debería ser así.

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