El novelista Ian Fleming, creador de James Bond, defendió en una carta enviada en 1938 al diario 'The Times' la política de apaciguamiento con Adolf Hitler promovida por el primer ministro británico de la época, el conservador Neville Chamberlain.
'No habrá paz, ni retorno de la prosperidad ni felicidad en Europa hasta que Inglaterra y Francia accedan al cumplimiento del programa indicado por Herr Hitler a cambio de un pacto de desarme vinculante', escribió Fleming (1908-1964) en la misiva, de la que hoy informa 'The Times'.
La carta, publicada el 28 de septiembre de 1938, un año antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial, mientras el Reino Unido esperaba el resultado de la reunión entre Chamberlain y Hitler en Múnich.
La misiva ha visto de nuevo la luz tras la digitalización del archivo de 'The Times', que puede ser consultado ahora por los ciudadanos.
En ella, Fleming argumentó que si las ambiciones territoriales de Hitler se limitaban a las manifestadas en 1920 -unir los pueblos alemanes en una Gran Alemania, rechazando el Tratado de Versalles y obteniendo nuevos territorios para la población germana-, el Reino Unido debería dar un paso hacia atrás en sus planes bélicos.
Pero, añadió, si Alemania pretendía rearmarse para objetivos agresivos, 'como hizo en 1914', entonces el Reino Unido debería prepararse para la guerra.
Como muchos otros en su época, Fleming creía todavía que las ambiciones territoriales de Hitler podían contenerse con negociaciones diplomáticas.
La carta fue publicada el día que Chamberlain se reunía con Hitler en el marco de la Conferencia de Múnich, celebrada para tratar la crisis de los Sudetes, una región de Checoslovaquia con una amplia minoría alemana que Hitler quería anexionarse.
El resultado de la reunión fue la firma por el Reino Unido (representado por Chamberlain), Francia, Italia y Alemania del Tratado de Múnich, en el que acordaron incorporar al Reich parte del territorio checoslovaco.
Después, Chamberlain regresaría al Reino Unido para proclamar que el Tratado suponía 'la paz en nuestros tiempos'.
La subsiguiente invasión a Polonia en 1939, menos de un año después de los Acuerdos de Múnich, terminó por hundir en el descrédito a la política conciliadora de Chamberlain con la Alemania nazi, y desencadenar la guerra.
No hay duda, según el rotativo, de la dedicación a los esfuerzos bélicos, una vez declarada la guerra, de Fleming, que durante la contienda sirvió como oficial para los servicios secretos navales, ni de su odio vehemente por el nazismo.
Así, 'The Times' recuerda cómo muchos de los villanos en sus obras tienen nombres alemanes o pasados nazis, como Hugo Drax, en 'Moonraker' -publicada en 1955 y la tercera novela de la serie del agente secreto-, que es realmente el ex oficial nazi Hugo von der Drache.
Vía| Actualidad Terra
'No habrá paz, ni retorno de la prosperidad ni felicidad en Europa hasta que Inglaterra y Francia accedan al cumplimiento del programa indicado por Herr Hitler a cambio de un pacto de desarme vinculante', escribió Fleming (1908-1964) en la misiva, de la que hoy informa 'The Times'.
La carta, publicada el 28 de septiembre de 1938, un año antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial, mientras el Reino Unido esperaba el resultado de la reunión entre Chamberlain y Hitler en Múnich.
La misiva ha visto de nuevo la luz tras la digitalización del archivo de 'The Times', que puede ser consultado ahora por los ciudadanos.
En ella, Fleming argumentó que si las ambiciones territoriales de Hitler se limitaban a las manifestadas en 1920 -unir los pueblos alemanes en una Gran Alemania, rechazando el Tratado de Versalles y obteniendo nuevos territorios para la población germana-, el Reino Unido debería dar un paso hacia atrás en sus planes bélicos.
Pero, añadió, si Alemania pretendía rearmarse para objetivos agresivos, 'como hizo en 1914', entonces el Reino Unido debería prepararse para la guerra.
Como muchos otros en su época, Fleming creía todavía que las ambiciones territoriales de Hitler podían contenerse con negociaciones diplomáticas.
La carta fue publicada el día que Chamberlain se reunía con Hitler en el marco de la Conferencia de Múnich, celebrada para tratar la crisis de los Sudetes, una región de Checoslovaquia con una amplia minoría alemana que Hitler quería anexionarse.
El resultado de la reunión fue la firma por el Reino Unido (representado por Chamberlain), Francia, Italia y Alemania del Tratado de Múnich, en el que acordaron incorporar al Reich parte del territorio checoslovaco.
Después, Chamberlain regresaría al Reino Unido para proclamar que el Tratado suponía 'la paz en nuestros tiempos'.
La subsiguiente invasión a Polonia en 1939, menos de un año después de los Acuerdos de Múnich, terminó por hundir en el descrédito a la política conciliadora de Chamberlain con la Alemania nazi, y desencadenar la guerra.
No hay duda, según el rotativo, de la dedicación a los esfuerzos bélicos, una vez declarada la guerra, de Fleming, que durante la contienda sirvió como oficial para los servicios secretos navales, ni de su odio vehemente por el nazismo.
Así, 'The Times' recuerda cómo muchos de los villanos en sus obras tienen nombres alemanes o pasados nazis, como Hugo Drax, en 'Moonraker' -publicada en 1955 y la tercera novela de la serie del agente secreto-, que es realmente el ex oficial nazi Hugo von der Drache.
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