Cuando el mercader de arte nazi Bernhard Boehmer y su esposa se suicidaron con cápsulas de cianuro antes que entregarse a las tropas soviéticas que avanzaban en 1945, dejaron más de 1.000 piezas de arte confiscadas de museos alemanes.
Estos objetos estaban entre más de 20.000 obras de artistas condenadas por "degeneradas`` que los nazis confiscaron en 1937. Muchas fueron destruidas. Boehmer fue uno de apenas cuatro comerciantes autorizados por Joseph Goebbels a venderlas en el exterior por divisas. En 1947, las fuerzas soviéticas tomaron el botín por segunda vez, y en esta ocasión, del heredero de Boehmer. Lo entregaron al museo de la ciudad alemana de Rostock, un puerto del Báltico, donde ha estado desde entonces.
Ahora el Museo de Historia Cultural de Rostock exhibe la colección mal habida de Boehmer en su conjunto por primera vez, con etiquetas que indican de qué museo alemán fue tomada cada pieza. Es una empresa valiente, y hasta provocativa: la mayoría de esos museos adorarían recuperar sus obras. En la actualidad se pagan los mayores precios de arte del siglo XX por obras de artistas calificados de "degenerados`` por los nazis.
La colección de Boehmer de arte confiscado por los nazis es la mayor que ha sobrevivido. De las 1.000 obras gráficas, 34 óleos y nueve esculturas que contenía, 600 siguen en Rostock. La muestra actual incluye unas 150 obras de máxima calidad de Otto Dix, Franz Marc, o Paul Klee.
Estos objetos estaban entre más de 20.000 obras de artistas condenadas por "degeneradas`` que los nazis confiscaron en 1937. Muchas fueron destruidas. Boehmer fue uno de apenas cuatro comerciantes autorizados por Joseph Goebbels a venderlas en el exterior por divisas. En 1947, las fuerzas soviéticas tomaron el botín por segunda vez, y en esta ocasión, del heredero de Boehmer. Lo entregaron al museo de la ciudad alemana de Rostock, un puerto del Báltico, donde ha estado desde entonces.
Ahora el Museo de Historia Cultural de Rostock exhibe la colección mal habida de Boehmer en su conjunto por primera vez, con etiquetas que indican de qué museo alemán fue tomada cada pieza. Es una empresa valiente, y hasta provocativa: la mayoría de esos museos adorarían recuperar sus obras. En la actualidad se pagan los mayores precios de arte del siglo XX por obras de artistas calificados de "degenerados`` por los nazis.
La colección de Boehmer de arte confiscado por los nazis es la mayor que ha sobrevivido. De las 1.000 obras gráficas, 34 óleos y nueve esculturas que contenía, 600 siguen en Rostock. La muestra actual incluye unas 150 obras de máxima calidad de Otto Dix, Franz Marc, o Paul Klee.
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