El 12 de junio, hace 79 años, nació Ana Frank en Fráncfort del Meno, Alemania. A través de su diario personal dio voz y rostro a las millones de víctimas judías ante la persecusión nazi. Ubicada al oeste de Ámsterdam la casa museo "Anne Frankhuis", edificio en el que permanecieron ocultos por dos años Ana y su familia ante la invasión nazi, revela el terror de esa época y en cada esquina se respira el talento de Frank por sobrevivir a través de sus letras.
Ana quería ser periodista y escritora. Así lo escribió en su diario de color rojo que pidió a su padre Otto Frank, como regalo antes de esconderse con su familia en el edificio donde él trabajaba para salvar sus vidas ante el genocidio nazi contra las y los judíos que invadió Holanda en mayo de 1940.
El sueño de Ana se cumplió, aunque nunca lo supiera. Titulado por ella misma como "El anexo secreto", su diario es un fiel testimonio que durante dos años narra los acontecimientos del holocausto nazi, que en 1940 se apoderaron además de Holanda, de casi toda Francia, Bélgica, Noruega y Dinamarca.
El antiguo refugio donde Ana Frank escribió el día a día de su encierro y el de su familia es ahora una casa-museo.
Para acceder, se tiene que iniciar el recorrido por la entrada oculta que antes fue una librería giratoria, la misma que tuvieron que cruzar Otto Frank, su esposa; Edith Holländer y la hermana mayor de Ana; Margot Betti.
La familia Van Pels (uso el seudónimo de Van Daan), Hermann, Auguste, y Peter de 16 años se les unieron en el escondite. Más tarde en noviembre llegó Fritz Pfeffer (usaba el nombre falso de Dussel), dentista y amigo de la familia.
Los espacios son pequeños, oscuros y laberínticos. La habitación de Ana conserva todavía los recortes originales de revistas con imágenes de animales, parques, y la vida en libertad a la cual Ana y su familia tuvieron que renunciar. Ella pegó en las paredes estas imágenes para colorear un poco la vida gris y secreta de ella y su familia.
La casa museo se compone de 3 pisos en los cuales además de vídeos interactivos, hay grabaciones, entrevistas, documentales originales, y tres cortometrajes sitúan la narración en su contexto histórico y la historia se reconstruye mediante citas del diario de Frank.
El edificio ubicado en Prinsengracht 265, estaba al lado de las antiguas oficinas de Otto Frank, y aunque ha sido renovado, cada esquina del sitio permite adentrarse a esa época, sentir el encierro y oscuridad de vivir de forma clandestina y con miedo.
El primer diario original de Ana se expone aquí de forma permanente, y es posible conocer de primera mano las líneas que escribió Frank hace más de 70 años en esta ciudad de canales y flores.
Durante el recorrido se indica la función que desempeñaba cada lugar del escondite. Una cocina, las habitaciones, y un salón pequeño, son algunos de los espacios que se conservan en estado original y en los cuales la familia desarrollo su vida hasta que fueron entregados a los nazis por traición. En algunas paredes todavía es posible ver unas líneas con lápiz que marcaban el crecimiento de las niñas que crecieron en el encierro.
Los nazis ocuparon Ámsterdam por 5 años, de las y los 140.000 judíos de la ciudad, sobrevivieron sólo 16.000. Entre ellos el padre de Ana, quien en 1947 publicó el diario de su hija. Hoy la casa museo "Anne Frankhuis" recibe a millones de visitantes de todas partes del mundo, y el diario de Ana ha sido traducido a más de 60 idiomas.
El museo fue inaugurado por el propio padre de Ana en 1960, en 2007, la casa de Ana recibió 1.002.902 visitantes. Los ingresos permiten a la “Fundación Ana Frank” realizar proyectos educativos y de investigación.
Tras ser descubiertos en el escondite por los nazis, Ana fue enviada a los campos de concentración de Auschwitz en 1944, para luego ser trasladada al campo de concentración de Bergen-Belsen. Murió allí de fiebre tifoidea a finales de febrero o principios de marzo de 1945.
El informador del escondite hasta la fecha nunca ha sido identificado. La madre y hermana de Frank pasaron un mes en Auschwitz-Birkenau y luego fueron enviadas a Bergen-Belsen, donde murieron en 1945. El único sobreviviente fue el padre de Ana, quien fundó el museo y publicó el diario de Ana.
El recorrido de la casa de Frank termina en el tercer piso, en el cual es posible conocer el diario de Ana en una Ámsterdam diferente, donde es posible la eutanasia, está permitida y legalizada la prostitución, además de poder fumar marihuana de forma libre en lugares públicos.
“Me consta que sé escribir. Algunos cuentos son buenos; mis descripciones de la Casa de atrás, humorísticas; muchas partes del diario son expresivas, pero... aún está por ver si de verdad tengo talento”, escribió Ana en 1944, año de su muerte.
Ana quería ser periodista y escritora. Así lo escribió en su diario de color rojo que pidió a su padre Otto Frank, como regalo antes de esconderse con su familia en el edificio donde él trabajaba para salvar sus vidas ante el genocidio nazi contra las y los judíos que invadió Holanda en mayo de 1940.
El sueño de Ana se cumplió, aunque nunca lo supiera. Titulado por ella misma como "El anexo secreto", su diario es un fiel testimonio que durante dos años narra los acontecimientos del holocausto nazi, que en 1940 se apoderaron además de Holanda, de casi toda Francia, Bélgica, Noruega y Dinamarca.
El antiguo refugio donde Ana Frank escribió el día a día de su encierro y el de su familia es ahora una casa-museo.
Para acceder, se tiene que iniciar el recorrido por la entrada oculta que antes fue una librería giratoria, la misma que tuvieron que cruzar Otto Frank, su esposa; Edith Holländer y la hermana mayor de Ana; Margot Betti.
La familia Van Pels (uso el seudónimo de Van Daan), Hermann, Auguste, y Peter de 16 años se les unieron en el escondite. Más tarde en noviembre llegó Fritz Pfeffer (usaba el nombre falso de Dussel), dentista y amigo de la familia.
Los espacios son pequeños, oscuros y laberínticos. La habitación de Ana conserva todavía los recortes originales de revistas con imágenes de animales, parques, y la vida en libertad a la cual Ana y su familia tuvieron que renunciar. Ella pegó en las paredes estas imágenes para colorear un poco la vida gris y secreta de ella y su familia.
La casa museo se compone de 3 pisos en los cuales además de vídeos interactivos, hay grabaciones, entrevistas, documentales originales, y tres cortometrajes sitúan la narración en su contexto histórico y la historia se reconstruye mediante citas del diario de Frank.
El edificio ubicado en Prinsengracht 265, estaba al lado de las antiguas oficinas de Otto Frank, y aunque ha sido renovado, cada esquina del sitio permite adentrarse a esa época, sentir el encierro y oscuridad de vivir de forma clandestina y con miedo.
El primer diario original de Ana se expone aquí de forma permanente, y es posible conocer de primera mano las líneas que escribió Frank hace más de 70 años en esta ciudad de canales y flores.
Durante el recorrido se indica la función que desempeñaba cada lugar del escondite. Una cocina, las habitaciones, y un salón pequeño, son algunos de los espacios que se conservan en estado original y en los cuales la familia desarrollo su vida hasta que fueron entregados a los nazis por traición. En algunas paredes todavía es posible ver unas líneas con lápiz que marcaban el crecimiento de las niñas que crecieron en el encierro.
Los nazis ocuparon Ámsterdam por 5 años, de las y los 140.000 judíos de la ciudad, sobrevivieron sólo 16.000. Entre ellos el padre de Ana, quien en 1947 publicó el diario de su hija. Hoy la casa museo "Anne Frankhuis" recibe a millones de visitantes de todas partes del mundo, y el diario de Ana ha sido traducido a más de 60 idiomas.
El museo fue inaugurado por el propio padre de Ana en 1960, en 2007, la casa de Ana recibió 1.002.902 visitantes. Los ingresos permiten a la “Fundación Ana Frank” realizar proyectos educativos y de investigación.
Tras ser descubiertos en el escondite por los nazis, Ana fue enviada a los campos de concentración de Auschwitz en 1944, para luego ser trasladada al campo de concentración de Bergen-Belsen. Murió allí de fiebre tifoidea a finales de febrero o principios de marzo de 1945.
El informador del escondite hasta la fecha nunca ha sido identificado. La madre y hermana de Frank pasaron un mes en Auschwitz-Birkenau y luego fueron enviadas a Bergen-Belsen, donde murieron en 1945. El único sobreviviente fue el padre de Ana, quien fundó el museo y publicó el diario de Ana.
El recorrido de la casa de Frank termina en el tercer piso, en el cual es posible conocer el diario de Ana en una Ámsterdam diferente, donde es posible la eutanasia, está permitida y legalizada la prostitución, además de poder fumar marihuana de forma libre en lugares públicos.
“Me consta que sé escribir. Algunos cuentos son buenos; mis descripciones de la Casa de atrás, humorísticas; muchas partes del diario son expresivas, pero... aún está por ver si de verdad tengo talento”, escribió Ana en 1944, año de su muerte.
Tristemente.. todo el mundo conoce el detino de Ana Frank y aún hoy, despierta muchísimo interés.
ResponderEliminarSe dijo que el padre de Ana, Otto Frank, intentó que su familia pudiera viajar a EE.UU. o Cuba. El problema es que las reglas de inmigración estaban empezando a cambiar...
El intento que hizo Otto Frank para trasladar a su familia es un ejemplo que refleja la actitud de otros miles de judíos alemanes que también intentaron salir del horror nazi.
Saludos! ;)
¿Sabias que en un parque de Madrid hay sembrado un árbol que ha crecido a partir de un rama del que Ana podía ver desde su escondite?
ResponderEliminarCuando averigue el paradero exacto te lo digo.
Pues no tenía ni idea...:S Pero ya me dirás donde esta exáctamente el castaño!jaja
ResponderEliminarConocía algo parecido sobre la venta en ebay de una castaña de ese árbol que veía Ana Frank desde su escondite. No se como quedó la subasta pero se pagaba una pasta.
Saludos!! ;)
Ana Frank es mi idola ; admiro demasiado su frase :“Y sin embargo, cuando miro al cielo, sé que todo esto cambiará y que el mundo volverá a ser bueno y conocerá nuevamente el orden, el reposo y la paz, porque sigo pensando que, en el fondo del corazón, todos los hombres del mundo son buenos"
ResponderEliminarAdmirable esta señorita, Que nunca perdio la esperanza ;